Capítulo XL (Parte II)

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Otro capítulo mucho más largo que el anterior para compensar por la espera. Sé que había prometido actualización desde el viernes, pero no me llegó la inspiración. Puede que se encuentre con algunas faltas de ortografía, que corregiré más adelante, pero ya quería subirlo. Aún así, espero que sea de su agrado, aunque puede que suelten unas cuantas lágrimas. Pero bueno, sin agregar nada más, disfruten de la lectura✨♥️


 Pero bueno, sin agregar nada más, disfruten de la lectura✨♥️

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Camille

—Siento que me voy a desmayar en cualquier momento —musito apenas sin aliento, descendiendo del delicioso clímax que me acaba de regalar con su boca.

Su risa burlesca retumba por todo el interior del baño mientras se yergue de su posición, tallándose las manos en los vaqueros. Entonces su alta y musculosa figura me envuelve por completo, provocándome una violenta punzada en el corazón.

Tiene una mirada feroz, vehemente e incontrolable; los mechones oscuros de su cabello oscuro están alborotados y una profunda expresión de lujuria se dibuja en su rostro. Su barba prolija aún brilla con mi excitación.

—Y eso que sólo estamos empezando —su voz es una advertencia sólida que me moja aún más—. Tenemos toda la noche por delante.

Sonrío con satisfacción mientras el calor asciende a mis mejillas y mis piernas tiemblan con espasmos que recorren todas mis extremidades.

—Puede que necesite un descanso. Apenas estoy recuperando el aliento...

Sus ojos adquieren un destello sombrío cuando su mano se mueve de repente, tomándome por sorpresa. Me agarra por el cuello, tirando de mí con fuerza mientras se inclina y me roza los labios, respirando audiblemente contra mi cara. Las pulsaciones se me disparan al instante.

—No tienes permitido tomarte un descanso de mí, preciosa. Te voy a follar ahora mismo.

Todo mi cuerpo se estremece violentamente mientras una sensación palpitante me invade entre las piernas.

—Eres insaciable —suelto con una sonrisa incitante, que parece divertirle de sobremanera, ya que las comisuras de sus labios se elevan.

—Claro que sí.

—Y además arrogante —agrego.

—Pero así te gusto.

—No me gustas.

—¿No? —entrecierra los ojos con suspicacia.

Niego con la cabeza, divertida y entonces digo: —Me encantas, demonio.

Se le ilumina el rostro, adquiriendo una expresión cundida de malicia.

—Entonces te va a encantar lo que pienso hacerte ahora mismo —afirma con altivez, paseando sus labios provocativamente sobre los míos—. No te voy a soltar, no hasta que haya saciado este maldito deseo que me hace arder los sentidos, el cuerpo, la piel y que nunca me deja tener suficiente de ti, porque mi necesidad hacía ti es tan jodidamente insana y no disminuye. Al contrario, incrementa con cada maldito segundo que pasas a mi lado.

No Me Sueltes (+18) [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora