Keith no es una persona que no recuerda las cosas cuando esta ebrio, es mas, no está inconsciente cuando se embriaga, pero se deshinibe.
Abrió lentamente sus ojos, abrazaba el pecho trabajado del alfa, miró hacia arriba viéndolo dormir con una tranquilidad y placer difícil de describir. Su rostro perfecto, lo había besado muchas veces pero la vergüenza hacía que no pudiera admirar del todo su belleza.
Oliver es perfecto, su nariz es hermosa, con un bello puente nasal, sus labios están perfectamente definidos con una forma que hace siempre quedarte pegado en ellos, por si fuera poco, sus hermosas pestañas que hacen sombra, con esos ojos azules qué parecen casi negros de lo profundos que son. Su cabello es suave y bello. Todo está perfectamente esculpido.
Continuo viendo unos minutos hasta que avergonzado de saber que ambos estaban desnudo en la cama, soltó uno de sus brazos y vio el techo.
—¿ya no me vas a mirar más? —la voz mañanear, ronca y profunda lo hizo desestabilizar. Se cubrió el rostro avergonzado, el alfa lo rodeo con sus brazos, noto que nuevamente el aroma a vainilla se disparo por la vergüenza
—¿te gustó?
—ahora que ya estamos así no tengo que avergonzarme. —separo sus dedos, pero si estaba avergonzado—¿a quien no le gustarías? Tendría que ser muy tonto, un ciego, un idiota.
—¿tan guapo?
—muy guapo. Pero no significa que vaya a estar bien que esto pasara.
Oliver se movió en la cama y se descubrió un poco, se puso más serio y no pensaba dejar pasar esto como siempre. Miró la hora en el reloj de la habitación y faltaban al menos 7 horas para la reunión con los royers. Atrajo su cuerpo desde la cintura y lo jalo sin mucha fuerza pero la suficiente para que él, quedara recostado en la cama.
—dijiste que no te ibas a arrepentir.
—le hiciste caso a las palabras de un borracho. —dobló su cuello al lado contrario, la enorme mano que estaba sobre su cadera hacia pensar que susblatidos se localiza a ahí, quería evitar esta situación incómoda por más tiempo así que se comenzó a mover.
—no te vas a mover de aquí —insistió.
Lo tenía tomado con fuerza para que a Keith le fuera difícil moverse.
—¿Crees que no puedes herirme solo porque tu no crees en lo que digo?
—herirte... ¿Te herí?
—todo lo que dices me hace daño y lo soporto muy bien pero tengo un límite y este es. — soltó su cadera y cubrió sus ojos. Ya no sintió la resistencia del tutor así que ya no importaba. —siempre me ignoras y lastimas, no había estado con nadie más que contigo así que este es mi límite, no puedo seguir dejando que me des esperanzas y luego las quites...
—ya, entiendo... Lo siento. No es eso, yo no...
Se cubrió la mitad del cuerpo por la espalda y se sentó sobre la cama.
—saldré para que te vistas y regreses a tu habitación.
Cuando vio su espalda, sintió el pánico apoderarse de todo su cuerpo, el sabe bien que esos son los pocos estragos de su primera diferenciación, ya lo sabía hace siete años cuando Oliver fue tan malo con él.
—¿por qué? Hace años fuiste realmente malvado. —cuando ella escuchó esto entendió que realmente no habían hablado de lo que pasó. —quizás no hacía nada pero tampoco hacer nada es bueno, dejaste que tu novio, incluso royers abusaran como quisieron de mi, sabiendo todo, le dijiste todo a tu mamá hasta que ya nadie me ayudo a mantener mi beca. ¿Sabes lo que soporte por eliza? Me intentaron volar Oliver, ¿como quieres que te crea cuando paso algo así?
—yo no sabia nada de eso...
—¿no sabias? Estabas con ella ese día, te pedí que los hicieras dejarme en paz.
—no entiendo porque dices eso. —giró rápidamente para ponerse de pie y la sábana cayó al piso.
Agarro la manta sobre la cama y se la sacudió frente a él.
—ahora te preocupan esto, anoche tocaste por todos lados y ahora te avergüenza. —se arrodilló sobre la cama, Keith entendió porque era ese dolor de espalda que tenía repentinamente, dos personas sin experiencia habían usado esa arma mortal sin pensarlo mucho. —dijiste que soy tuyo así que puedes tocarme.
—estamos hablando en serio aquí.
—yo también —respiro profundo —dejas salir ese dulce aroma cada vez que estamos cerca...
—alejate un poco—miro de nuevo su entrepierna, parecía nuevamente excitado y estaba dejando salir su feromona igual.
Para Keith, sentir las feromonas era un placer que no podía negarse, si tenía que elegir a una persona de todas las que alguna vez se le acercaban, elegía aquel que tuviera feromonas agradables para él. Así conoció a ariel quien lo persiguió por casi un año antes de que aceptará una cita.
Aunque ariel no sabía a que olían las feromonas de Keith, siempre decía que no importaba si eran alfa y beta pero si algún día quisiera cambiar para formar una familia con él, podía usar sus feromonas para modificar su cuerpo.
Desde ese momento Keith cambio con él, más bien, se apago. No necesitaba desear algo que quizás no era para él.
—te dije que puedes tocarme tanto como quieras ...
Keith lo miró hacia arriba, el alfa ya había avanzado suficiente sobre la cama y sobre él.
La fachada de duro con Oliver no funciona, se cae constantemente y quiere ser suave con él pero no sabe cual es la barrera que se lo impide.
—mentí —por fin la voz de Oliver nuevamente sonó —puedes tomarte el tiempo necesario porque te voy a esperar. Pero dejame cortejarte abiertamente, ya no habrá nadie para mi.
—no mientas, debe haber un enorme historial de personas, incluso antes conocerme, no voy a caer en tus mentiras, también te conocí en la escuela aunque fue por poco tiempo... Había mucha gente a tu alrededor siempre.
—pero yo nunca estuve con nadie... Y tu eras menor de edad en esa época, era ilegal tener sexo con menores de edad. —su rostro se puso rojo e infló un poco sus mejillas —además soy grande desde siempre así que podría haberte hecho daño, incluso anoche decías que te dolía mucho aunque trate de controlarme lo que pude, medias como un metro en ese tiempo.
—¡por que dices las cosas de esa forma! —grito molesto empujandolo por los hombros.
—porque contigo no necesito guardar la fachada, me siento más libre cuando estoy contigo, olvido que tengo tanto de que preocuparme y cuando tengo que hacer todo eso que me agobia desde que murieron mis padres y hermana, ya no es difícil desde que llegaste.
Keith acarició su rostro, le cree, simplemente porque algo dentro de él hace que siempre le crea aunque su razón diga que no, sobre todo por el pasado.
—podrías vestirte para hablar más cómodos.
—no lo haré, quiero meterme en la cama contigo.
—entonces hazlo... Pero no haremos nada.
—ahora estas sobrio, no haría nada, si pierdo el control no iremos a la reunión de la tarde.
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El omega del duque
Romance¿No te parece triste tener que olvidar a alguien que alguna vez significó todo para ti? El olvido, es como la muerte para nosotros los vivos, vivimos con algo en la mente pero no podemos llegar a eso que tanto pensamos. ¿No es injusto? Que algunos...