El Rey Del Destino *HopeXiu*

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Su cuerpo tembló de frío, apretó los ojos aún cerrados, se sentía entumecido por haber estado durmiendo en una mala posición toda la noche, arrugó la nariz, aspirando un aroma dulce que lo reconfortó al instante, el cual le hizo abrir los ojos y dar un bostezo. Estaba amaneciendo, podía ver el cielo azul claro entre la oscuridad en todo su esplendor, era obvio que no había estado durmiendo en una cama, pero, incluso con eso, sentía que había dormido mejor que en muchos años, el sonido del río lo despertó por completo, estaba tirado en la tierra húmeda, sobre su cuerpo se encontraba el de Kadet, quien dormía plácidamente acostado en su pecho, mientras abrazaba su cintura. Apretó la mandíbula al recordar todo lo sucedido la noche anterior, aún se sentía molesto, confundido y temeroso, no era algo sencillo vivir con esos pensamientos y esos deseos inconclusos. Dio una ligera palmada en su delgada espalda y besó su cabello, sin dejar de respirar su aroma dulce. Era adictivo.

-Kadet, despierta, cariño, despierta.

Su forma apacible de dormir le cautivó por completo, sonrió antes de mirar nuevamente hacia el cielo, ¿Qué gran pecado estaba pagando?. No podía controlar esa sed tan grande de venganza, necesitaba salir de ahí cuánto antes, buscar y encontrar a Namjoon, porque ese lugar era peligroso y no dejaría a Kadet estar con Zoltan, jamás volvería a abandonarlo, no permitiría que le hiciera daño. Nunca. Con pesar, lo sostuvo antes de levantarse con cuidado de no lastimarlo, se sentó acunandolo en su pecho, acarició su mejilla suave y fría, delineando sus labios besó sus párpados hasta que estos comenzaron a temblar y se abrieron, al principio lucio desorientado, pero, después de unos segundos lo vio sonreír, una sonrisa que iluminó sus ojos, no pudo evitar besar tenuemente sus labios y acariciar con su nariz su mejilla, hasta su oreja, besó su sien tratando de atrasar más su separación. No quería soltarlo.

-Está amaneciendo, nos quedamos dormidos, tienes que irte-suspiró, porque dejarlo ir era lo menos que quería hacer en ese momento.

Kadet se sentó de golpe y miró alrededor.

-¡Diablos! -se levantó y sacudió un poco su ropa-. Me tengo que ir, ya casi es hora de que me lleven a SungChan para alimentarlo...yo...lo siento...pero, tengo que irme.

Hoseok se levantó también, se acercó a él y tomó su mano pequeña para dar un apretón, no podía dejar de tocarlo, la ansiedad por la separación era demasiado grande.

-¿Te veré pronto? -preguntó con un nudo en la garganta.

-Espero que sí-sonrió a medias-. Tú también tienes que regresar. Por favor ten cuidado.

-Que no te atrapen-dijo como un mal chiste, que le dejó un sabor amargo en la boca.

Kadet le sonrió nuevamente y asintió, estaba yéndose cuando se detuvo a medio camino y volvió la cabeza, su mirada era penetrante y vivaz, muy diferente al día que lo conoció en aquel acantilado.

-Hoseok, gracias, en verdad te lo agradezco.

-No olvides lo que te dije en la noche, pronto estaremos lejos de aquí.

Vio la duda en sus ojos, una que quería eliminar por completo, Kadet simplemente lo observó un par de segundos para después salir corriendo, Hoseok vio el lugar por donde se había ido con un nudo en la garganta y una gran opresión en el pecho, tomó una bocanadas de aire antes de regresar. Él también sería llamado pronto para desayunar, en el camino de regreso, recordó ser muy cuidadoso y cauteloso, dudaba que confiaran en él, al contrario de todo, creía firmemente que estaba siendo probado. Estaba por entrar en la torre cuando escuchó los sonidos del entrenamiento, aunque dijo que quería ver la manera de entrenar de Las Cumbres, la realidad es que había estado tan centrado en su cabeza y en sus recuerdos de Xiumin y la presencia de Kadet, que lo dejó de lado. Ahora, que sabía lo que Zoltan había hecho, quería verlo caer y para eso tenía que estudiar a la perfección sus habilidades. Se acercó a paso lento, simulando que había recién despertado, era un campo mucho más pequeño que el de ScarLanding, pero eso estaba bien, porque no existían demasiados puntos ciegos.