La tensión y la frialdad del ambiente, dejaba sin aliento los tres cuerpos que se miraban sin expresión alguna, Hoseok estaba cayendo, era una caída libre y dolorosa, que traía consigo un escalofrío en todo su cuerpo, su mente estaba en blanco, no dejaba de ver a Xiumin quien mantenía la cabeza abajo. Todo aquello parecía tan ajeno, que no sabía realmente cómo actuar, una parte de él quería gritarle, pero su cuerpo no respondía.
—¿Hoseok? —Ken irrumpió con aquella tensión.
Sin mirarlo le respondió. —Dejanos solos. Vete.
Ken asintió, caminó a la puerta mirando con reproche a Xiumin, mentir en Scarlanding era una falta muy grande, repidiaban el engaño, estaba enojado con aquel chico que fingió ser alguien que no era y que puso en problemas a todos.
Cuando escuchó la puerta cerrarse, Hoseok empuñó las manos, estaba realmente molesto, por la situación y por lo que podría pasar.
—¿Por qué no me dijiste que eras un doncel? ¡Habla!
—Lo siento...
—¡¿Crees que con un lo siento vas a solucionar esto?!
Xiumin no aguantó y comenzó a llorar, un llanto desgarrador que hirvio la sangre de Hoseok, frustrado caminó de un lado al otro tratando de controlar sus pensamientos.
—Minseok—dijo con frialdad—. ¿Sabes lo que significa?
—Voy a morir—sollozo.
—Lo vas a hacer—asintió—. ¿O esperas que me vuelva un traidor para mí reino?
—No—negó mirándolo por fin—. No quiero eso, jamás quise eso, esa fue la razón por la que me fui.
—Te van a matar, por haber faltado a las leyes, los donceles no pueden pertenecer a la guardia real ¿Entiendes eso?
—No me importa morir.
—¿Y también sabes que yo pagaré? Porque ese bebé es mío.
—Perdóname—se ahogaba en sus palabras—. Te juro que no le diré a nadie que es tuyo.
—Y sabes también que moriré—gruñó—. Porque no permitiré que te lastimen.
Xiumin abrió los ojos en demasía, le observó perdido, con las manos temblorosas, Hoseok se acercó y él no hizo ademán de alejarse, sintió entonces los brazos envolviendo su cuerpo y se quebró por completo, se aferró con las manos a la chaqueta del general, quien con un nudo en la garganta besó su sien. Estaba cometiendo una equivocación, una traición, lo que juró no hacer, pero, no quería dejarlo morir, mucho menos ahora.
—Basta...yo...
—Matame—susurró contra su pecho—. Hazlo tú.
—Xiumin—lo separó de su cuerpo—. No puedo...yo...maldita sea ¿Por qué hiciste esto?
—Lo siento, yo...
Se separó de él, las emociones que sentía en ese momento eran indescriptibles, se acercó a la puerta y salió. Afuera, Ken estaba recargado en la pared, miraba a la nada con una mueca.
—¿Lo vas a entregar?
—Debería hacerlo.
—Pero no lo harás ¿Verdad? Mierda, jamás lo vi venir, no parece nada un doncel, no es como los demás.
—¿Quién más sabe?
—Sólo yo, ellos no saben quién es—señaló a los hombres—. Piensan que es un doncel cualqueira, no mostraba su rostro, cuando lo interrogue, no deje que nadie lo viera, menos sabiendo a quien pertenecía ese niño.
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El Rey Del Destino *HopeXiu*
FanfictionHan pasado años desde la lucha contra los rebeldes, muchas preguntas sin responder siguien atormentando las cabezas de los grandes reyes, quienes siguen creyendo que nada fue una coincidencia. El regreso de viejos aliados y la aparición de un reino...