Amos de la Noche, VIII Legión

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Antes de empezar, e de advertir que este capitulo será MUY largo, son 9.687 palabras, así que léanlo cuando tengan tiempo de sobra, bueno, sin mas que decir, comencemos.

"Ave Dominus Nox. Cacen bien y cacen rápido."

—Cyrion. Primera Garra. Marine Espacial del Caos de la 10ª Compañía de los Amos de la Noche

Los Amos de la Noche eran la VIII Legión de las Legiones Astartes originales de la Gran Cruzada. Su Primarca era Konrad Curze, también llamado Acechante Nocturno. La Legión se volvió traidora durante la Herejía de Horus, tras lo cual se abrió camino a través del espacio imperial en una sangrienta campaña que culminó con la muerte de su Primarca a manos de una Asesina imperial. Después de la pérdida de su Primarca los Amos de la Noche se han establecido en el Ojo del Terror y actualmente operan como partidas de guerra divididas en escuadras llamadas Garras. Sus motivaciones básicas son causar el terror más absoluto en toda forma de vida y la piratería.

 Sus motivaciones básicas son causar el terror más absoluto en toda forma de vida y la piratería

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Emblema de los Amos de la Noche

Aunque teóricamente son Marines Espaciales del Caos, los Amos de la Noche desprecian todas las formas de fe y adoración, y sólo respetan el poder temporal y material; de hecho, muchos de ellos se consideran libres de la mancha del Caos y menosprecian a los que consideran corruptos. Esto incluye a sus propios hermanos de Legión, a quienes ejecutarán si su impureza es demasiado grave.

Historia

"Hemos recibido su oferta de rendición y la rechazamos: no vinimos a recibir sus súplicas sino a aplicar justicia. El momento de rendirse pasó hace mucho tiempo. El veredicto está escrito por sus propias manos. Ahora es el momento de morir."

—Transmisión de los Amos de la Noche por múltiples canales de comunicación durante la Pacificación de Listrantia IV

Con muchas Legiones nos vemos obligados a preguntarnos cómo la lealtad más firme puede convertirse en traición, la devoción más pura en odio y la nobleza en perversidad, pero en el caso de los Amos de la Noche debemos preguntarnos si sus corazones pertenecieron siempre a la oscuridad. Creados con un propósito mayor quizá su fin habría sido diferente, pero su historia es una de ideología envenenada y atrocidades. Incluso cuando eran considerados leales, su naturaleza y sus actos siempre fueron cuestionados. Algunos argumentaban que eran simplemente un mal necesario, los monstruos que hacían falta para arrastrar a los últimos bárbaros hacia la luz. Algunos dicen que fueron un error, un fallo de juicio aceptado por las circunstancias. Unos pocos se preguntan si estaban condenados desde el momento de nacer, destinados a no formar parte jamás del futuro que ayudarían a crear. Todas estas especulaciones son en último término inútiles: sin importar las causas, son criaturas del horror y siempre lo fueron.

Orígenes: Los Hijos del Mal Gobierno

La VIII Legión estuvo empapada en sangre desde su nacimiento. Los primeros reclutas de la Legión procedieron de las prisiones subterráneas interconectadas de la Antigua Terra. En vastas cavernas llenas de ruinas milenarias medio aplastadas vivían hombres y mujeres que habían transgredido las leyes de sus amos. Condenados a no ver más la luz del día ni a respirar el aire libre, vivían con miedo y en una ciega oscuridad. No había ley en aquellas tierras sin luz, y la supervivencia dependía del filo de los cuchillos. Solo los más fuertes y despiadados sobrevivían en aquellas madrigueras, y los que lo lograban crecían en crueldad y astucia. Alimentados por un influjo constante de criminales de las colmenas de la superficie, los pozos-prisión eran una entrada siempre hambrienta hacia la locura y la muerte. Pero no todos de entre los millones que vivían y morían en los pozos habían sido expulsados del mundo superior. En medio del derramamiento de sangre y el miedo, nacieron niños. Acunados en la oscuridad y criados entre la muerte, aquellos que vivían más de diez años eran criaturas pálidas y calladas que se movían sin hacer ruido. "Los hijos de la noche" los llamaban los prisioneros, y ni siquiera los asesinos más salvajes los buscaban voluntariamente.

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