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Luca subió un par de maletas pequeñas y demasiados bolsos a la parte trasera del auto. El mayordomo no dejaba de sacar cosas, aunque en verdad no le molestaba, estaba un poco impresionado.

—padre...

—no soy tu padre.

—deja de pelear con tu nuevo hijo.

—soy muy joven para tener un hijo de su edad.

—a mi si puedes decirme padre.—rain se apuntó con el índice el pecho, sonrió hacia Oliver. —sabes que esta bromeando, esta muy emocionado.

El duque no supo que hacer porque si bien bromeó, ya estaba nervioso otra vez.

—gracias por invitar a iris y kirian a su casa... Si causan problemas...

—sabremos manejarlo—dijo luca. —no debes preocuparte demasiado, ahora solo deberían pasar tiempo juntos, debes tener trabajo acumulado...

—sun tiene mucho estudio sobre todo así que aligera mi trabajo, ahora solo quiero pasar tiempo con Keith.

—me agrada eso —rain abrazo la cintura de luca y metió su cabeza por debajo de su brazo haciendo que este suelte una carcajada. —dale amor... Pero suave, que no se te pase la mano o el...

Lucas cubrió su boca.

—Lo siento, él vivió muchos años en Europa y las costumbres...

—no es cierto, bueno, si pero digo la verdad sobre ser suave. Come bien, enseñale a manejar mejor sus feromonas de esa forma te ayudará con las náuseas.

Oliver sonrió aliviado pero la verdad no estaba para nada aliviado. Desde que habían vuelto del hospital, parecía haber liberado algo dentro de Keith.

Despidió a los demás una vez que los mellizos salieron de la casa, todos sus empleados también despidieron a la familia de Keith, por suerte, una hora de viaje no es lejos, relativamente. Y el abuelo de Keith estaba a 2 horas como máximo.

Otis había avisado que en cuanto se liberará del examen de admisión que "yul" el tío de Keith tenía que rendir, persona que Oliver aun no conoció. Otis vendría con el a pasar unos días a la mansion de Oliver.

El alfa entró haciendo ruido en la grava, sus empleados venían caminando detrás con una sonrisa poco disimulada y en cuanto el alfa entró en la sala, ahogaron las risas.

Keith libero una gran cantidad de feromonas dulces, agradables y envolventes. Automáticamente el rostro de Oliver se prendió en rojo.

—¿qué haces ahí amor?

—no quiero estar acostado, me golpee la cabeza —toco suavemente su frente. —no quiero estar solo ahí...

—¿ni siquiera conmigo? —Oliver llevo la mano a su boca y miró a sus empleados que llegaron a chocar entre ellas cuando se dispersaron.
Aguardo un segundo, luego, simplemente fue al sofá.

—vamos a darnos un baño... —lo abrazó por la cintura y Keith agarro su cuello, sin esfuerzo, Oliver lo levanto y así como estaban, lo llevo a la habitación.

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El agua escurrió por la tina y el chapoteo se oyó por toda la habitación, sus piernas flexionadas le daban el impulso necesario para sostener su cuerpo aunque la mano en su cadera lo retenida debajo del agua que cubría hasta la cintura.

—no puedes...

—si, si puedo... Olí... —jadeo y frotó su nariz en el cuello del alfa. Oliver se apartó para mirarlo, el ambiente dentro del baño contenía las feromonas de ambos, acarició su rostro, Keith beso su pulgar y frotó su mejilla en la palma. —¿por qué no? Esta duro ahí abajo...

—Es imposible que no lo esté pero acabas de salir del hospital...

Keith se frotó contra su erección y el alfa rechino los dientes aguantando.

—tú cuerpo... —Keith lo beso y de un solo movimiento lo hizo entrar hasta la mitad, soltó su boca para tomar aire, la presión fue mucha y dejo caer la cabeza doblando el cuello.

—creo que me pase... —chillo. Oliver quiso reír pero también estaba sufriendo ahí abajo.
Enderezó su espalda y dobló las piernas haciendo que el cuerpo de Keith se deslizar a hacia el frente y saliendo por completo de él.

Se quejo por el repentino vacío y también el doloroso movimiento, lentamente apretó los labios y sintió como los dedos de Oliver comenzaron a deslizarse dentro y fuera de él.

—no seas impaciente... Un segundo.

—mmmm date prisa... —gimió contra su cuello ocultando la vergüenza, no se había pensado en la situación de rogar así pero no sabe porque razón desde que entraron desnudo a la tina, el alfa, tenía un aroma delicioso, tanto que se le generó un vacío en medio del pecho, solo quería tocarlo, morderlo, lamerlo de arriba abajo y sentirlo en sus entrañas lo más rápido posible. Se moría de ganas de tener sexo con el alfa como si estuviera desesperado y hambriento de él.

Sintió la invasión repentina mientras estaba sumergido en la sensación abrasadora de los dedos y besos, era algo desmedido todo lo que pasaba dentro del baño. No podía aguantarlo y cuando el pené de Oliver llego a la parte más profunda, grito de placer y se agarro de sus hombros para tomar fuerza.

El chqpoteo antes casi inaudible, ahora era una marea que regaba el agua caliente por todos lados, tiro de su cuerpo y se afirmó de las rodillas del mayor, las caderas de Oliver empujaba al mismo tiempo que el bajaba, escucharlo gruñir cerca de su pecho parecía hacer que algo despertará en su cabeza. El alfa tomo su pecho y lo amaso mientras con la otra mano sostuvo su trasero marcando el ritmo.

Lamió el pezon y lo mordió para continuar con el otro al momento después.

Como un experto, aunque Keith sentía esa autosatisfaccion de ser el primero y obviamente el último.

—qué pena no poder embarazarte más...

—eres un idiota. —Keith jadeo...
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Cuando el tutor despertó, estaba caliente y abrigado, había muy poca luz, el lugar donde se encontraba era caído y suave.

—Es temprano, puedes dormir más.

—¿qué hora es?

—las 18 hrs.

—esta oscuro... —le acarició el rostro a Oliver, el alfa bajo unos papeles que tenía en la mano y dejó que lo cuidara.

—pedí que cambien las cortinas, dormirás mucho ahora que estas embarazado y no puedes dormir con luz

—eres el más lindo.

—¿entonces me gane un premio?

Keith sonrió, afirmó sus manos con dedos enlazados sobre el pecho del alfa y ahí afirmó su mentón.

—¿qué quieres de premio?

Oliver se movió un poco y tomo la cajita al lado de la lámpara. Keith observó y su estómago se estrujo.

—quería hacer un enorme evento para esto pero la verdad... —mordió su labio inferior. —solo te necesito a ti para esto.

El omega del duque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora