CAPITULO 1

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Desembarco del Rey 109 d.C

Era de noche, la princesa heredera había entrado en labor desde la tarde, un ejército de maestres y damas para ayudar al nacimiento del futuro heredero de la corona, fue entrada la noche cuando unos llantos de bebé se escucharon en toda la Fortaleza Roja, Rhaenyra cargo por primera vez a su primogénito, en ese mismo instante que sus ojos lo vieron supo en ese momento que daría lo que fuera por él, su pequeño hijo, su todo.

La alegría era ensordecedora, solo tenía ojos para su bebé, cualquier dolor que tenía desapareció solo era ella y su hijo.

-Es un niño Majestad. - dijo Maestre al Rey que iba entrando a la habitación de su hija para poder ver a su adorado nieto.

-Maravilloso, ¿Cómo se llamará mi nieto? - pregunto el Rey esperando poder ver a su nieto.

El Rey tenía ese anhelo en el corazón el poder conocer una extensión de su hija, y con ella recordar a su quería Aemma.

Rhaenyra miro a su padre y sonrió al ver la alegría del Rey por conocer a su pequeño niño.

-Jacaerys. - susurro Rhaenyra dándole un beso en la frente a su pequeño.

Rhaenyra no quería soltar a su hijo, tenía ese miedo incrustado de que lo alejaran de ella.

Teniendo a Jacaerys en brazos entendió el temor de perder a un hijo, el temor de no ser suficiente para tu hijo, miedo de no ser tan buena madre como lo era Aemma Arryn.

-Jacaerys. - repitió el nombre el Rey ahora en boca. -Es un gran nombre para un Rey. -sonrió alegre el Rey. - ¿Puedo cargarlo? - pregunto Viserys esperanzado.

Le hacía tanta ilusión el ver a su hija ser madre, y a él poder ver esa escena de tanto amor de una madre a un hijo.

-Claro que si padre. - dijo la princesa pasando a su hijo a brazos del Rey.

Rhaenyra sonrió al ver a su padre cargando a su pequeño niño, una lágrima traicionera salió de su ojo, el Rey sentía como su corazón se extendía al cargar a su nieto. Viserys intento acomodar la manta que cubría a su nieto muestras Rhaenyra soltaba una risa al ver cómo su padre se movía tan suave como podía para no hacer llorar al bebé que estaba en sus brazos, cuando en un movimiento la manta descubrió la cabeza de su nieto y se odia ver una pelusa de cabello color café oscuro.

Rhaenyra dejó de respirar y como pudo se paró de la cama intentando acercarse a su padre y poder quitarle a su hijo, pero el Rey solo abrazo a su nieto y miro a su hija.

-Es el ser humano más hermoso que he visto. - dijo con algunas lágrimas en sus ojos mirando a su hija. -Debes de limpiarte, yo me encargaré de este hermoso niño. - dijo el Rey caminando con su nieto en brazos.

Rhaenyra no sabía qué hacer, o que decir, por ello dejo que sus damas la ayudarán lo más rápido posible y poder alcanzar a su padre. Necesita hablar con él, y hablar con su esposo, Ser Leanor, el cual no estaba cercas de Desembarco del Rey, si no que en un puerto en las afueras pasando tiempo son su escudero.

Rhaenyra salió de su habitación tan rápido como podía, al salir se topó con su guardián jurado, Ser Harwin Strong, hijo de Lord Mano. Sus miradas se encontraron y sin decir nada Rhaenyra le confirmo lo que ellos temían desde que se enteró de su embarazo.

Rhaenyra siguió su camino.

-El Rey fue hacia la sala del trono, su Alteza. - dijo Ser Harwin señalando el camino.

Rhaenyra no dijo nada y solo camino, antes de llegar por completo a la entrada pudo escuchar a su padre hablar.

-Este será algún día tu asiento muchacho. - dijo el Rey.

DANZA DE DRAGONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora