Nadie sabía lo roto que estaba por dentro.
Ni siquiera las personas más cercanas a él sabían lo destrozado que estaba.
Ni las personas que decían amarlo lograron notar el dolor que llenaba su corazón.
Un dolor que debería ser amor.
Un dolor que siem...
Jueves, día de la semana que hacía a los jóvenes estudiantes emocionarse por la anticipación a la llegada del fin de semana.
Muchos hablaban con sus amigos sobre sus planes para mañana al finalizar las clases o de las salidas que harían el sábado por la noche; otros tantos se organizaban para realizar sus trabajos y tareas pendientes y el resto simplemente disfrutaba del pasar del descanso.
Sasuke se encontraba con Jūgo, ambos hablando tranquilamente después de haber avanzado más con su proyecto.
-. Me es gratificante descubrir que las opiniones de los demas hacia ti son erroneas.- la seriedad en su voz era algo que lo caracterizaba, al igual que el dialecto educado que siempre solía tener al dirigirse a los demás.
Sasuke inclinó un poco la cabeza, estaba un poco desconcertado por el cambio tan repentino de la conversación; hace tan solo unos segundos estaban hablando de los animales que más les causaban curiosidad, aunque debía admitir que eso también había salido a colación simultáneamente.
-. Aunque ya habíamos trabajado en conjunto, no habíamos tenido la oportunidad de conocernos más allá de lo referente a lo estudiantil.
-. Es verdad.- concordó Sasuke -. Yo realmente prefiero enfocarme a los estudios cuando tengo que hacer equipo para algún trabajo, no me gusta atrazarme o hacer que los demás se atrasen.
-. Lo he notado.- asintió y se recargó un poco en su banca -. Yo también prefiero terminar los pendientes de la escuela a socializar.
-. Aunque tú eres mucho mejor haciéndolo que yo.- sonrió tímidamente -. A las personas les gusta mucho tu personalidad tranquila y relajante.
Jūgo volteó a ver hacia la ventana, un muy imperceptible sonrojo posándose en sus mejillas, no estaba acostumbrado a resivir elogios.
Ambos se quedaron en silencio después de eso.
Sasuke se quedó pensando en lo dicho por Jūgo, se había sentido gratificante oírlo decir aquello y saber que una persona más de esa institución creía que era agradable.
Después de escuchar por todos los pasillos malos comentarios hacia su persona, le era realmente gratificante saber que una de ellas se había dado la oportunidad de descubrir por su cuenta si era verdad o no lo que se decía de él.
Aunque ahora que lo pensaba mejor, ya eran tres personas que se lo decían abiertamente.
Shikamaru y Neji, ambos le habían dicho que les agradaba su precencia.
Su corazón se sintió cálido por ello y sonrió, sin notar que la mirada contraria admiraba esa hermosa sonrisa.
Jūgo se quedó en blanco al ver el sutil sonrojó en la piel blanquecina de las mejillas contrarias junto a una gran sonrisa y unos ojos que brillaban con intensidad.
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Shikamaru esperaba emocionado a Sasuke, había esperado toda la jornada estudiantil para poder hablarle.
Desde el martes quería hacerlo, pero notó que Sasuke lo evitaba cada que intentaba acercarse, por lo que decidió darle su espacio; después de todo él también estaba apenado con su actuar.
Cada que se recordaba tomado de la mano contraria sentía sus mejillas arder y su corazón latir más acelerado de lo normal.
Esta vez decidió esperarlo solo, después del incidente del lunes no creía conveniente que Sasuke lo encontrara con Naruto y Sakura esperándolo.
Al verlo a lo lejos, sonrió y se separó de la pared donde estaba recargado.
-. Hola.- saludó cuando el contrario estuvo frente a él.
-. Hola.- le devolvió el saludo con algo de timidez.
-. ¿Cómo has estado?.- se acercó un poco pata poder tomar la mano contraria con delicadeza y comenzó a caminar, llevando consigo a Sasuke.
Quien bajó un poco la mirada con timidez y apresurados un poco su andar para estar a la par del contrario.
-. B-bien.- respondió nerviosos al notar las miradas curiosas que se posaban en ambos.
-. Escuché que el miércoles te lastimaste.- giró su rostro para verlo, notando en seguida la sinta que resaltaba en su nariz -. ¿Te duele mucho?.- preguntó con preocupación.
-. Ya no me duele tanto.- respondió con una pequeña sonrisa, logrando tranquilizar a Shikamaru -. Unos chicos iban jugando con un balón y por accidente me dieron en uno de sus lanzamientos.
-. Ya veo, es bueno que ya no te duela.- dijo al llegar a su carro.
Abrió la puerta y ayudó a Sasuke a entrar, para después él hacer lo mismo del lado que le correspondía.
El camino a su casa fue tranquilo, ambos escuchaban música y de vez en cuando hacían algún comentario sobre la escuela o cualquier cosa.
Cuando llegaron a la casa de Shikamaru, ambos se dirigieron a la sala de estudios directamente al no ver a su madre en la sala.
Se acomodaron y sacaron lo necesario para seguir con el proyecto. Ambos trabajaban tranquilamente, de vez en cuando mostraban sus avances y pedían la opinión del contrario.
Al cabo de una hora y media ya tenían terminada la parte atrasada del lunes y casi terminada la de ese día.
Shikamaru veía de reojo a Sasuke, desde el lunes le había querido preguntar sobre lo sucedido con Naruto y Sakura, pero decidió no hacerlo en ese momento porque no quería que volviera a darle un ataque de ansiedad o algo por el estilo. Además de que no había podido hablar con él desde ese día.
Aunque creía que no sería muy conveniente te traer el tema a colación en ese instante, por lo que decidió preguntarle en otro momento y seguir con la parte que le tocaba de su trabajo.
Sasuke, por su parte, ya estaba terminando.
-. Terminé mi parte.- dijo mientras le extendía las hojas al contrario.
-. Me ganaste.- respondió con una sutil sonrisa.
-. Ya casi es hora de que me vaya.- comenzó a guardar sus cosas -. Te dejaré las hojas para que las revises y mañana vemos que modificamos.
-. De acuerdo, a mi solo me falta un dato más para terminar.
-. En ese caso esperaré un poco más para poder llevarme tus hojas.
Shikamaru asintió y siguió escribiendo.
-. ¿Quieres que te lleve a tu casa?.- preguntó luego de unos minutos.
-. Descuida, puedo ir sólo, no quiero molestarte.
-. Para nada.- se levantó y le dió sus hojas -. No me molesta, además, podría aprovechar para pasar a comprar unas cosas que mamá me encargó para la cena.
-. En ese caso acepto el aventon.- sonrió tímidamente mientras guardaba las hojas.
-. Muy bien.- le regresó la sonrisa -. Vamos.
Ambos salieron de la sala de estudios, para después salir de la casa y subirse al carro.
-. Me vas indicando la dirección.- dijo mientras se abrochaba el cinturón.
Sasuke asintió y Shikamaru puso música antes de poner en marcha el carro.
