83

1.4K 291 315
                                    

No podía dejar de pensar en él, cada momento que pasaba era decisivo para aumentar su ansiedad y locura. Lo que sucedía dentro de ese castillo lo estaba malhumorado, tenía que fingir que amaba a una mujer en quien ya no confiaba, ser amable con una caprichosa princesa que era la amante de su peor enemigo y no sólo eso, tenía que sonreír al príncipe que había causado la muerte de su hermana, trataba de no pensar en eso cuando estaba cerca de ellos, porque no sabía si podría seguir con la fachada de inocencia. Ellos no lo creían, estaba seguro de que lo vigilaban y que estaban usando el parecido de Kadet con su esposo para jugar con su mente. Necesitaba respuestas y encontrar a Namjoon antes de volverse loco.

Sin embargo, por esa noche quiso dejar eso de lado y centrarse en ver a Kadet, no podía tener suficiente de él, estaba obsesionado, no le había mentido cuando dijo que estuvo a punto de romperle la cara a Zoltan al verlo tan cerca de él, lo odiaba por querer tocar lo que era suyo, por sentirse con el derecho de reclamarlo a pesar del daño tan grande que le había causado. Hoseok estaba pidiendo al cielo que Kadet fuera una persona que sólo se parecía a su esposo, porque no estaba seguro de lo que haría si confirmaba que se trataba de Xiumin, los aniquilaría por el daño que les hicieron.

Siempre se consideró alguien fuerte e inteligente, el mejor peleador y estratega, pero, ahora, su mente estaba tan trastornada que sus enseñanzas se quedaban en segundo lugar. Su padre estaría muy disgustado con él, estaba faltando por completo a su entrenamiento y lo que más le preocupaba era el poco remordimiento que sentía por ello.

Miraba a todos reír y bailar en la fiesta, algunos ahogados por el alcohol. Minhyuk se acercó a él y le sonrió de forma condescendiente.

—¿Disfruta la fiesta general?

—Es entretenido, me alegra ser un invitado más y no tener que preocuparme por la seguridad.

—Entiendo, sus deberes deben ser duros, no me malentienda, pero, escuché un poco acerca de la fiesta que desató la más grande masacre en su reino.

Hoseok se tensó, aún no tenía las piezas completas para armar el rompecabezas, pero, estaba completamente seguro de que ellos habían tenido algo que ver. Minhyuk, era muy  descuidado al hacer esa clase de comentarios, o tal vez estaba midiendo su paciencia.

—No siempre se puede pensar en todo príncipe, siempre hay puntos ciegos.

—Lo entiendo general, mis disculpas, no quise hablar de algo que le incomodara.

—Está bien—se encogió de hombros—. ¿Puedo hacerle una pregunta?

—Por supuesto.

Hoseok sonrió a medias ocultando su desprecio.

—Me parece curioso que aún no haya contraído matrimonio, ya sabe, como príncipe heredero ¿No debe mantener la línea de sucesión vigente y engendrar al próximo heredero?

Minhyuk rio por lo bajo, bebió un poco de vino y se encogió de hombros.

—¿Sabe? No creo que algún día llegue a reinar, mi padre es joven aún y tiene una salud envidiable, sobre sus hombros se encuentra este reino y está bien, sobre mi matrimonio, bueno, me comprometeré muy pronto.

—Reciba mis felicitaciones por adelantado.

—Gracias general Jung, es usted muy amable—le sonrió.

—Me temo que debo de retirarme, pasaré a ver a su hermana antes de dormir. He estado preocupado por ella y no he dormido bien.

—Claro, todos estamos en la misma situación, vaya a descansar.

—Con su permiso, alteza—hizo una pequeña reverencia antes de darse la vuelta.

El regreso a su habitación fue manteniendo la falsa sonrisa de felicidad, una fachada que se le daba muy bien, pero, que estaba hartandolo, tomó un respiro profundo al entrar a la habitación, no iría a ver a Karina, estaba demasiado cansado como para seguir fingiendo un poco más, se quitó la parte superior de su vestimenta, miró su torso y tragó en seco al recordar las manos de Kadet recorriendolo, con inseguridad y deseo, no pudo verlo debido a la oscuridad, pero la curiosidad de saber cuál era su expresión en esos momentos le estaba volando la cabeza. Hace mucho que no se sentía así, no desde Xiumin. Antes, la expresión del sexo era su estilo de vida, le gustaba disfrutar y el placer que le daba estar entre las piernas de alguien más, no pensaba en cosas tan ilusas como el amor o el compromiso, para él, eso sobraba, sin embargo, su vida cambió por completo tras la llegada de Xiumin, no podía mantener las manos fuera de él y se volvió en su mejor amante, aunque había veces donde lo rechazaba, porque no quería codepender de él, siempre volvía a dónde mismo. Tras la muerte de su esposo su dolor nubló por completo cualquier hambre por placer que tuviera, no importaba, porque estaba luchando por sobrevivir. Karina fue un desliz que trajo consecuencias y Kadet, un despertar nuevo y vibrante, Hoseok, sabía la razón, pero se negaba a admitirlo, tenía miedo de la respuesta y sobre todo de su reacción.

El Rey Del Destino *HopeXiu*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora