11.

43 8 2
                                    

Los gritos y risas inundaron la casa de la nada, al principio Oliver se asustó y alertó al mayordomo, Anais la niñera, corrió junto a ellos para llegar a la segunda planta en el ala sur.

—¡qué! ¿Qué sucede?

Oliver sudaba frío pero en cuanto atravesó el umbral de la puerta vio solo un bulto debajo de la manta y escucho las risas. Risas qué hace mucho no se odian en casa. El alfa camino decidido hasta la cama y jalo la manta.

—¿qué estan haciendo ustedes? —preguntó altivo viendo al omega con los dos niños entre sus brazos.

Keith apenas recuperó la respiración y dejo de reírse con tanta energía.

—cuando desperte había dos conejos mordisqueandome.

—¡no somos conejos! —dijo entre risas la niña. —¡el tutor es un gato salvaje!

—iris, kirian, comportense.

Los niños dejaron de reírse e intentaron apartarse del tutor pero el los apretó con más fuerza y les acarició la barriga haciendo que no resistieran las cosquillas.

—los niños son niños, reírse aumenta su calidad de vida igual que en los adultos.

—ellos tienen que tener buenos modales.

—aun no firmó un contrato, no me hagas retractarme tan pronto. Las risas no arruinan sus modales.

El mayordomo y la niñera que observaban desde la puerta, ocultando sus risas y callando su voz, se vieron serios de un momento a otro. Esperando con cautela la reacción del duque.

—perdón, no quise decirlo de esa forma. —entre los empleados se vieron. —iris y kirian son los niños, pueden presentarse y luego le mostraremos la casa.

Como dos pequeños muy educados, se bajaron de la cama y se presentaron.

—podemos mostrarte la casa, conocemos todos los rincones y cada secreto.

—deben hablarle con respeto, su nombre es Keith bennet. Será su tutor de ahora en adelante, sean obedientes.

—¿no será tu novio? —preguntó la niña con curiosidad.

—no, soy su tutor, y soy terriblemente estricto.—corrigió Keith. —pero solo en horario de clases, esta bien que se relajen conmigo fuera del horario, pueden confiar en mi cuando lo necesiten.

Ambos niños sintieron y vieron a Oliver con una expresión preocupada esperando casi que los corrija.

—hagan caso al tutor, los guiará para que sean buenos.

Una sonrisa extraña se dibujo en el rostro de Keith cuando dijo esto, el corazón del tutor palpito de manera estruendosa haciendo que se enoje.

—pueden mostrarle la mansión. —le dijo al mayordomo—llevalo a hacer un recorrido junto a los niños.

Oliver se dio la vuelta para mirar a Keith de nuevo, el chico ya estaba con los pies en el suelo acomodando sus zapatos.

Estiró la mano y toco su barbilla con el dedo índice y el pulgar.

—este será tu cuarto, puedes hacer uso de todo, en la cocina, la sala, la habitación, siéntete cómodo.

Esta sugerencia fue extraña, sigue siendo un empleado, apartó el rostro cerrando los ojos,low niños notaron qué eso fue un poco extraño viniendo de su hermano.

—sigo siendo un empleado del duque, no soy el dueño de casa.

La niñera y el mayordomo seguían esperando en silencio.

—eso es porque no quieres—el duque se alzó de hombros y se retiro sin más.

La barbilla del tutor tembló como si tuviera mucho por lo que discutir pero la expresión de los dos adultos no era muy distinta a la propia, los únicos que parecían no comprender, fueron los niños.

.
.
.

" esta es la sala principal... - habían dos o tres salas más - este es el ala norte, las habitaciones están aquí, los demás están en el ala sur-donde dormiría él - comedor, comedor, salón apra nuestras clases, sala de música, hay un piano y otros instrumentos, salón de baile y banquete, más habitaciones, cocina, cocina, bodega, bodega, escondite escondite, las oficinas del duque, jardín de rosas, jardín del té, invernadero, salón de baile, salón de... "

La mansión era enorme, había tantos lugares que era imposible recordar todo en un día, aparte de que parecía un laberinto. La construcción era antigua, se notaba pero era tan lujoso que entendía porque esa actitud altiva de los nobles. Aunque el conocía el palacio de la familia de otis, era completamente diferente, el palacio del rey era prácticamente nuevo, el del antiguo rey quedaba retirado de prima y vivían casi en el campo.

Después de un día casi completo de conocerse, Oliver llamó a Keith a su oficina, el mayordomo le entregó el contrato, los niños estaban abrazados a sus piernas como si fueran sus pequeños hijos en solo un día de conocerlos.

El mayordomo comprendió algo más ese día, el tutor realmente tenía algo que le fascina a los niños y eso era innegable.

—¿te vas a quedar verdad? —preguntó el niño.

—claro que se va a quedar, ¿te vas a quedar?—respondió iris pero también hizo un puchero.

—iris, kirian, dejen que hable con el tutor.

El mayordomo saco a los dos niños de la oficina, cerró con cuidado la puerta y dejo a los dos solos.

—¿qué opinas?

—¿opinar de qué? Pensé que querías que firmará el contrato, vine para revisarlo.

El rostro de Oliver se iluminó igual que el de los niños, tomó la carpeta a su costado y camino hasta Keith, el tutor se sentó en el sofá de la oficina y el alfa lo siguió.

—hicimos los cambios que querías, tu horario no está incluido porque eso lo decidirás tu, el contenido puedes decidirlo pero me gustaría llevar un registro de los resultados esperados.

—puedo darte un informe de resultados cada dos semanas, normalmente lo haria mensualmente pero hasta que ellos alcancen el nivel de su edad, usaremos este método, yo creo que son niños listos, en dos meses puedo lograr los objetivos básicos.

—¿en serio te vas a quedar? —preguntó el duque.

Keith levantó la mirada del contrato y se encontró frente a frente con el alfa.

Sus ojos bajaron a sus labios y dio un vistazo a su cuello y clavícula, tan grande y diferente a él que estaba un poco inclinado para hablarle.

—el duque debe aprender sobre espacio personal.

—¿solo yo? Los niños estaban sobre ti apenas conocerte.

—¿va a reclamar derecho de antigüedad?

Oliver paso saliva, sus pestañas se batieron lentamente.

—¿quiere estar sobre mi porque me conoce más tiempo?

—¿por qué lo haces? —preguntó —coqueteas mientras dices algo sarcástico, se bien que no tienes otros pensamientos conmigo.




El omega del duque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora