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Reino de RyuMoon

La sensación de sus cuerpos colisionando en uno solo era indispensable. Yoongi veía con deseo y devoción cómo su esposo se movía sobre él, teniendo el sonido del bosque a su merced, estaba experimentando una noche estrellada e inolvidable, Jimin cerró los ojos con fuerza, dejándose llevar por las manos expertas que tocaban cada parte de su cuerpo, sin dejar un espacio libre de amar, estaba en el limbo, en una nube llena de satisfacción, de la que no quería bajar. Nunca.

Jimin jadeo, sobre estimulado, sus sentidos estaban obnubilados debido al placer, llegó al clímax manchando ambos estómagos, Yoongi lo volteó, quedando sobre él, dando estocadas más fuertes y profundas.

—Yoongi, no adentro...no.

Pero, era tarde, el rey estaba llenándolo con su esencia, Yoongi rio ronco ante la mirada molesta de Jimin, beso sus labios hasta que su ceño dejo de fruncirse.

—¿Tanto odias la idea de tener un hijo conmigo? —dijo con falsa tristeza, lo que alarmó a Jimin quien tomó sus mejillas y comenzó a besarlo en todo el rostro.

—No mi amor, sabes que no es eso, es sólo que—bajo la mirada apenado.

—¿Qué mi dulce rey?

—Me gusta esto—suspiró—. Entrenar a tu lado, aunque soy malo en eso, las excursiones, poder se padre de dos y tener tiempo para nosotros, con un bebé hay mucho que no podré hacer.

Yoongi asintió. —Es verdad, entonces pasará un tiempo para poder verte con un pancita—besó su frente—. Me gusta estar contigo, hacer todo lo que hacemos juntos, me gusta hacerte el amor bajo la luna llena. Tanto, que no quiero regresar, pero tenemos un reino y unos príncipes que atender.

—Esos niños tienen tu carácter, sólo pido piedad.

—Podremos con ellos, tú has llegado a encantarme y domarme a tu antojo bebé.

Jimin sonrió de forma encantadora, su relación había pasado por muchas altas y bajas, el recuerdo de Scarlanding aún estaba en sus mentes, Yoongi se negaba a hablar de todo lo que tuviera que ver con Mark y con su hijo, Jimin estaba seguro de que aquello era aún doloroso para su esposo, así que intentó ser paciente, pero la duda estaba aún en su mente ¿Qué tan afectado estaba por Mark? ¿Llegaria el momento en donde Jihoon supera quien es su padre en realidad? Eran dudas sobre un futuro que podía ser desastroso.

En el reino las cosas estaban realmente bien, el ejercito rebelde había sido eliminado casi en su totalidad, las personas se sentían seguras y Jimin también, después de haber quitado el impuesto extra el pueblo veía con mejores ojos al rey de la muerte, tanto así, que algunos habían hecho denuncias sobre posibles escondites de los rebeldes.

Sus hijos seguían creciendo, Taehyun y Minie estaban cada vez más grandes, a nada de cumplir un año de edad, eran grandes, fuertes y vivaces, sus nanas estaban cansadas de atender sus exigencias, porque no eran bebés fáciles, demandaban atención y juegos a todas horas. Cuando Jimin estaba con ellos, se peleaban por su atención, en eso eran muy parecidos a su padre.

—Tae, no jales el cabello de tu hermana—dijo levantando al niño que sólo estaba haciendo travesuras—. Eso no está bien.

—¿Po qué? —preguntaba mirándolo fijamente a los ojos.

—Porque la lastimas—dijo con una ceja alzada ganándose un encogimiento de hombros de su hijo, su inteligencia a veces llegaba a darle miedo.

El Rey Del Destino *HopeXiu*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora