CAPITULO 11

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Desembarco del Rey 121 d.C

Paso el tiempo, Aemond y Rhaena pasaban caía todo el día juntos, su madre la Reina no estaba al pendiente de ello, su enfoque era que Aegon fuera preparado para ser Rey al igual que Otto Hightower dividía su día entre el Reino y su nieto.

Aegon pasaba sus días entre clases y entrenamientos, comer con su prima y hermano, leerle al Rey y añorar en cada momento a su Lady Aemma.

Aemond cada vez era más independiente, pero le gustaba que Rhaena siempre lo ayudará que siempre estuviera ahí para él.

Cuando fue el día catorce del nombre de Aemond se hizo una celebración de tres días, con cacería y justas, para ello solo fueron Daemon y Rhaenyra a la celebración, días que no pudo acercarse a Rhaena.

En la corte se murmuraba sobre el matrimonio de Daemon y Rhaenyra, ambos se mostraban felices y Rhaenyra mostraba un vientre abultado, pronto tendría en brazos a su hijo.

El Rey aún tenía un remordimiento por su hermano al casarse con su hija, pero al ver la sonrisa de ella todo rastro de amargura se fue.

Rhaenyra le dio de regalo a Aemond un traje para montar.

-Espero que sea de tu agrado hermano. - dijo Rhaenyra con emoción esperando que su hermano lo aceptará.

-Gracias, aún no tengo un traje, no he podido montar en Vhagar, pero es bueno tener un traje a la mano. - comento Aemond mirando el traje con emoción.

-Me alegra que te guste, me gustaría poder volar contigo un día, por el momento no por mi embarazo, pero espero que ese día llegue pronto. - dijo Rhaenyra tomando su mano para darle un apretón con cariño.

Aemond no sabía qué hacer, solo sonrió y quitó su mano rápido al ver qué su madre se acercaba.

Rhaenyra entendió y se despidió.

Daemon no soltó a su hija por ningún motivo, Rhaenyra busco la forma de ver a su hermano Aegon.

-Me dijeron que te vería aquí. - dijo Rhaenyra camino por el jardín de la difunta Reina Aemma.

-Solo en este lugar fui feliz, solo aquí puedo encontrar paz, solo aquí no hay serpientes. - dijo Aegon en Valyrio mirando a su hermana con una sonrisa real, una de completa felicidad.

Rhaenyra abrió los brazos y Aegon se lanzó a ella.

-Te extrañe, te extraño cada día hermano. - dijo Rhaenyra con lágrimas.

-Yo también, me hacía falta verte. - dijo Aegon pasando sus manos por la cara de su hermana limpiando las lágrimas. - No le hace bien al bebé que llores. - comento Aegon con una sonrisa.

-No puedo evitarlo. - dijo ella llorando más.

La abrazo de nuevo y susurro.

-Me preparan para ser Rey, me matan con sus clases y entrenamientos día a día de mañana a noche. - dijo Aegon en Valyrio. - Debes estar preparada, buscan que padre cambie de opinión. - dijo en susurros en Valyrio.

-Él no cambiará de opinión. - dijo segura Rhaenyra en Valyrio.

-Jamás te traicionare, me hincare ante ti y jurare mi lealtad hacia ti. - dijo Aegon mirando los ojos de su hermana.

-Sé que no me traicionarías, confío en ti. Déjalos creer que tiene poder, estaré lista todos lo estaremos. - dijo Rhaenyra en Valyrio. - Pero tú debes ser fuerte, veo como tú luz se apaga hermano, y eso me duele. - dijo Rhaenyra acariciando la mejilla de su hermano.

DANZA DE DRAGONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora