Las Cumbres, en reino secreto y perdido, envuelto en un misterio enloquecedor, se abría frente a él como una ilusión. Lo que había escuchado de aquellos marines era verdad, el puerto estaba plagado de comercio, no en la misma medida que ScarLanding, pero, podía apreciar varios barcos pertenecientes a muchos reinos, otros más que no supo identificar, los faltantes eran RyuuMoon, ScarLanding y El Norte. Podía llegar a comprender lo del reino de Jeon y Min, porque su comercio era meramente terrestre, hace mucho dejaron de usar las vías marítimas, pero con ScarLanding no era el caso. Kilómetros de puestos de mercancía rodeaban la primera isla, antes de desembarcar pudo reconocer un poco el terreno, se trataba de tres grandes islas, las cuales no sabía cómo es que se conectaban, la principal era a dónde llegaban los barcos, no podía ver las otras dos.
—Suy Jung Hoseok, general principal de ScarLanding, es un placer—dijo mirando a Zoltan, por su postura podía asegurar sin problema que se trataba de un guerrero.
—Es un placer conocerlo general, me han encomendado la tarea de escoltarlo hasta el castillo, entenderá que a partir de aquí, tendrá que ir solo, mis hombres le ayudarán a cargar sus cosas.
Hoseok se volvió hacia los soldados que lo habían acompañado, JongDae se acercó, podía ver en su rostro la desconfianza y la preocupación.
—Hoseok ¿Estás seguro de esto?
—Sí, regresen, estaré bien.
—No dejes de mandar cartas, estaremos al pendiente.
Hoseok asintió, puso una mano en el hombro de JongDae y apretó ligeramente, no quería hacer de ese momento una despedida, necesitaba mostrar la fortaleza que siempre lo había caracterizado, sonrió a sus hombres quienes hicieron una reverencia hacia él, ahora estaba solo en esa travesía, no iba a morir, estaba empeñado en hacer una buena labor y regresar, aunque la duda prevalecía en su interior. Los hombres de Zoltan tomaron sus cosas, las cuales sabía serían revisadas una vez que llegara al castillo, siguió al general sin mirar atrás, este lo llevó por el puerto hacia un carruaje.
—Por favor, suba.
—Bien—dijo subiendo, en la cabina soltó el aire que había estado reteniendo hasta el momento, se pusieron en marcha, miró a través de la pequeña ventanilla.
Estaban cruzando un camino que era custodiado por guardias, ahora comprendía porque nadie había sido capaz de ir más allá del puerto, todo parecía muy bien controlado, no se les escapaba nada. Era un camino limpio, alrededor había árboles y mucha vegetación, fue un largo camino hasta que llegaron a un puente, el río corría con ferocidad, tuvo un momento de nerviosismo, pero, se controló así mismo, después de cruzar el puente, anduvieron un tramo más hasta el pueblo, había pocas personas fuera, intuía que habían ordenado que no estuvieran en las calles por seguridad, había casas pequeñas, no muy bien hechas, la gente era pobre, algunos de los habitantes se veían demacrados y delgados, hizo una mueca, vislumbró muy pocos negocios, era un pueblo fantasma, llegaron a una cerca enorme, las puertas las abrieron dos guardias, entonces todo cambio, la división de clases sociales era muy notoria, en esa parte de la isla pudo ver mejores casas, comercios más ricos y personas vestidas acorde a su posición economica, eran muchos, catruajes, caballos de excelente calidad, alimentos frescos y mozos que seguían a sus señores, pero, que también estaban bien vestidos. Miró hacia el frente, dónde había una tercera muralla, ahí se alzaba con ímpetú un enorme castillo de piedra oscura, era imponente, tan grande que atemorizaba, con largas torres en dónde había arqueros, guardias por doquier, sonrió a medias, entrar o salir de ese lugar era imposible, pararon frente a la entrada. Abrieron la puerta del catruaje y bajó.
Podía sentir las miradas sobre él, algunas curiosas, otras desconfiadas, era obvio que para ellos era un intruso, guardó la compostura, parándose derecho, no dejando que nadie viera que por dentro se sentía ansioso e intimidado, para él enfrentarse a esos sentimientos era extraño, jamás había sentido algo como eso y le molestaba, era Jung Hoseok, venía de un linaje impecable de guerreros ¿Por qué sentía temor de estar ahí? Tal vez era porque sabía que si hacía un movimiento en falso sería asesinado sin demora.

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El Rey Del Destino *HopeXiu*
FanfictionHan pasado años desde la lucha contra los rebeldes, muchas preguntas sin responder siguien atormentando las cabezas de los grandes reyes, quienes siguen creyendo que nada fue una coincidencia. El regreso de viejos aliados y la aparición de un reino...