Dragonstone principios del año 125 d.C
Los días en la isla eran los mejores, cada desayuno, comida y cena eran risas y conversaciones variadas, Helaena sonrió feliz, había dejado su actitud reservada, le encantaba estar con sus primas y pasar tiempo con sus cuñados y más con su futuro esposo.
Helaena cuidaba el jardín de Aegon el Conquistador, plantaba nuevas flores cuando llegó Jace.
-Te encontré. - dijo Jace para tomar asiento a su lado.
Helaena sonrió al verlo.
-No es tan difícil encontrarme. - comento ella con una risa suave.
-No, pero los lugares que frecuentas siempre están alejados uno de otro. - dijo Jace riendo.
-Eso sí, ¿El entrenamiento fue duro? - pregunto Helaena sin dejar de hacer sus cosas.
-Siempre, pero eso es bueno, cada vez soy más fuerte y mejor espadachín. - comento orgulloso.
-Lose, y cada vez muestras mejores avances en las clases, serás un gran Rey, tu corazón es bondadoso y valiente, hay un equilibrio de todo en ti. - dijo Helaena terminando de plantar.
Jace la había visto en todo momento, sus palabras llegaron a su corazón.
-No te merezco, ambos sabemos que soy un bastardo, mereces más. - dijo Jace bajando la cabeza.
-Eres lo mejor pudo pasarme, me salvaste Jace, eres una gran persona y serán un gran hombre y estoy feliz de que voy a estar a tu lado, siempre. - dijo Helaena acariciando su mejilla.
Jace la miro a los ojos y sonrió feliz, pero odio ver ese cambio en sus ojos, como sus ojos amatistas se hacían más intensos y perdidos.
-El águila corre peligro, el mal asecha, un cambio arriesgado en el juego, pero acertado. La sangre corre en el salón, la serpiente se mueve y gana terreno, el mata sangre escucha entre paredes. - dijo, su cara era sería, sus manos apretadas en puños.
Jace tomo su cara entre sus manos.
-Estoy aquí, soy yo, Jace. Vuelve a mí. - dijo Jace poniendo su frente con la de ella.
Para él era normal escucharla, pero sabía que lo que decía tenía sentido, ahora lo entendía, pero no le gustaba que Helaena pasará por ello, había veces que despertaba llorando y gritando, hablando de muerte y una danza de dragones. Había veces que lo que veía era tan doloroso que podía estar días en un limbo de pensamientos.
-El águila, sangre, serpiente, dragón contra dragón, traición, muerte. - susurro Helaena una y otra vez.
-Helaena. - la llamo, pero no había respuesta, su respiración aumentaba. -Helaena. - la volvió a llamar, pero no respondió. - ¡Helaena! - grito Jace preocupado.
Helaena regreso a ella y miro a Jace.
-Cada vez es peor. - dijo ella mirando a su prometido con preocupación.
-Lose, pero estamos juntos, le daremos significado a tus palabras. - dijo él pasando sus manos por sus mejillas. - ¿Quieres volar? Madre está ocupada con los preparativos de la boda. - dijo Jace sonriendo y cambiando de tema, quería que la mente de ella se despejará.
-Sí, eso me gustaría. - respondió ella con alegría.
Jace y Helaena se pusieron sus trajes para montar, en el caso de Helaena había dejado todo el color verde en el pasado, ahora sus colores eran en rojo y negro, aunque también había morado y azul como la casa Velaryon.
Jace camino de la mano hasta llegar a la cueva de sus dragones, ahí los cuidadores esperaban ya con Vermax y Dreamfyre afuera, estos al ver sus jinetes se acercaron a ellos.
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DANZA DE DRAGONES
De TodoUna historia donde se buscara salvar la casa Targaryen. Lo único que podría derrumbar a la Casa del Dragón era la casa misma. Amores que te haran sangrar. Verdes contra negros. Negros contra verdes. Dragón contra dragón. La sangre sera derramada y...