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Sasuke se adentró a su casa y sonrió al escuchar la música que su madre suele poner cuando cocina.

Dejó sus zapatos en la entrada junto a sus llaves y se dirigió al comedor.

-. Ya llegué, madre.

-. Oh, Sasuke.- volteó a verlo con una gran sonrisa -. Que bueno que ya estás en casa.- dejó el cucharón que sostenía y se acercó a su hijo, dándole un abrazo y un beso en la mejilla -. ¿Qué tal estuvo la escuela?

-. Estuvo bien.- correspondió el abrazo y sus mejillas se sonrojaron levemente por el beso cariñoso de su madre.

-. Me alegra querido, estoy terminando la comida ¿Por qué no vas a cambiarte y luego me ayudas a colocar los platos en la mesa?.- Mikoto se volteó y agarró de nueva cuenta el cucharon que había dejado anteriormente.

-. Claro, no tardo.- respondió y se dió vuelta.

Al llegar a su habitación dejó su mochila en la silla del escritorio y se cambió el uniforme por ropa más cómoda, puso su celular a cargar y se dirigió de nueva cuenta a la cocina.

Ambos, madre e hijo, comenzaron una plática trivial sobre su día y otras cosas; Sasuke estaba feliz de ver a su madre sonriendo mientras le seguía contando sobre lo que hizo en casa de Itachi.
Una sensación cálida se instaló en su pecho y una gran sonrisa se posó en su rostro conforme avanzaba la plática.

Había extrañado eso.

La calma y la alegría que lo invadía cada vez que hablaba o pasaba tiempo con su madre, las risas de ambos resonando por la casa ante diferentes relatos de ambos, la mirada cariñosa y tranquila que su madre siempre le brindaba y la paz de pasar un buen momento junto a ella.

Sabía que su madre era muy feliz con su vida, y quería que así siguiera.

Por lo que se obligó a que su cuerpo no se tensara ante la llegada de su padre y que su sonrisa no se borrara ante el miedo que lo recorrió por la mirada cevera que le dirigió.

-. Hola cariño.- su madre le dió un beso en la mejilla a su padre y sonrió con amor.

-. Hola querida, ¿Cómo estuvo tu día?

-. ¡Excelente!.- respondió entusiasmada mientras servía la comida -. Hice algunas compras y regué las flores del jardín. ¿Qué tal estuvo el tuyo cariño?

-. Algo cansado, pero las cosas en la empresa van muy bien al igual que en la estación policial central.- se sentó en la mesa -. Dentro de poco estará todo listo para que Itachi pueda asumir su nuevo cargo como jefe.

-. Eso es bueno, Itachi está muy entusiasmado con todo, aunque sigue un poco nervioso.

-. No he hablado con él aún, pero estoy seguro de que hará un buen trabajo.

Sasuke terminó de ayudar a su madre y se sentó en su lugar, viendo como sus padres hablaban tranquilamente.
Después de unos cuantos minutos más, Sasuke, logró relajarse por completo y se unió a la plática cuando su padre preguntó por sus clases.

Les contó sobre el examen que tuvo y lo que el maestro de administración le había dicho sobre su proyecto.

Ambos padres lo felicitaron.

-. Estoy muy orgulloso de tí, hijo.- Fugaku asintió con una sonrisa mientras veía a Sasuke.

Quien sonrió grandemente y sus ojos se iluminaron ante las palabras de su padre.

-. G-gracias, padre.- dijo tímidamente.

Los tres siguieron cenando y platicando amenamente.

Los tres siguieron cenando y platicando amenamente

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Roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora