El Maleceptor es una horripilante nueva creación de la Mente Enjambre Tiránida. Combinando la fuerza de un Exocrino con los poderes psíquicos de un Zoántropo, el Maleceptor aplasta a sus enemigos tanto con sus garras como con el formidable poder de su mente.
Miniatura de Maleceotor
Descripción
El Maleceptor es un recipiente viviente de la Mente Enjambre. A medida que avanza inquietantemente en la batalla, la energía disforme surge desde su cráneo sin ojos, vaporizando todo a su paso. Aquellos que son lo suficientemente afortunados como para sobrevivir a los cortantes llantos psíquicos del monstruo son arrojados sobre colosales garras, y sus cuerpos destrozados y lanzados a un lado. Las balas y los rayos de energía disparados al Maleceptor son consumidos por una formidable barrera psíquica, o se desvían sin causar daño en su piel fuertemente acorazada. En respuesta, los pseudópodos etéreos se extienden desde las relucientes redes cerebrales de la criatura. El simple roce de uno de estos tentáculos psíquicos sobrecarga la conciencia de la víctima con una fracción de las inimaginables energías de la Mente Enjambre, reventando su cráneo en una erupción de sangre y materia cerebral.
Los Maleceptores son la respuesta de la Mente Enjambre a algunas de las razas con más talento psíquico que pueblan la galaxia. En principio, se parecen mucho a cualquier otro avanzado organismo Tiránido: bestias descomunales blindadas con gruesas placas de quitina que se elevan sobre enjambres de bioformas menores. Los que tienen la mala suerte de encontrarse con uno de cerca son testigos de la horrible verdad. Incrustados en el torso de la bestia hay orbes brillantes de tejido encefálico, de los cuales sobresalen espirales retorcidas de energía oscura. Estos tentáculos son manifestaciones de la presencia psíquica anuladora de los Tiránidos, la Sombra en la Disformidad, y tocar uno de ellos es entrar en contacto con la inmensidad aterradora de ese fenómeno psíquico. Para casi todas las criaturas vivientes, esto significa un final espectacularmente violento.
Es una suerte que los Maleceptores sean organismos tan complejos y valiosos que la Mente Enjambre rara vez despliega más que unas pocas de esas criaturas para ver realizada su voluntad. Un solo Maleceptor es capaz de destruir las mentes de varios psíquicos enemigos, reunidos en un número suficiente, poseen el poder de destruir ciudades enteras y masacrar batallones de soldados de infantería y vehículos sin colocar una garra sobre ellos. Para mejorar sus capacidades ya prodigiosas, los Maleceptores a menudo son acompañados a la batalla por las huestes a la deriva de Zoántropos y Neurótropos. Los nodos neuronales resultantes no solo refuerzan la resistencia y la ferocidad de los enjambres que los rodean, sino que también enfocan y dirigen los funestos efectos de la Sombra en la Disformidad, desencadenando tormentosas mareas de fuerza psíquica.
Los Maleceptores están completamente ciegos, se guían mediante una combinación de percepción psíquica extrasensorial y la utilización de su poderoso vínculo sináptico con la Mente Enjambre para sentir los sutiles impulsos psíquicos de los Tiránidos cercanos. Sin embargo, aunque les falta el individualismo y experiencia de combate que un Tirano de Enjambre posee, son capaces de reaccionar a amenazas emergentes con alarmante velocidad. Para estas criaturas el caos de un campo de batalla es una fenomenal y compleja red neuronal, y ellos son capaces de traducir instantáneamente esta enloquecedora red de información, redirigiendo y redesplegando bestias menores en una fracción de segundo.
Cuando se enfrentan con resistencia pesada, como los Caballeros Imperiales y los Constructos Espectrales Aeldari, las flotas enjambre han desplegado Maleceptores con notable éxito. La gruesa armadura de placas de esas poderosas máquinas de guerra, tan efectiva repeliendo masivos ataques del enjambre Tiránido, se vuelve casi inútil ante el asalto psíquico de los Malecepetores.
Los Caballeros Imperiales de la Casa Raven llegaron a menospreciar al Maleceptor al que llamaron Vizier, que peleó como parte de una flota dividida de la Flota Enjambre Behemoth conocida como La Corte del Rey Nephilim. Vizier cazaba Caballeros solitarios que se encontraban aislados de sus compañeros, pelando las capas del grueso caparazón de la máquina con poderosas olas de energía destructiva, antes de irrumpir en el cerebro del infortunado piloto con unas caricias de sus zarcillos psíquicos. A pesar de los mejores esfuerzos de las patrullas de caza de la Casa Raven, Vizier evitó cada trampa y cada emboscada que le tendieron, como si la bestia pudiera presentir cada intento.
Fuentes
Codex: Tiránidos (8.ª Edición). Página 25, 53 y 94.
Codex: Tiránidos (9.ª Edición). Página103.
Codex: Tiránidos (10.ª Edición). Página 95.
Shield of Baal 1: Leviathan (7.ª Edición).
White Dwarf Weekly N.º 40 (1 de noviembre de 2014). Tyranids Maleceptor.
Warhammer 40.000: Conquest - The Great Devourer. Maleceptor card.
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Historias muy Warhammeras
Science FictionNo te has topado con este archivo de pura casualidad, fuiste elegido, bendecido por el Omnissiah, eres uno de los muchos que vendrán, conocerás los secretos de este universo, las múltiples creencias y costumbres, una cantidad infinita de razas. Cono...