Armada Imperial: Evaluación del Nivel de Peligro de la Flota Necrona

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La Armada Imperial se ha visto involucrada en un número creciente de enfrentamientos contra naves de los Necrones. Por lo general, estos encuentros han acabado de forma desastrosa, con unas pérdidas tan grandes que nadie parece haberse enfrentado a los Necrones más de dos veces. Si no se pone remedio a esta situación, la victoria seguirá escapándose de nuestras manos. He reunido toda la información acerca de la flota de los Necrones para poder ofrecer este estudio de su composición y potencial. Dada la necesidad, la información se ha obtenido principalmente de la flota del Segmentum Obscurus, aquí, en Cypra Mundi, pero también de los testimonios de los oficiales de la flota del Segmentum Ultima reunidos durante la Conferencia de Syamn.

En casi treinta enfrentamientos registrados se han identificado un total de cinco clases diferentes de naves Necronas. Estas pueden dividirse en dos grandes tipos que concuerdan con nuestros propios métodos de clasificación: naves de línea (entre las que se incluyen los acorazados y los cruceros) y naves de escolta.

No obstante, aunque esta clasificación refleja perfectamente las dimensiones y el potencial de las naves de los Necrones, no posee las mismas implicaciones tácticas que la nuestra. Las escoltas imperiales, por ejemplo, se utilizan para misiones de exploración, para hostigar al enemigo y para proporcionar cobertura a las naves de línea en combates muy cerrados. En cambio, los Necrones no siguen este esquema básico: sus escoltas efectúan misiones de ataque mucho más arriesgadas: así que, a menudo, los Necrones envían flotas formadas exclusivamente por naves de escolta. Las naves de línea del Imperio normalmente se enfrentan al enemigo en formaciones que les permiten ayudarse mutuamente. Las naves de línea de los Necrones no utilizan ningún tipo de formación conocida, sino que, en algunas ocasiones, cada una tiende a actuar independientemente del resto de la flota. En este aspecto, sus tácticas se asemejan a las de los Eldars, puesto que se concentran en la rapidez y en la repentina descarga de una potencia de fuego devastadora. La aparente anarquía de dichas tácticas no suele afectar negativamente a su efectividad y, según creo, siguen un patrón común que resulta tan complejo que no es posible analizarlo correctamente partiendo de la base de nuestra experiencia actual.

Igual que ocurre con los Eldars, las tácticas de los Necrones dependen de la calidad de sus naves, que son aún más avanzadas, si cabe, que las de estos. Hasta la fecha, no se ha visto salir o entrar en el espacio disforme ninguna nave de los Necrones. Sin embargo, en repetidas ocasiones, las naves Necronas han aparecido dentro del alcance de detección sin que haya habido ningún indicio de su aproximación. Hay informes que afirman que, durante el ataque en Horloth, cuando la flota Necrona apareció estaba desacelerando claramente; lo que parece indicar la posibilidad de que, sea cual sea su medio de propulsión, este es tan rápido que cuando las naves Necronas viajan a máxima velocidad, se hacen indetectables. El hecho de que aminoren la marcha a la hora de luchar supondría que hasta a ellos les resulta imposible flanquear al enemigo o apuntar con exactitud mientras viajan a máxima velocidad. Pero, como ocurre con la mayoría de los aspectos relacionados con los Necrones, esto seguirá siendo un misterio que solo podrá resolverse cuando capturemos una de sus naves sin que esta haya recibido daños. No obstante, temo que una hazaña de este tipo nos costaría la perdida de un número demasiado alto de naves imperiales.

Mientras que nuestras naves cuentan con escudos de vacío como defensa, las naves de los Necrones utilizan una combinación de subterfugio y adaptabilidad. El casco de sus naves bloquea todas las emisiones internas de energía e impide los intentos de rastreo. Nuestros sensores solo las pueden detectar cuando cambian de rumbo o de velocidad o cuando disparan. Hasta que no ocurre una de estas cosas, las naves de los Necrones se muestran como sombras en los sensores: sin embargo, en la mayoría de casos, ello es suficiente para poder apuntar contra ellas. Debe tenerse en cuenta que a pesar de que las naves de los Necrones son rápidas y pueden efectuar movimientos ágiles, no son capaces de ejecutar los bruscos cambios de dirección de que son capaces las naves de los Eldars por lo que es preferible mantener fuego sostenido contra ellas.

Incluso cuando son detectadas y alcanzadas por disparos, las naves de los Necrones son extremadamente resistentes. Los impactos que causarían daños muy graves en un crucero imperial normalmente no consiguen ni siquiera dañar superficialmente una nave de los Necrones. No tenemos ninguna explicación convincente para este hecho, ya que los tipos de naves identificadas no poseían la masa suficiente como para contar con el blindaje del grosor necesario para resistir así. Conocemos perfectamente su impresionante capacidad de reparación automática, gracias a la cual parece ser que pueden reparar virtualmente cualquier tipo de daño en cuestión de minutos. Sin embargo, esta tecnología no es del todo infalible, puesto que, al activarse, la capacidad de ocultación de los cascos de las naves de los Necrones se ve instantáneamente reducida, lo que las hace mucho más vulnerables a los ataques.

Además, todos los sistemas de armamento de los Necrones utilizan la proyección de energía. Los efectos que producen son parecidos a los rayos de las tormentas, pero mucho mas peligrosos. Se ha llegado a sugerir la posibilidad de que la energía sea de origen extra dimensional. Sea como sea, se proyecta de forma muy precisa con la ayuda de un rayo de partículas de largo alcance. En según que casos, las descargas han llegado a atravesar los escudos de una nave sin que estos sufrieran el más mínimo daño.

Las naves de los Necrones complementan estas armas con una serie de sistemas de ataque a corta distancia realmente terroríficos. El más frecuente de todos ellos es la utilización de enjambres de robots "escarabajo" diminutos que infestan el casco de las naves enemigas y luego emiten una señal que provoca una distorsión en los sistemas mecánicos de transmisión y en las funciones de control de las zonas afectadas. Otro tipo frecuente de arma Necrona es la descarga repentina de la energía solar almacenada por toda la superficie del casco de la nave, lo que provoca daños en todas las naves que se encuentran a su alrededor. Dicha descarga es lo bastante potente como para sobrecargar los escudos de cualquier escolta de la flota imperial y los efectos de varias descargas simultáneas pueden llegar a ser peligrosos también para las naves de línea. Toda flota que se enfrente a los Necrones también debe estar preparada para hacer frente a abordajes.

Normalmente, cuando hayan desactivado los escudos de las naves enemigas, grupos de choque atacarán simultáneamente distintas cubiertas de la nave. Se ha comprobado que los soldados de la flota armados con escopetas no pueden resistir los ataques de los Guerreros Necrones en este tipo de combate: de modo que, hasta que no se encuentre otra alternativa, deberán utilizarse armas pesadas aun a riesgo de provocar daños en los sistemas internos de la nave. Contrariamente, los asaltos al interior de las naves de los Necrones han resultado ser muy efectivos, ya que los guerreros que tienen a bordo parecen reaccionar de forma lenta a esa clase de peligro, lo que permite a los asaltantes situar las cargas y retirarse antes de llegar a encontrarse con una gran oposición.

Las naves de los Necrones han demostrado poder destrabarse fácilmente del combate, al parecer cambiando de fase, lo que ha hecho imposible convertir las victorias pírricas en victorias sustanciales. Hasta la fecha, no ha sido posible capturar ninguna nave de los Necrones en combate debido en gran medida a esta capacidad. Mientras sigan siendo capaces de escapar de los enfrentamientos en los que se vean superados, no es probable que podamos oponer resistencia a sus avances tecnológicos. No obstante, la tendencia de los Necrones a retirarse antes que luchar hasta el final ha significado un aumento de las victorias por parte de aquellos comandantes que rechazan toda precaución en pos de infligir el máximo de daños sin contar con las consecuencias sobre aquellos que optan por tener las menos bajas posibles entre sus tropas, todo esto me lleva a concluir que la derrota de las flotas de los Necrones solo será posible mediante el sacrificio desinteresado y el arrojo infatigable. Por suerte, al Imperio no le falta ni una cosa ni la otra.

Su más fiel vasallo, Por obra del Señor Capitán Morley.

Adjunto al Insturum Naval de Estudios Alienígenas.

Estación Orbital Heracles, Cypra Mundi.

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