Después de haber hablado con el señor Lynch me encontré más tranquila y sentía que el peso que yacía sobre mis hombros había disminuido, en efecto recibí el préstamo y obtuve oficialmente permiso para poder faltar al trabajo hasta que mi madre se recupere, ahora solo debía esperar a que aparezca un donante, mientras eso ocurría me dedicaba a visitar el hospital, también disfrutaba del poco tiempo que podía compartir con mi madre.Para mi sorpresa un día llega al hospital el señor Lynch, lo encuentro cuando salgo de la habitación de mi madre al terminarse la hora de visita, lo saludo y nos vamos a conversar a la cafetería del hospital.
-Es agradable verlo por aquí, supongo que vino para saber acerca de la situación de mi madre. Digo mientras sostengo mi taza de café.
-Sí, también para asegurarme de que usted no se esté exigiendo demasiado, no queremos que colapse como la última vez.
Siento mis mejillas enrojecidas y respondo.
-No, no pasará eso, ahora me siento con más energía y optimista, estoy segura de que todo saldrá bien, solo debemos esperar un poco más.
Adam la mira fijamente notando su aspecto mas calmado.-Ya veo señorita Ellis, escuchar eso me tranquiliza.
Seguimos conversando acerca de la salud de mi mamá durante un rato más, luego de asegurarse de que me encuentro bien, el señor Lynch se marcha, y yo me siento más relajada, en los siguientes días el señor Lynch y yo chateamos por teléfono sobre el trabajo y actualizaciones de mi mamá, también nos visita seguido, esto me ayuda a sentirme más calmada al poder desahogarme con alguien sobre mi situación.
Un día cuando nos visita el señor Lynch, al no poder ingresar a visitar a mi madre, vamos como de costumbre a conversar en la cafetería.-Me alegra que venga a visitar a mi madre, lamento que no le permitan verla.
-No hay problema, lo importante es saber cómo se encuentra.
-En ese caso, entonces le agradezco el apoyo, no tiene que estar pendiente de mi madre, así que le agradezco la amabilidad que ha tenido con nosotras.
-No tiene nada que agradecer, hago lo correcto como su jefe, además es solo un préstamo y la visito para mantenerme informado de su situación.
- Aún así...no tenía que hacerlo...y
-No hice nada que merezca su agradecimiento.
-De acuerdo.
-¿No ha tenido noticias del donante?
-No, todavía no hay avances con eso. Digo con un largo suspiro.
-Seguramente encontrarán a alguien pronto.
-Sí, eso quiero pensar. Doy una tímida sonrisa
-Si hay algo en lo que pueda ayudar, no dude en decirme.
-Agradezco su oferta, pero no es necesario, no quisiera molestar, es suficiente con el préstamo.
-No sería molestia, así que téngalo presente.
-Está bien, señor Lynch. Debo volver con mi madre, le agradezco que haya venido.
Ambos vamos a la habitación de mi madre, nos despedimos y yo me dedico a cuidar de mi madre que dormía tranquilamente, al sentir mi presencia despierta.
-Hija, ¿Estás aquí?.
-Sí mamá soy yo. Le digo mientras cierro la puerta con una leve sonrisa.
-¿Vino tu jefe?. Pregunta con una mirada curiosa.
-Sí, le gusta saber cómo te encuentras.
-¿Segura que es solo por esa razón que viene?
-Sí, ¿Qué otra razón tendría?.
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Duelo de destinos
RomanceMía, una diligente asistente de una renombrada corporación, ve su serenidad trastocada cuando una urgencia médica amenaza la vida de su madre. La solución yace en una operación de alto costo, un monto que escapa de sus posibilidades. Desesperada, Mí...