Recostado de costado pudo ver mejor al tutor, su perfil y su rostro rojo, lo tenía fuertemente agarrado por la cintura aunque el intentaba cubrirse de la mejor manera posible. Dejaron de hablar porque Keith parecía sumergido en sus pensamientos después de esa declaración que para Oliver, no contaba como una declaración de amor para nada.
Tenía mucho más que decir pero se limitó a observarlo. Ya la situación en la que estaban era como un sueño para él y estaba lleno de emoción pero debía contenerse. Quería abrazarlo esa mañana, besarlo y estar con él nuevamente pero estaba el otro lado de historia, donde Keith despertaba, le gritaba y luego fingía qué nada pasó. Esta realidad era diferente, no imagino tener que estar abriendose tanto, algun día lo iba a hacer pero no esperaba esa mañana.
—¿Quieres que sigamos juntos? —el duque acercó su rostro al tutor y beso su hombro. —quiero estar contigo, coquetear y consentirte, que camines por mi casa libremente, que comas en la mesa con nosotros y que dejes de autoproclamarte mi empleado, aunque por supuesto quiero sigas siendo tutor de los mellizos, ellos odian a todo el mundo pero a ti te aman.
—no puedo. Deja de proyectarte conmigo porque ahora eres una persona que necesitará mantener su línea familiar... Yo no puedo tener hijos, soy beta.
—¿estabas tan ebrio anoche? Te lo dije incontables veces. —el duque jalo nuevamente de Keith, quedaron frente a frente sobre sus costados y acarició descaradamente su trasero.
Beso su cuello incluso contra la poca resistencia que él puso. Masajeo la curva de su espalda besando su cuello hasta que Keith dejó de oponerse y jadeo. Las feromonas que lo envuelven de manera exquisita llenaron el lugar igual que la noche anterior y las dos se mezclaron perfectamente.
—los betas no se mojan así... —acarició su entrada liberando una gran cantidad de feromonas, Keith pegó su vientre al de Oliver.
Quería seguir tocado e introdujo su dedo con cuidado, las manos del tutor se ataron a su cuello y oculto el rostro contra la almohada...
—me gusta mucho... Él aroma de Oliver, quiero sentirlo más.
—mis feromonas son todas tuyas, las liberare tanto como quieras.
...
Cuando Keith abrió sus ojos nuevamente, la escena era tan familiar como lo fue hace unas horas. Solo que ahora estaba recostado sobre el alfa.
Su trasero dolía demasiado y u cuerpo estaba pegajoso y sudoroso, no habían comido nada y ya estaba atardeciendo.
Eran casi las 15 hrs. La última vez que despertó y el sol estaba en lo más alto.
—la reunión.
—aun tenemos tiempo, la reunión es a las nueve.
—no hemos comido nada. —susurro contra su piel.
Estaba incómodo porque no acostumbraba a estas situaciones, no había pasado la noche con otro hombre, lo repetía en su mente para saber porque estaba siendo tan tímido.
—pedí comida a la habitación.
Keith empuño sus manos sobre su pecho, su cuerpo no estaba en la mejor condición aparte del sudor por el calor corporal del alfa, pero sus piernas no estaba pegajosas.
—¿puedo hablar sobre algo contigo? No quiero que te molestes o sientas incómodo... Solo que siento que eso haría que te sientas mejor.
Keith lo miró un instante preguntándose sobre que podía querer hablar.
Asintió suavemente, el duque lo analizó con expresión dulce.
—¿Quieres ver un médico? Dices que eres beta pero te dije que no lo eres, más bien reprime tu lado omega, quisiera que te sientas bien... Si dices que no, para mi no es un problema tener hijos o no, kirian e iris pueden tomar mi lugar en cualquier momento y sus familias seguir la línea familiar.
—has pensado tan a futuro... Apenas estamos hablando sobre estar en...
—Lo quiero todo, iniciar es el comienzo de una relación pero me quiero casar contigo y si quieres adoptar hijos en el futuro también lo voy a querer, si quieres iniciar un tratamiento, también lo voy a querer, solo que no me alejes más.
Lo dijo con tanta seriedad que a Keith no le salieron más palabras.
—el tratamiento... ¿De qué se trata?
Abrazo con fuerza al hombre sobre él. Por un momento pensó que ya no habría nada que se pueda interponer entre ellos.
Si se trata de luchar contra algo, Oliver sabe que puede ganar porque siempre lleva la delantera, solo con Keith se siente más vulnerable.
.
.
.—este lugar es lindo, el abuelo siempre viene aquí.
—deberíamos ir a visitar a tu abuelo, faltaste a su cumpleaños y se veía muy triste... —Oliver noto desde que estuvieron en la ducha, que el sonrojo del rostro de Keith no había desaparecido desde la noche anterior.
Acarició su mejilla y justo una mujer se acercó para indicarles donde estaba su mesa.
El teléfono de Keith soltó dos pitido suaves de la melodia qué tenía de tono, miró la pantalla y vio en todas las direcciones hasta que desde la cintura, antes de entrar a la zona de las mesas, alguien lo tomó y giro en el aire.—tan liviano y elegante como siempre. —su rostro se puso tenso sintiendo que se mareo y fue dado vuelta sin dificultad.
Aquel traje azul, la capa y las medallas qué adornaban la solapa.
—pequeño gatito, que haces aquí tan tarde, pensé que no estabas en la ciudad. —Oliver golpeo con su palma el hombro del alfa.
—bajame, ariel, dejame abajo... —se lo quitaron.
La gente los comenzo a mirar, no cabía duda que algo se suscitaba ahí. El duque tomó la cintura de su pareja con cuidado, la mirada cargada de odio que le dio al militar lo dejo boquiabierto. Cuando los pies de Keith tocaron el suelo, lo reviso rápidamente, su corazón parecía que iba a salir de su pecho, ver a otro alfa tocar a Oliver de esa forma solo sucedió con otis pero jamás sintió tal amenaza de otis, quizás porque en ese momento no había ocurrido nada entre ellos.
—¿Estás bien? —miró de reojo a ariel.
Frotó su nariz con amor y demostrando que la relación con él es más íntima.
—estoy bien, solo me sentí un poco mareado. —giró molesto sobre sus pies y vio al general que elevaba sus manos en son de paz. —nunca sabes contenerte, estamos en público.
—eso quiere decir que esta bien ser íntimos y juguetones en privado. —acercó su mano a la mejilla qué antes el duque acuno con afecto. Oliver la apartó de un manotazo bastante fuerte, el sonido rompió el ambiente y por un segundos ni los tenedores o cristales de las mesas sonaron.
—debería saludar primero y no tocar a las parejas de otros con tanta libertad.
Keith acarició el pecho de Oliver.
—tranquilo, el solo esta jugando.
—un placer verlo duque, Ariel astaur, ya nos conocimos durante sus años en la milicia.
Estiró su mano con orgullo y superioridad, aunque sabe que no está el rango, en sus estándares, eso no importa.
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El omega del duque
Romance¿No te parece triste tener que olvidar a alguien que alguna vez significó todo para ti? El olvido, es como la muerte para nosotros los vivos, vivimos con algo en la mente pero no podemos llegar a eso que tanto pensamos. ¿No es injusto? Que algunos...