10

180 38 3
                                    

Sasuke llegó a su casa con los ánimos por los suelos.

Se había tardado demasiado en llagar debido al dolor en sus piernas, pero al menos estaba dentro del tiempo límite que su padre había establecido.

Ahora se arrepentía de haberse negado a tener un chófer personal.

Cundo entró a su habitación se sorprendió un poco de ver a su padre en ella.

-. Llegaste temprano.- Fugaku se acercó a su hijo -. Veo que el castigo rindió frutos.

Sasuke se estremeció al ver la sonrisa de su padre, nada bueno venía de ella.

-. P-pense que estarías en el trabajo.- susurró sin querer hacer algún movimiento que pusiera a su padre a la defensiva.

-. Terminé temprano, además, quería ver por mí mismo si había servido tu castigo o si tendría que darte uno nuevo.- alzó su mano y la colocó en la mejlla de Sasuke.

Este se estremeció por el tacto y no pudo evitar el temblor en su cuerpo ante el miedo que lo recorría.

-. Veo que también procuraste cuidar tu imagen.- jaló el cubrebocas hasta romperlo y llevó su pulgar a la herida en el labio inferior de su hijo.

Un brillo extraño resplandeció en los ojos de Fugaku y Sasuke se sintió incómodo por ello, ese brillo le causaba un sentimiento extraño en sus entrañas.

-. Sabes que todo esto lo hago por tu propio bien hijo.- paseó su dedo por los labios contrarios y apretó un poco en la herida, provocando que saliera un poco de sangre de ella -. No me gustaría verte fracasar en la vida, eso me decepcionaría mucho y tú no quieres eso ¿Verdad?

Sasuke negó lentamente, podía sentir sus ojos llenándose de lágrimas y no sabía si se debía al dolor o a la aceptación de que realmente no le importaba a nadie en la vida más que a su familia.

-. Entonces debes obedecer y no cometer ningún error, sabes que esa es la única forma de evitar que te castigue.- alejó su mano y la llevó a las mejillas contrarias, limpiando con suavidad el camino de lágrimas que comenzaban a formarse en ellas -. Ven aquí pequeño.- extendió sus brazos, invitándolo a abrazarlo.

Sasuke, desesperado por sentirse querido, se abalanzó hacia su padre y lo abrazó con fuerza, dejando que el llanto que había estado reprimiendo desde que fue a la casa de Shikamaru saliera libremente.

-. Tranquilo pequeño, papá está aquí.- susurró dejando suaves caricias en la espalda contraria.

Luego de unos minutos, al sentir que el llanto de Sasuke disminuyó un poco Fugaku lo cargó y se acercó a la cama, se sentó y acomodó a Sasuke en su regazo y comenzó a meserlo suavemente.
Sasuke se acurrucó en el cuello y en los brazos de su padre, dejándose envolver por el cálido sentimiento que le generaba y olvidando el miedo que sentía casi siempre al estar con su padre.

Sasuke se acurrucó en el cuello y en los brazos de su padre, dejándose envolver por el cálido sentimiento que le generaba y olvidando el miedo que sentía casi siempre al estar con su padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora