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La caverna estaba iluminada por antorchas en la pared, en medio, había una laguna de agua cálida, Hoseok se quitó la ropa y entró de inmediato, Xiumin parecía más interesado en mirar alrededor. Todo era nuevo para él.

—Ven, el agua es caliente, ayuda a los músculos.

Xiumin se quitó la ropa, bajo la intensa mirada de Hoseok.

—No me veas.

—Llevo años viéndote, aunque ahora tu cuerpo es diferente.

—Es por la barriga.

—No—rio por lo bajo—. No sé cómo explicarlo.

Xiumin entró, con un suspiro por el calor del agua, estaba deliciosa, se acercó a Hoseok, quien se mantuvo quieto.

—¿Habías venido aquí con alguien más?

—Sí.

Se arrepintió de haber contestado, miró de reojo a Xiumin quien mantenía la vista fija en la antorcha que estaba en la pared, mordía ligeramente su labio inferior.

—¿Ahora entiendes por qué no es bueno hablar de mi pasado?

—¿Crees que estoy celoso? —dijo con una ligera sonrisa en el rostro.

—¿No lo estás?

—Te he visto acostarte con decenas de hombres y mujeres, no me siento amenazado.

Hoseok bufó. —No fueron tantos. No exageres.

—Ya no importa, ahora estás conmigo y sé que vas a terminar amándome.

—¿A sí?

—Sí, te voy a obligar a hacerlo.

Hoseok entonó una ceja, se volvió ligeramente para tomarlo de la cintura y subirlo a su regazo, Xiumin lo abrazó por los hombros, se veía lindo, acarició su espalda mojada y le sonrió socarron.

—¿Y cómo planeas hacerlo?

Xiumin beso su mejilla de forma dulce. —Primero, haré que me desees, tanto que no podrías aguantar sin tocarme.

—Eso suena interesante, estamos hablando mi idioma.

Movió ligeramente la cadera, sobre aquel miembro despierto, Hoseok gimió, antes de tomar su boca y besar con necesidad, no podía tener suficiente de su cuerpo. Xiumin levantó la cadera, ayudando a Hoseok a penetrarlo, bajo lentamente sobre su erección, jadeando por lo bien que le llenaba, beso su cuello, mordiendo su piel caliente. Comenzó moviendo ligeramente su cuerpo, en un vaivén lento, pero, delicioso.

—Estás haciendo un gran trabajo.

Xiumin lo besó, jadeando en su boca, probando el sabor de su lengua, siempre fue exquisito, el sabor era adictivo, creaba en su cuerpo sensaciones que no podía ignorar. Hoseok, por su parte probó con parsimonia la suavidad de sus labios, acariciando su cuerpo, aumentando las estocadas, tenerlo sobre él, moviéndose, con la poca iluminación, entre el agua cálida, mirando sus ojos brillantes, le hizo experimentar un sinfín de emociones que creyó muertas por mucho tiempo.

Cerró los ojos, mirando estrellas bajo sus párpados, Xiumin le abrazó con fuerza, su aliento cálido estaba en su oreja, causando cosquillas, afianzó sus manos en su cintura, ayudandolo a subir, se sentía muy bien estar en su interior. Parecía que todo lo demás podía desaparecer sin problema.

El éxtasis de sus cuerpos, en sintonía, les hizo cruzar la cumbre máxima del placer, Xiumin grito su nombre, y él gruñó, ambos llegando al climax tan esperado, no salió de su cuerpo, no quería hacerlo, deseaba quedarse ahí para siempre, lo abrazó, besando su hombro.

El Rey Del Destino *HopeXiu*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora