Cuando Mía se fue del club sus colegas decidieron seguir allí disfrutando de la noche. Fiorela respiró aliviada cuando recibió el mensaje de Sebastián confirmando que había logrado encontrarse con Mía y llevarla hasta su casa a salvo.-Parece que Mía llegó bien.
-Me alegra mucho. Comenta Emily.
-Entonces Sebastián se encontró con el señor Lynch. Menciona Mark.
-Así parece, en todo caso, lo importante es que ella se encuentre bien. Dice Dan.
Los amigos siguen bebiendo y bailando un poco más hasta que se sintieron cansados. Entonces se tuvieron que separar, Dan llevó a Fiorela hasta su casa debido a que no vivían muy lejos, mientras que Mark insistió en acompañar a Emily en un taxi para asegurarse de que llegue a salvo a su casa.
-Fue una noche divertida. Comenta Emily con una sonrisa forzada.
-Me alegra que te hayas divertido. Te acompañaré hasta tu casa. Mencionó Mark.
-No, no es necesario. Me bajo en el parque que está cerca de mi cuadra. Quiero dar un paseo. Responde Emily mientras observa hacia la ventana del taxi.
-¿En el parque? ¿Estás segura? Es tarde. Pregunta Mark sorprendido.
-Sí, estoy segura. Necesito un poco de aire fresco. Y reflexionar un poco.
Responde Emily sonriendo.
-¿Reflexionar? ¿Sobre qué?.
-Sobre mi vida, supongo. Sobre lo que quiero y lo que no quiero. Emily deja escapar un suspiro. Le pide al taxista que se detenga y se baja, Mark se baja junto con ella.
-¡Emily, espérame!. Mark se apresura a alcanzarla. -¿Y qué has decidido?.
-No sé aún. Pero creo que estoy empezando a darme cuenta de que merezco algo mejor.
-Eso es cierto. Mereces algo mejor. ¿Quieres que te ayude a encontrar lo que estás buscando?. Mark se acerca a Emily con una sonrisa traviesa.
- ¿Y qué harías tú para ayudarme?.
- Bueno, podría empezar por escucharte. Y luego… ¿quién sabe?.
Mark se acerca más a Emily.
Emily se aparta de Mark. -Sé lo que intentas, te conozco Mark y no soy tan ingenua para caer en tus juegos.
-Parece que ya formaste tu opinión de mí.
-Sí, porque te he visto cómo coqueteas con todas. Sonríe Emily con una ceja alzada.
-No es cierto. Bueno, es verdad que soy un poco coqueto, Pero no intentaba nada malo contigo, lo prometo. Me preocupo por ti sinceramente. Mark suspira.
-Entiendo que estás triste por lo de tu prometido, Pero no mentía cuando dije que quiero escucharte y estar a tu lado, hasta que puedas sanar y quizás darte una segunda oportunidad.
-Una segunda oportunidad para amar, ¿Eso es posible?. Emily suspira -¿Y si no estoy lista para una segunda oportunidad? ¿Y si tengo miedo de volver a confiar?. Pregunta mirando fijamente a los ojos de Mark.
Mark acaricia suavemente la mejilla de Emily. -El miedo es natural, Emily, le dice, -Pero también lo es la esperanza. A veces, debemos arriesgarnos para encontrar algo verdaderamente especial.
Mark se inclina y roza sus labios con los de ella. Emily no hace gesto de alejarse, por lo que Mark, confiado, continúa. Ambos comparten un beso bajo la luz de la luna, mientras el tiempo parece detenerse para ellos.
Mark acompaña a Emily hasta su casa. Aunque Emily se siente avergonzada, se va a la cama pensando todavía en ese beso. Su corazón late con fuerza. Nunca había pensado en Mark como algo más que un amigo, y además, no le agrada su actitud coqueta. Sin embargo, no puede evitar sentirse emocionada al recordar el beso que compartieron.
(Fin del capítulo 26)
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Duelo de destinos
RomanceMía, una diligente asistente de una renombrada corporación, ve su serenidad trastocada cuando una urgencia médica amenaza la vida de su madre. La solución yace en una operación de alto costo, un monto que escapa de sus posibilidades. Desesperada, Mí...