Nadie sabía lo roto que estaba por dentro.
Ni siquiera las personas más cercanas a él sabían lo destrozado que estaba.
Ni las personas que decían amarlo lograron notar el dolor que llenaba su corazón.
Un dolor que debería ser amor.
Un dolor que siem...
-. Sasuke Uchiha, un gusto.- sonrió al sentir que Akamaru se restregaba en sus piernas.
-. Mi hijo me dijo que vendrías a realizar un trabajo, les preparé la sala del jardín para que estuvieran más cómodos.
-. Muchas gracias.
-. Bueno, no les quitamos más el tiempo.- se alejó unos pasos -. Hijo, llévalo al jardín yo llevaré a Akamaru con tu hermana.
Ambos se dirigieron al jardín, Sasuke iba a unos pasos detrás de Kiba y veía curioso la decoración del lugar.
Había varias fotografías por los pasillos, pudo reconocer algunas de Kiba junto al perro que lo recibió de forma juguetona, algunas eran de su madre y otras tantas de otra muchacha y un señor.
También habían unas donde salían los tres juntos.
Se detuvo al llegar al ver que Kiba hizo lo mismo.
-. Es aquí, espérame afuera.- se giró -. Traeré unas cosas.
Sasuke asintió y salió.
El jardín era muy grande y bonito, la sala que se encontraba en el lugar estaba rodeada de rosales, por lo que no pudo evitar acercarse para poder admirar las bellas rosas.
Kiba se detuvo en la puerta que daba al jardín, la imagen frente a él causó un sentimiento extraño en él.
Los rayos del sol iluminaban la piel blanquecina de Sasuke, quien olía la fragancia suave que dejaban las rosas con una sonrisa sutil en sus labios y un ligero sonrojo en sus mejillas.
Luego de unos segundos, Kiba, negó con la cabeza y desechó cualquier pensamiento que invadió su mente en ese momento.
-. Deja de perder el tiempo en eso.- dijo toscamente mientras salía finalmente y se dirigía a la pequeña sala.
Sasuke se exaltó por la repentina interrupción y se disculpó apenado; rápidamente se acercó de igual forma a la sala y tomó asiento.
Kiba dejó sobre la mesa unos cuadernos y unos cuantos libros.
-. Estos libros pueden ayudarnos para complementar el tema.
-. Son libros muy buenos.- Sasuke afirmó mientras tomaba uno de los cinco libros que habían.
-. ¿Ya habías leído alguno de esos?.- no quiso sonar curioso, pero no pudo evitarlo.
Esos libros eran tediosos a su parecer, él los tenía gracias a que su padre estudió leyes.
-. Sí, mi padre me hizo leerlos hace un par de años, tenía tiempo que no los veía.- sonrió con melancolía -. Aunque aún recuerdo perfectamente de que trata cada uno.
Kiba lo vió sorprendido.
-. Debió costarte mucho entenderlos.- hizo una mueca de disgusto -. Yo aún no los termino todos, pero tengo una noción de los temas que vienen en cada uno.
Sasuke simplemente asintió y abrió el libro.
Ninguno dijo nada nuevamente durante unos mínimos, después, comenzaron a ver los temas que tomarían de cada libro, a complementar aspectos para su proyecto y a discutir sobre las ideas que mantendrían en el mismo.
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