Capítulo 23

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Capítulo 23

Mientras Atlas guiaba a los supervivientes de la primera guerra de vampiros de regreso a Sylvania, tomó una decisión calculada para evitar viajar con grandes huestes de no-muertos. A pesar de la seguridad que los números podían brindarle contra amenazas potenciales, albergaba un temor profundamente arraigado de que otros señores vampiros más poderosos se apoderaran del botín de guerra que tanto le costó ganar como pago por un paso seguro.

Con esto en mente, Atlas eligió una ruta más discreta, liderando su heterogéneo grupo de no-muertos a través de caminos ocultos y senderos apartados, lejos de las miradas indiscretas tanto de amigos como de enemigos. Aunque el viaje estuvo lleno de peligros e incertidumbre, Atlas se mantuvo firme en su determinación de salvaguardar sus preciosos tesoros y asegurar la supervivencia de sus seguidores no-muertos.

Mientras regresaban por el camino que habían tomado, Atlas mantuvo una mirada atenta al horizonte, siempre cautelosa ante posibles amenazas y peligros que acechaban en las sombras. Sabía que llegar a Sylvania no sería fácil, pero estaba decidido a llevar su misión hasta el final, sabiendo que la seguridad de sus seguidores dependía de ello.

Con cada paso adelante, Atlas siguió adelante, liderando a su menguante grupo de supervivientes hacia el oscuro corazón de Sylvania, donde aguardaban refuerzos y el Imperio lucharía por invadir.

Con aire cauteloso pero triunfante, Atlas sacó el anillo mágico de Vlad de su escondite debajo de su armadura. Sosteniendo el anillo en alto, contempló su reluciente superficie con una mezcla de asombro y anticipación. Esta era la primera vez que se atrevía a ponerse el anillo él mismo, ahora que Vlad yacía muerto y su dominio sobre él ya no existía.

Cuando Atlas deslizó el anillo en su dedo, sintió una oleada de poder corriendo por sus venas, inundando su ser con una nueva fuerza y ​​resistencia. La magia del anillo lo envolvió como un sudario protector, imbuyéndolo de un potente aura de invencibilidad. Al instante, sintió que su forma se convertía en una armadura mágica, cada pieza de metal encantado se fusionaba perfectamente con su propia carne.

La sensación era estimulante, como si hubiera renacido en un cuerpo de puro poder y vitalidad. Las heridas que alguna vez le habían causado agonía ahora se curaron con una velocidad asombrosa, dejando nada más que leves cicatrices como testimonio de su existencia anterior. Era como si la muerte misma se hubiera convertido en un mero inconveniente, un revés temporal que podía superarse con sólo un momento de respiro.

Con el anillo firmemente en su lugar, Atlas sintió una nueva sensación de confianza y propósito. Ya no se escondería en las sombras, temiendo la ira de sus enemigos. Ahora, armado con el poder de la magia de Vlad, avanzaría con valentía hacia el mundo, listo para enfrentar cualquier desafío que le aguardara.

Sin embargo, incluso mientras se deleitaba con su nuevo poder, Atlas se mantuvo cauteloso. Sabía que muchos codiciaban esos artefactos y no se atrevía a bajar la guardia ni por un momento. Con un movimiento de su mano y un encantamiento susurrado, cubrió el anillo con un velo de poderosa magia, volviéndolo invisible para todos excepto para él mismo.

Satisfecho de que el anillo ya estuviera escondido de miradas indiscretas, Atlas dirigió su atención a la intrincada estructura mágica del artefacto.

"Chip AI. Escanea la estructura mágica del anillo".

*¡Bip!*

*Tarea establecida.*

Usando el chip de IA incrustado en su mente, profundizó en las profundidades de sus encantamientos, maravillándose ante las innumerables líneas finas y runas intrincadas que adornaban su superficie. Cada símbolo tenía su propio significado, contribuyendo a la potencia mágica general del anillo y otorgándole la capacidad de canalizar y manipular energías oscuras con una precisión incomparable.

La sangre es vida warhammer fantasyWhere stories live. Discover now