Keith dejo su pie sobre la pierna desnuda del duque.
Oliver miró su delgado pie, lo acarició con ternura, la planta estaba fría pero su piel estaba caliente, él estaba tan excitado pero no es un animal, no es un salvaje.
Aunque...
Quizás lo sea, no ha estado en esta clase de situación, por supuesto salió con alguien hace mucho pero no lo deseaba. El chico lo manoseo y sí, le hizo una horrible felacion, lo chupo y fue en ese momento que se detuvo. No había más experiencia, aunque lo intentará no sentía atracción por nadie.
Solo podía sentir ese escalofrio en su piel cuando keith aparecia frente a él, aunque ahora cree que el tutor es un cometa, pasan ciertos años y cae en su vida para iluminar y encender todo para luego desaparecer, por que sí, ahora cree fervientemente que él, que sus padres lo mantuvieron 14 años lejos de él, luego por su propia mano lo alejo por siete años y ahora, el destino es incierto.
Keith tiene una magia capaz de encender su vida al punto de que e encuentra haciendo estas tontas panpomimas de fingir ser su pareja para atraerlo,fingir que tiene algo que hacer y lo necesita, porque si lo necesita, pero no de la forma en que le hace saber.
Keith lo mantiene enamorado lo suficiente para no olvidar su esencia por años, nadie jamás, ni antes ni después, lo atrajo alguna vez.
No así.
Ahora, frente a Keith, deseaba que el dedo de su pie siguiera presionando la punta de su erección.
Lo había desnudado mentalmente.
Lo anhelo.
Embistiendo su trasero hasta que pida que pare.
O que le pida más.
Se imaginó mordiendo y lamiendo su cuerpo, quiere volver a tocar su trasero ahora sin ninguna prenda de vestir qué se interponga entre ellos.
Morderlo, marcarlo, penetrarlo y llenarlo de su semen. Estos instintos no nacen con nadie y jamás se imagino en esa situación aparte de cuando era un niño y algo en su interior proclamaba suyo al omega de 14 años, que asi como lo volvia loco, le entregaba paz.
Quisiera de la forma más vulgar, preñarlo cada mañana cuando va a hurtadillas a observarlo.
—no digas cosas que no sientes—sopeso el tutor. —para que querrías decirme eso... Luego encontrarás alguien que quieras de verdad y yo pasare al olvido.
Oliver quería asegurarle qué jamas pasara pero estaba disfrutando del tutor borracho frente a él. Solo había un defecto, el tutor estaba ebrio y él, terriblemente caliente. Quería meter todo lo que pudiera a su boca para tener un poco de la esencia de ese hombre.
—nunca pasará, no había nadie antes de ti y mucho menos habrá alguien más si estas conmigo.
Su rostro se encendió en rojo, cubrió sus labios, de forma coqueta volvió a doblar su rodilla dejando vacías las manos de Oliver, deslizó su dedo por el medio del pecho hasta el cinturón de la bata. Vio la expresión de Oliver mientras contenía el aire caliente.
Oliver levanto su pie con cuidado y beso sobre la piel, sin despegar la mirada que ambos mantenian. Suspiro pesado, -hasta aquí- pensó. No podía perder la cordura con un hombre ebrio que probablemente mañana se enojara y le hara la ley del hielo por quizas cuanto tiempo.
Se puso de pie, lo acaricio en la cabeza y desviando la mirada, mientras su boca solo con ese leve contacto, aguaba por besar un poco más.
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El omega del duque
Romance¿No te parece triste tener que olvidar a alguien que alguna vez significó todo para ti? El olvido, es como la muerte para nosotros los vivos, vivimos con algo en la mente pero no podemos llegar a eso que tanto pensamos. ¿No es injusto? Que algunos...