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Había pasado un mes desde que Keith llego a la mansion, después del incidente en la bodega noto cambios radicales en el lugar. Había cambios en el personal y aumentaron los guardias de seguridad. Casi se cae hace una semana mientras jugaba en su tiempo libre con los mellizos y tres guardias llegaron para sostenerlo.

Oliver aparecía en los momentos más inesperados y lo perseguía como un cachorro, no quería cenar con la familia pero la familia lo seguía a donde él quisiera comer. Ahora el duque estaba en la cocina junto a los mellizos comiendo con el mayordomo y él, esto era desconcertante e incómodo.

—pueden lavar sus dientes, manos y rostro mientras yo termino, luego iré a leerles un cuento.

Los mellizos se movieron de su lugar con ayuda del mayordomo.

—tú no, quedate aquí. —Oliver detuvo su movimiento. —vayan niños, espérenme.

El mayordomo y la niñera se marcharon, los dejaron solos en la cocina y Keith corrió su plato sin terminar, afirmó su codo en la mesa y le hablo con más confianza.

—¿qué haces? Porque están comiendo en la cocina de nuevo, sabes que esta mal verdad, cuando llegue hablabas sobre la formas correctas de comportarse

Oliver mastico su carne y trago, bebió un sorbo de vino y lo miró.

—Es la única forma ya que no aceptas comer conmigo en la mesa.

—soy un empleado aquí, debes saber que no puedes comer con tus empleados.

—si te casas conmigo eso no sería un problema.

—eso no va a pasar.

—eso dices ahora.

Keith apretó sus puños y los golpeó contra la mesa. Tomo su plato suspirando con la necesidad de calmar sus nervios. No puede ganar contra Oliver cuando se pone así.

—te lo dejaré claro ahora, no necesito una pareja y no tengo intención de tener pareja.

Por fin el alfa dejó de comer.

—¿por qué?

—porque no quiero.

—¿Es porque soy yo quien te corteja?

—¿Crees que mi problema eres tu? No seas egocéntrico Oliver. Me retiro.

—no hemos terminado de hablar.

—terminamos.

Oliver se contuvo, no quiere hacer nada que pueda molestar a Keith. El tutor trató de mantenerse en calma.

—¿de donde viene?

—¿qué? —Oliver pregunto, suspiro viendo lo que había frente a él, no se atrevió a preguntar si era lo que pensaba.

—¿de donde sale este repentino interés por mi? Pasaron siete años donde ninguno de nosotros tuvo el más mínimo contacto, entendí perfectamente que quisieras que fuera el tutor de los mellizos porque habían atentado contra ustedes y quizás tenías alguna idea maliciosa en mi contra.

—¿una idea maliciosa? Si, puede que la tenga.

—¿ves?—Oliver lo miró —¿qué? ¿Qué pasa? Esas miraditas no me gustan nada.

—me sorprende que sobrevivieras en un mundo tan malo siendo tan inocente. Aunque claramente es completamente de mi agrado.

—no te entiendo para nada en verdad, de la nada quieres que crea que tienes algún interés bueno en mi y saltas como si nada para acercarte..

—mis intenciones no son del tipo de maliciosa que crees y tampoco son tan buenas, te lo dije hace días atrás, quiero estar contigo y poder mimarte.

—¿eres idiota? Me iré, ve a descansar, lo necesitas.

—¿vas a ir a leerme un cuento también?

—podría ir a leer sobre el trabajo del duque, al parecer pasas más tiempo aquí que en el trabajo.

—también puedes cambiarte a mi cuarto, de esa forma te cercioras que trabaje en casa y vaya al trabajo cada mañana.

—ni siquiera sales a trabajar cada mañana. Sé que pasas trabajando en casa.

—me agrada que estés tan pendiente de mi.

—los mellizos se quejan de que aunque trabajes en casa apenas se ven desde que tus padres fallecieron.

Keith jugo con sus manos, esta vez al parecer se retracto de sus palabras.

—¿tu estas bien con eso? —dejo que Oliver tocará su mejilla nuevamente, es un don único eso de teletransportarse con movimientos rápidos aunque Keith esta seguro que es un tema de tamaños, no necesitas moverte tanto cuando eres tan grande.

—si digo que no, ¿me vas a consolar?

Keith movió la cabeza y negó en voz baja.

—deja de jugar, no caeré con eso...

Al ver que no hablaba en serio Keith solo dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta.

—estoy hablando en serio, independiente de lo que creas de mi, siempre sentí lo mismo por ti.

—eso es aun más difícil de creer que si me dijeras que de la nada te sientes atraído por mi.

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—necesito que lean solo los dos primeros capítulos y hagan un análisis. —Keith pensó un instante sobre ello. —un análisis en este caso sería un pequeño resumen, deben identificar algunos datos del autor, qué quiso contar, será algo muy superficial, no intenten hace algo demasiado profundo, solo quiero que identifiquen algunos aspectos básicos.

El salón quedo en absoluto silencio mientras los niños leian, la realidad es que habían avanzado mucho más de lo esperado, Keith imagino que les tomaría seis meses aproximadamente tener el nivel escolar de los otros niños, hasta donde él tenía entendido, faltaron durante un año y medio al colegio despues del atentado porque era riesgoso por las amenazas.

Su mente se fue de retazo en retazo con los pensamientos, saltando de un momento a otro, si al final del día los análisis tenía que hacerlos él, no quedaba más opción que tomarse más en serio el tema.

Se movió del escritorio a la ventana y espero que los niños le pidieran ayuda pero al final, obedientes, solo leyeron en silencio, siguiendo paso a paso lo que les había enseñado la clase anterior.

"Oliver no ha cambiado nada, siempre es tan complaciente que puede llegar a molestar..."

Vio a la ventana esperando que los mellizos terminen.

La silueta de Oliver es grande incluso desde el segundo piso. Además de intimidante no conoce nada más del alfa en la actualidades. Solo que es increíblemente seguro de si mismo y suele torcer sus propias palabras.

"esa bonita cara es tan engañosa"

Oliver volteo instintivamente mirando hacia la ventana, sonrió de medio lado y bajo la cabeza con un aire de autosuficiencia. Cuando la levanto nuevamente, la cortina estaba cerrada.

—¿viste algo que te desgusto?

—si, kirian, iris, nunca sean como su hermano.

—esta bien...—kirian vio a su hermana —pero yo quiero ser como él, porque te gusta y yo quiero gustarte.

—no te dejes engañar, me gustas más tu que tu hermano. Las personas deben ser honestas siempre.

—¿mi hermano te mintió? —iris preguntó.

—no es así, sean obedientes y hagan caso a lo que les diga, pero sean honestos con ustedes mismos.




El omega del duque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora