CAPITULO 44

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HARRENHAL

Helaena se levantó con la respiración acelerada, miro a su lado izquierdo y vio a su esposo dormir plácidamente, con su mano quitó rastros de sudor que corría por su frente y cuello, se levantó y cerró los ojos calmando su cuerpo que lo sentía tenso.

Se puso una bata y se sentó cercas de la chimenea, sintió el aire soplar por todo el castillo, pero un tirón dentro de ella la hizo salir de la habitación y recorrer los pasillos del gran castillo.

Llevaba tiempo caminado y no se encontró con ningún guardia o sirviente, estaba a punto de regresar a su habitación, pero unas risas infantiles distorsionadas hicieron que ella regresará su atención al camino que seguía.

Camino hasta que las risas fueron más claras y su corazón latió tan rápidamente, ella conocía esas risas, obligó a su cuerpo a actuar y corrió siguiendo las risas, pero un grito cambio las risas por llantos, Helaena sintió su sangre congelarse y corrió tan rápido como podía.

-No. - susurro sin darse cuenta que de sus ojos lágrimas caían. -Por favor. - pidió ella aun corriendo hasta que encontró una puerta tan grande de madera.

Abrió las puertas con toda su fuerza al escuchar como el llanto se volvía más claro y fuerte.

Al abrir la puerta de encontró con un gran salón, la mitad del salón tenía el techo desecho, miro un trono de piedra hasta el fondo del gran salón donde estaban sus dos pequeños jugando con sus dragones de madera.

Helaena contuvo la respiración al ver a su pequeña Jaehera y su pequeño Jaehearys jugando entre risas.

-Mis niños. - susurro con alegría.

-Mamá. - ambos niños la llamaron alzando sus manos llamándola para que los alzará.

Helaena camino a paso rápido para llegar a sus hijos, pero el camino era tan largo, no quitó la mirada de sus hijos hasta que vio una sombra salir de la oscuridad, sintió su cuerpo tensarse cuando vio la forma de caminar de la sombra, ella detuvo sus pasos hasta que vio como la sombra se quitaba el gorro de la capa que lo cubría.

Larys Strong miro a los niños que miraban con emoción a su madre para luego ver a Helaena, saco de su capa un cuchillo mostrando el artefacto a ella. Helaena sintió el miedo en todo su esplendor y corrió para poder llegar a sus hijos.

-¡No, por favor! – grito ella buscando piedad en él.

Larys sonrió con burla, dio cinco pasos llegando primero a la pequeña Jaehera, Helaena negó con sus lágrimas cayendo de sus ojos hasta que cayó al suelo tropezándose con una roca lastimando sus rodillas y manos en el camino.

Pudo ver con claridad como su niña se removió de los brazos de Larys y con una sonrisa en su rostro paso el cuchillo por la garganta de su hija.

-¡No! - grito con fuerza y dolor, apenas se pudo levantar Larys ya tenía a Jaehearys listo para pasar el filo del cuchillo por su garganta.

-Mamá... - la llamo el pequeño bebé para luego ver cómo Larys cortaba a su niño.

Helaena se detuvo en su lugar, lloraba con dolor y tristeza, cerró los ojos y sus manos se aferraron a su cabeza negando a ver más esa imagen, pero ya era tarde, la imagen estaba grabada en se cabeza.

Abrió los ojos y solo vio los cuerpos de sus hijos, Larys ya no estaba, camino a paso lento llorando, cuando llegó a los cuerpos de sus hijos los tomo y acomodo, sus manos temblaban.

-Mis niños. - lloraba ella acariciando las pequeñas caritas de sus bebés, negó al ver tal imagen no creyendo que había perdido a sus hijos.

Helaena grito y maldijo a todo aquel que traición a su hermana y esposo, ella no podía apartar la mirada de sus niños y como la sangre se esparcía por el suelo.

DANZA DE DRAGONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora