➤COURTZ ·
Había cierta pesadez dentro de mi al tenerla ahora en mi hotel, porque dos cosas eran las que estaban por mi mente —comérmela completita ahora que no hay nadie velando o, hablarle y decirle todo lo que no he podido—, me hacía el loco mientras le servía en una de las copas, algo de vino blanco y ella atenta a mis movimientos, no me quitaba los ojos de encima.
—Courtz...
Su voz me erizó la piel, levanté un poco la cara, ya que me encontraba sirviendo y la vi, ella sonrió un poquito al mismo tiempo que se colocaba el cabello detrás de sus hombros y dejaba ver ese escote sexy.
—Dime, ¿qué pasa? —evitaba verla por mucho tiempo porque sabía que mis ganas de comérmela eran más fuertes que las de hablar.
—¿Por qué estás tan...?
Me reí bajito y negué con la cabeza, ella no dijo más nada, ni siquiera terminó de decirme cuando yo ya estaba yendo hacia ella con las copas en mano.
—Hay una batalla interna que estoy apunto ‘e perder —murmuré bien cerquita de ella, obligándola a verme hacia arriba mientras le entregaba su copa.
—¿Estás batallando ahora? —rió bajito.
Asentí—. No sé si me pueda aguantar las ganas Nain, quiero chingarte ya mismo... En ese sofá, en verda’ baby...
—¿Y qué es lo que te detiene?
Bebí un poco sin perder el contacto visual, ella hizo lo mismo y después sonrió, casi retándome con la mirada.
—Diablo, Nain... Es que tú eres bien linda.
Soltó una risita nerviosa y esperó a que yo continuara.
—Te traje pal’ hotel, porque quiero hablar contigo y pedirte que...
—¿Me ayudas a quitarme el vestido? —dijo dándome la espalda, interrumpiéndome haciéndose el cabello a un lado—. Necesito estar cómoda, sigo en taca’ papi... ¿puedes bajar el zipper?
—Sí... Sí, sí —tartamudeé dejando la copa al lado, con el cuerpo caliente y bueno, comencé a bajarlo.
Nain se quedó quieta por un rato, esa mierda se deslizó por sí solo hasta cierto punto y oí como exhalaba con fuerza mientras yo tragaba duro al ver como esa espaldita estaba desnuda frente a mi. Al quitar mis manos de su piel, ella se giró rápidamente quedando a poca distancia de mi.
—Prestame una camisita tuya pa’ ponerme...
—Una camisa —repetí yendo hacia la maleta, dejándola atrás—. Te va a quedar enorme, yo uso tallas large... Extra large, que se vean oversize...
Cogí una que estaba guardadita hasta abajo, limpia y con buen olor, me di la vuelta para ir con ella y entregársela pero, al encontrarme con Nain me paralicé.
Me sonreía mientras que ese vestido adornaba el piso y ella salía de el. Su carita traviesa y su cuerpo desnudo hicieron que yo me acercara despacio y desviara un poco la mirada, aunque siendo sincero, el calor que sentía ahora era insoportable y demasiado sofocante.
—Ay, por Dios —se burló—. Me has visto sin na’ antes, ¿por qué ahora haces eso?
Volteé con ella—. Porque no quiero comerte na’ más, yo necesito decirte que...
Me miró mientras se ponía la camisa, yo casi sin habla esperé a que esa jodienda le cubriera el cuerpo para poder continuar y justo cuando eso pasó, ella fue hacia la cama y se recostó.
—Dale, continúa...
La miré por un buen rato, ella seguía esperando recostada en la cama, mirándome con una sonrisita que intentaba ocultar y sabía que era de burla, por como su comportamiento me ponía. Malo, malo, malo.
—Se joda, no voy a seguir haciéndome el pendejo y conteniéndome cuando tú me estás tentando, puñeta —le decía desesperado, quitándome lo que llevaba encima.
—Ya era hora que entendieras —dijo entre risas mientras iba con ella, sobre la cama.
Sus manos me buscaron rápidamente al ir encima de ella, mi boca fue sobre la suya al instante y la apreté con fuerza de la cintura, enterrándome entre sus piernas con cierto cuidado a la vez que Nain me besaba vuelta loca.
Entre jadeos y miradas, busqué la manera de hacerla sentir bien con mis dedos y gané al ver como esa carita de nena buena, se transformaba a una de querer llorar por la sensación.
Sus gemidos sobre mi oreja mientras besaba su cuello, me erizaban la piel. No quería seguir así y comencé a bajar, no sin besar su boca. Haciéndolo con agresividad, chupando y mordiendo, compartiendo el aliento y fue así que dejé un camino de besos mientras bajaba y besaba sus senos, mis dedos ocupados abajo y Nain moviendo sus caderas, apretando las sábanas y mordiéndose los labios.
—No, no, no... Te quiero aquí —me tomó por la cara y me llevó hacia arriba, directo a su boca sin siquiera verme—. Te necesito aquí...
Oírla pedirme así —que me necesita—, con esa voz tan aguda y en bajita, me obligó a mirarla a los ojos y ella pareció asustarse, que simplemente me soltó y dejó sus brazos estirados a cada lado de su cuerpo, sin verme.
—¿Qué pasó? —dije antes de dejar un beso en su barbilla y fijarme en esos ojitos marrones que me evitaban.
Movió su cabeza a ambos lados, negando.
—Hay que parar, mejor no...
Hizo el intento de levantarse de la cama y yo no la dejé, la abracé con fuerza y la obligué a quedarse en la cama.
—Okay, no pasa na’ pero, eso no quiere decir que tú te vas a ir de aquí, mami —le sonreí.
Volvió decirme que no, palmeó mi brazo y me quité de encima, ella seguía sin hablarme y se sentó en la orilla de la cama dándome la espalda, no sabía ni qué decirle, aunque por suerte, Nain comenzó a hablar.
—Yo no sé que está pasando entre nosotros, Omar —su voz sonaba rara, se cortaba un poco—. Un día peleamos, volvimos a vernos y luego... ¿cómo carajo’ llegamos a esto? ¡Cabrón, que loquera!
Me reí—. Mera, no te vengas a hacer la loca ahora... Que esos ojitos que tú tienes te chotean cuando me miras, baby...
Volteó sonriendo, burlona totalmente.
—Nos tenemos ganas, ¿qué más va a ser?
Asintió—. Vamo’ a dejarlo ahí... Quitarnos las ganas y ya, sin contrato.
Levanté las manos—. Lo que pidas tú, si eso quiere’ por mi ‘ta bien mami.
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TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔
FanfictionCourtz se había cansado de todas esas relaciones que terminaban destruyéndolo por completo, no quería pasar por lo mismo y ahora su hobbie era, tener en su cama a cualquier mujer para únicamente, satisfacerlo. En cambio, Nain tuvo un par de relacion...