Capítulo 44 El brazo, amor...

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POV Tn. 

Mi suegra hablo con nosotras por un largo tiempo, entre ella y yo quisimos calmar a Hailee, y lo logramos en cierto porcentaje, pero lo único de lo que no pudimos hacer que ella desistiera es que quería poner distancia entre ella y su hermano, al menos por algún tiempo. La señora Cheri y yo le dijimos que no, le dimos algunas razones, pero al final termino diciéndonos que no se quería enojar también con nosotras y que debíamos respetar su decisión. 

Después de que mi suegra se fue, ambas subimos a la habitación de mi novia. Entre las dos "quisimos" arreglar la cama, pero ella tenía otras intenciones más traviesas, y como le iba a decir a mi novia que no, si es algo que desde tiempo atrás dejamos a un lado por interrupciones y que ambas queremos que pasé ya. 

Tn: Haiz, sé que es algo que ambas queremos, pero... Yo no quiero hacerte daño, no quiero lastimar tu brazo, quiz...

Hailee: Tn, amor.- Ella toma mi barbilla y me hace mirarla.- No me vas a lastimar, seremos cuidadosas mi amor. 

Yo asiento y me acerco a mi novia para besarla. Con pasos lentos la voy llevando hasta la cama, una vez que estamos ahí, con calma la recuesto y así como lo hice en la mañana coloco un cojín en su brazo y me acomodo de tal manera que éste quede libre y fuera de cualquier movimiento brusco. 

Mi boca se encontró con la de mi preciosa novia, ella tardo pocos segundos en aumentar la intensidad del beso haciendo que nuestras lenguas se entrelacen y comiencen una danza que está llena de deseo y que dice más que las palabras. Uno de mis brazos se acomodó en la cama de manera que quedara mi codo recargado en el colchón, mientras que con la otra mano acarició la mejilla de mi chica. Bajo mis besos a su cuello y mi mano con el ritmo perfecto baja hasta llegar a la orilla de su playera, comienzo a subirla, Hailee entiende lo que quiero hacer y se sienta para ayudarme a quitársela. Mi novia se acerca a mi y quiere quitarme la playera que traigo puesta, pero como solo puede usar una de sus manos, le es difícil, así que yo la ayudo y le sonrío, pues me parece tierna la urgencia con la que quiere deshacerse de nuestra ropa. 

Una vez más recuesto a mi chica en la cama, pero esta vez es para quitarle la ropa que tiene en la parte de abajo de su cuerpo. Lentamente voy bajando su pants, y voy besando su entre pierna, sus muslos. Voto el pantalón a un costado de la cama y voy por su ropa interior, tomo el borde de la misma y la bajo, cuando veo su centro, puedo asegurar que algo dentro de mi se encendió aún más, tengo a la mujer más preciosa desnuda frente a mi y no pienso en nada más que en hacerla mía, en cuanto la amo y que podría pasar el resto de mi vida besando cada parte de sus ser. Hailee nota como la veo y sonríe, pero antes de que pueda decirle algo, ella se sienta en la cama una vez más, con sus piernas abiertas y desde la orilla de mi pantalón me jala hacía ella. Tengo la mejor vista, no me quiero ni mover, pero mi chica requiere atención y eso es lo que le daré. Hailee me ayuda a quitarme mi pantalón y cuando por fin lo consigue lo avienta a donde está el suyo. Mi novia me hace sentarme de manera que mi espalda quede recargada en la cabecera de su cama, me extiende su mano y cuando la tomo, ella la toma de apoyo para levantarse y sentarse a modo que su centro queda sobre una de mis piernas. Sé que exactamente lo que quiere y lo que planea hacer, es algo apresurado lo que quiere, pero quien soy yo para negarme... 

Me acerco a Hailee para besarla nuevamente, tomo con mi mano derecha su espalda y con mi mano izquierda tomo uno de sus pechos y lo llevo a mi boca. Haiz inclina su cabeza hacía atrás y comienza a mover sus caderas generando un rose de su centro en mi pierna. La mano que tengo en la espalda, la bajo hasta su cadera para ayudarla y que los movimientos sean más rítmicos y precisos. Haiz con su mano libre se aferra a mi cuello y comienza a gemir. Lo que me ínsita a arriesgarme y echarle otra manita.... Literal. Bajo a Haiz de mi pierna porque también la necesito yo a ella y sé que con esta posición ambas podremos disfrutar. Abro las piernas de mi novia, yo abro las mías y hago que nuestros centros se encuentren, Haiz sonríe y antes de que pueda comenzar a moverse nuevamente con una de mis manos recorro su centro, ella jadea como si hubiera corrido un gran maratón y ahora se estuviera reponiendo, pero no... Esto a penas comienza. Introduzco dos dedos en mi novia y con mi mano libre empujo su cadera de manera que nuestros centros se estimulen. 

El diseño de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora