Capítulo 34: El comienzo de algo real

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Me encontraba pensando en la confesión de Adam cuando el sonido de alguien tocando la puerta me alejó de esos pensamientos. Me levanto y luego de preguntar de quién se trataba abro la puerta.

-Sebastián, es un poco tarde para una visita. Le dedico una débil sonrisa.

-Mañana nos vamos temprano.

-Te ves hermosa. Menciona Sebastián con sinceridad al ver a Mía todavía en su vestido rojo.

-Gracias, estaba cansada para cambiarme. Sonríe Mía, ligeramente ruborizada por el cumplido.

Sebastián continúa. -Sé que es tarde, Pero quería verte. ¿Podemos hablar?.
Demos un pequeño paseo.

Asiento aceptando su propuesta.

Caminamos por el jardín del complejo, observando a otros de mis compañeros paseando con amigos y sus parejas, también vemos una pareja besándose. Me detengo y me doy cuenta de que son Emily y Mark.
Sonrío -Parece que ya lo hicieron oficial. Comento.

-Ellos son tus amigos del trabajo, ¿verdad?.

-Así es, parece que empezaron a salir. Me alegro por ella, hace poco había terminado con su novio.

-Es bueno que esté bien ahora.

Tomo la mano de Sebastián para apartarnos del lugar antes de que noten nuestra presencia.

-No estamos haciendo nada malo para huir. Sebastián se burla.

-Lo sé, pero no quiero que sepan que los vi en esa situación.

Tomamos asiento en un banco cerca de la entrada de mi edificio de dormitorios.

-Mía, ¿Cómo te fue en tu cena con Adam?.

-Bien, la cena fue estupenda, el lugar era agradable.

-¿Te dijo algo?. Pregunta Sebastián con mucha curiosidad.

-¿Algo como qué?.

-¿Te confesó sus sentimientos o te pidió ser su novia?. Ahora que él ha cancelado su compromiso con mi hermana y que sabe de nuestro pequeño secreto. Podría volver a intentar algo contigo.

Asiento. -Sí, lo hizo. Me confesó sus sentimientos nuevamente.

-¿Qué le respondiste?. Sebastián me mira expectante.

-Le dije que no podía estar con él. Lo rechacé.

Sebastián parece aliviado con mi respuesta.

-Es tu decisión, pero me siento tranquilo de escuchar eso.

-¿Por qué te alivia eso?.

-Porque...Mía, debo decirte algo, había prometido no Intervenir, pero sabiendo que lo rechazaste, no debería haber problema.

-Dime, Sebastián.

-Mía, tengo que decirte algo. Toma un poco de aire. -Al principio no sabía de qué podría tratarse, pero con el tiempo era difícil para mí. Pensaba en ti todo el tiempo, quería verte, escucharte, tocarte. Empecé a sentir cosas que jamás había sentido. Tenía la necesidad de estar a tu lado en cada momento. Sebastián toma mis manos entre las suyas. -Es difícil estar lejos de ti y es difícil ocultar lo que siento. Mía, te amo.

Me siento ruborizada, y la confesión de Sebastián me toma por sorpresa. Siempre ha sido amable conmigo. Pero pensé que me consideraba solamente una amiga.

-Mía, sé que todavía tienes sentimientos por Adam. Pero, ¿Podrías darme una oportunidad?.
No puedo creer lo que me dice.

-Sebastián. Te quiero, pero como un amigo.

-Mía, inténtalo. Prometo no defraudarte. Déjame demostrarte que puedo quererte como te mereces, nunca te presionaré a hacer nada con lo que no te sientas cómoda. Sé que puedo hacer que te enamores de mí. Dejemos de ser una pareja falsa y empecemos a ser una de verdad o al menos intentarlo.

No esperaba recibir dos confesiones la misma noche, me sentiría halagada, pero no me gusta sentir que lastimo a alguien. Pienso en lo que me dice Sebastián y le doy mi respuesta.

-Está bien, acepto. Quiero darle una oportunidad a Sebastián y a sus sentimientos, espero poder corresponderle en el proceso.

Sebastián me abraza con una enorme sonrisa. -No te vas a arrepentir, te lo prometo.

La calidez de su abrazo despeja las dudas dentro de mí. Estoy decidida a darle la oportunidad que se merece, le tengo aprecio y espero que eso pueda convertirse en algo más, para que podamos ser una pareja real.

(Fin del capítulo 34)

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