Al salir de sus pensamientos y antes de que Ava diera un paso lejos de Daniel, este pudo mover rápido su brazo libre y tomó a la chica por la muñeca para captar su atención una última vez antes de que ella se fuera.
—Daniel... veo que ya has recuperado más de tus fuerzas —dijo Ava sorprendida por lo rápido que su cuerpo respondía más en señal de estar mejor.
El se encogió de hombros y le guiño un ojo, lo que hizo sonreír a la joven.
—¿Querías decirme algo más?... Supongo —dijo Ava, ansiosa por escuchar las palabras de Daniel.
—Sí, así es —respondió él—. Quiero y necesito que consideres lo de tus estudios, por favor. Déjame ayudarte con eso, desde aquí puedo financiar lo que queda de tus estudios.
La joven se estremeció por dentro, en verdad él se preocupaba por su progreso y eso la hizo sentir emocionada por tal gesto, aunque quizo mostrarse reacia.
—No quiero ser una carga para ti, Daniel,
—¡Que no eres una carga, Ava por Dios! Tómalo como una inversión para nuestro futuro juntos ¿Confías en mí?
Ava, emocionada y agradecida abrazó a Daniel pero luego se dio cuenta de que lo había apretado un poco fuerte, así que se separó con suavidad para no lastimarlo.
—Ups... Lo siento, no quería lastimarte —dijo, dándose una cachetada mental.
—No te preocupes, pequeña, estoy bien, además te amo y eso es lo más importante.
Ava no pudo evitar sentir como el sonrojo subía por sus mejillas y tampoco que las palabras que tanto le costaba decir quisieran salir como un caudal de agua fresca y con toda la fuerza con la que ella tenía dichos sentimientos
—Y-yo también... —Ava apretó los labios para ocultar aquel "te amo", aun no deseaba confesar aquello que le consumía el corazón. Añoraba que fuera en un momento especial y no en esa lúgubre habitación de hospital.
Daniel recibió aquellas dos palabras con una sonrisa y la abrazó con ternura. Ava se sintió agradecida por ese apoyo que sentía en sus palabras y acciones y que esperaba algún día saber si eran tan reales como lo que ella sentía por él.
A partir de ese día Ava comenzó su nuevo rol como "jefa regente" de InterStellar Financial Group, asumiendo responsabilidades con entusiasmo y determinación. A pesar de algunos obstáculos iniciales de inseguridad y de organización, sin contar la resistencia y oposición de algunas empleadas que la despreciaban tan solo de verla allí al frente, Ava demostró su valía con habilidades de liderazgo, dedicación y esfuerzo que creía que no tenía en absoluto.
La joven no estaba sola y atribuyó su buena racha al apoyo de Daniel, a los ánimos incondicionales de Natalia, quien resultó ser una excelente amiga y por supuesto, a la complicidad de Emily, quien siempre la ayudaba cuando Alicia y sus secuaces, o las enfermeras tóxicas querían hacer de las suyas para arruinarle el día. A pesar de todo eso, Ava Spencer se iba ganando el aprecio de los trabajadores, incluso aquellos que se habían dejado llevar por las malas lenguas.
—Ava, es increíble —dijo Natalia, quien no despegaba la vista de su computadora, mientras le daba ojeadas al carrito donde dormía su bebé—, en tan solo tres semanas has logrado poner orden a todo este desastre. Yo ni en meses hubiera podido. Te estoy agradecida de parte de los Busch.
La joven se sonrojó y apretó con emoción las carpetas que tenía en sus manos.
—Gracias Natalia, en serio que tengo el apoyo de personas valiosas, sin ustedes no podría haber hecho nada. Aunque falta mucho por hacer, ¿eh? No cantemos victoria tan rápido —comentó Ava entre risitas y colocó las gruesas carpetas en la mesa en la que Natalia estaba trabajando.
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Amor en números rojos
RomanceDaniel Busch, un exitoso hombre de negocios, tiene una importante reunión con su antigua amante y rival de negocios en el restaurante donde trabaja la jovencita Ava López. Daniel le propone un acuerdo conveniente: él la ayudará a pagar las deudas a...