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Natalia, como se presento, los llevo a la mesa qué tenían reservada, los Royers aun no llegaban pero era algo más lo que preocupaba a Keith, es que por alguna razón, Oliver estaba liberando feromonas dentro del restaurante mientras no le quitaba la mirada de encima a Ariel.

Cuando se sentaron, automáticamente el alfa tomo su cintura y lo acercó más hacia él, es un sujeto que siempre se comporta refinado aunque tenga algunas actitudes salvajes, sin embargo ahora, hundió su nariz en el cuello del tutor sin quitarle un solo minuto la mirada al ex novio de Keith.

Keith suspiro y rodó los ojos avergonzado. Pudo ver a las chicas de una mesa sacar sus teléfonos con discreción y tomar fotografías, estaba avergonzado pero no incómodo, no podía hacer nada y recordó las palabras de rain en esa incómoda conversación privada cuando era un niño, claro, en aquella época, solo sabía que lucas y rain habían sido novios en su juventud, no sabía que hablaban del momento en que lo hicieron a él.

"cuando comenzamos, fui su primera pareja y él parecía uno de esos insectos, se pegaba a mi y soltaba feromonas, después, con el tiempo, supe que era su primera vez entonces tuvo más sentido, es normal ya que son muy territoriales, los alfas son como animales gigantes qué dependen de su madre, así como lucas, cuando tengas una pareja tendrás que darle seguridad"

—¿te sientes bien?

—no te quita los ojos de encima.

—creo que entre ustedes no se quitan los ojos de encima.

—olías a mi pero ahora tienes sus feromonas sobre ti... No es justo.

Resoplo, toco con la superficie de sus labios la piel y por las cosquillas, Keith soltó una risa.

—entreguemos tu habitación y quedate conmigo—susurro contra su cuello —no haré nada... —alargó la última palabra rogándole —solo quiero dormir contigo.

Keith se encogió para mirarlo, acarició su rostro.

—si acepto, dejaras de odiar a ariel al menos hasta terminar tu cena de negocios.

—no lo volveré a mirar. —aseguro y así lo hizo. Keith quiso reírse de él porque se enderezó, arreglo su ropa y se comportó muy bien. Es un chico obediente pero no quito la mano de su cintura.

Cuando los royers llegaron, venía el hijo y el padre. El mayor sonrió con una mueca de molestia.

—duque, es un placer verle después de tantos años. Eh... No tengo el placer.

—Keith bennet, es un gusto. Louis, muchos años sin verte.

El omega se notaba vestido de manera llamativa, aunque Oliver no le dio importancia y solo lo saludo de manera cordial sin darle ni una sola mirada más.

—claro, Keith, mucho sin verte.

—¿se conocen? —cuestiono el señor royers. —Keith bennet... ¿El siguiente en el puesto del maestro cornell?

Keith asintió, después de todo los académicos se conocen entre ellos, y Keith estaba siguiendo los pasos de su maestro. El ocuparía el lugar como maestro de una de las eminencias de ciencias en la universidad fñde phoenix, no solo eso, varios departamentos habían pedido su presencia en distintas especialidades, independiente de su actitud infantil y juguetona, simplemente es inteligente y perceptivo sobre el origen del mundo.

—¿esta trabajando como su asistente, duque?

—no digas cosas absurdas niño, si el señor bennet tuviera que trabajar de asistente, yo tendría que trabajar de secretario.

El omega del duque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora