Desembarco del Rey
El sol brillaba en Desembarco del Rey, Aemond caminaba hasta llegar al patio de entrenamiento, Ser Cole estaba firme a la espera del Príncipe.
Ser Cole vio a Aemond caminar directamente hacia él, como siempre iba hacer una reverencia, pero el puño de Aemond cayó directo en su cara, lo tiró al suelo y lo golpeó hasta que algunas capas blancas lo detuvieron.
-¡Suélteme! - ordenó Aemond con furia en sus ojos, los capas blancas lo soltaron. - ¿Dónde están los hijos de Helaena? - preguntó con enojo.
Ser Criston fue parado con ayuda de sus compañeros de la guardia real.
-No lose. - apenas pudo hablar, pero fue sincero, Aemond lo miró con enojo.
-Reúne al consejo, los veré después del desayuno. - ordenó el príncipe acomodando su ropa.
Ser Cole asintió como pudo, aún confundido por la actitud del Príncipe.
Aemond camino de nuevo a su torre y fue a la habitación que se le otorgó a Rhaena y al niño.
Entro sin tocar, miro a Rhaena que estaba sentada en una silla mirando jugar a Joffrey con el dragón que tenía en mano desde que salieron de Dragonstone.
-¿Aún no comen? - preguntó él mirando la comida que mando especialmente para ellos.
Rhaena lo miró con sorpresa, no lo había escuchado entrar, estaba tan metida en sus pensamientos que no lo noto, Joffrey lo miró con miedo y corrió hasta su hermana tomando la mano de ella.
-Estamos bien. - dijo ella desviando la mirada.
Joffrey miró la comida con anhelo y eso no pasó desapercibido por Aemond.
Se acercó a la comida y tomó un pastelillo, camino hasta ellos y le tendió el pastelillo al niño.
Joffrey miró con ilusión el postre que le ofreció su tío.
Rhaena sintió la cercanía y al ver a su hermano tomar el pastelillo abrió los ojos con preocupación, tan rápido como pudo le dio un manotazo al pastelillo haciendo que Aemond lo soltara.
-No comas nada. - advirtió ella a su hermano tomándolo de los hombros para verlo a los ojos.
-Tengo hambre. - lloró Joffrey bajando la cabeza.
Aemond miró confundido a Rhaena.
-Puede tener veneno. - dijo ella limpiando las mejillas de su hermano quitando las lágrimas.
Aemond no había pensado en eso, pero si su abuelo lo quería controlar entonces ella debería vivir para que la utilizarán, pero el niño era otro tema.
-No lo están. - confirmó él.
Rhaena abrazó a su hermano y miró a su primo.
-No confío en ti. - dijo ella con seriedad.
Aemond sintió que sus palabras lo atravesaban.
-Probare todo para confirmar que no está envenenado y puedan comer sin temor. - aseguró él.
Joffrey y Rhaena lo observaron comer de todo un poco, tomar del agua y jugo.
Al ver qué Aemond no le pasó nada, Joffrey jalo la mano de su hermana para poder ir a la comida.
-¿Puedo? - pregunto el menor a su hermana con ilusión.
Rhaena sonrió feliz y asintió.
Joffrey se sentó y empezó a comer. Rhaena lo vio comer y sonrió al verlo.
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DANZA DE DRAGONES
RandomUna historia donde se buscara salvar la casa Targaryen. Lo único que podría derrumbar a la Casa del Dragón era la casa misma. Amores que te haran sangrar. Verdes contra negros. Negros contra verdes. Dragón contra dragón. La sangre sera derramada y...