Máx
Estaba en el cuarto llorando después de que mi padre me hubiera golpeado. Hice algo mal, no fui lo suficiente.
Era diario, me exigía de más, en todo, la escuela, la casa, tengo que ser más.
Cuándo no cumplía sus expectativas de mi papá terminaba así, golpe tras golpe.
Mi cuerpo agarraba forma por lo mismo del trabajo pesado que me ponía, era fuerte, pero no lo suficiente para vencerlo o tal vez si, pero no podía.
Era mi padre.
Maltrato tanto físicamente como mentalmente.
Si no cumplo las expectativas, sufro golpes, eso es.
Había veces en las que los golpes eran tan fuertes que me dejaba moretones por días, alguna vez temí porque me rompiera algo en alguno de sus ataques.
-No es suficiente, tienes que ser el mejor en todo. Hazlo. - Un golpe en mi cara.
-¡No, de nuevo!. - Otro golpe.
Golpe.
Golpe.
Golpe.
Golpe.-¡No sirves!.
Golpe.
Golpe.
Golpe.
Golpe.Fue así toda mi vida, cada hora, cada día, sin falta alguna.
Estaba en el parque sentado en un columpio, veía a todos los niños jugar y saltar de un lado a otro con su familia.
-Hola... - Un niño con acento raro y cabello negro se acercó a mi.
-... Hola. - Le respondí.
-Soy Carlos, ¿Estas bien?, ¿Te caíste? ¿Por qué tienes tantos moretones? . -
-Si me caí. - Mentira. Mi padre me maltrata.
-¿Cómo te llamas?.
-Max.
-¿Quieres jugar conmigo Max?
Solo asentí tímido.
Después de un rato jugar escuche que lo llamaron. Un señor muy parecido a él, tal vez su padre.
-¡Papá, tengo al fin un amigo! - Escuche que le dijo.
Se acercaron a mi hasta quedar enfrente.
-Se llama Max. - Me presento Carlos.
-Mucho gusto jovencito, me llamo Carlos.
Ay.
-Un gusto señor Carlos.
-¿Vives cerca Max?. - Me pregunto.
-Si, a dos casas de aquí. - Le respondí.
-Qué coincidencia, nos acabamos de mudar justo enfrente, seremos vecinos Max, cualquier cosa que necesites, nuestras puertas siempre están abiertas. - Lo quería abrazar.
-Gracias señor. - Tenía ganas de llorar.
Los días pasaban y me fui acercando más a los Sainz, Carlos se volvió mi mejor amigo, en algún momento de nuestras adolescencia le conté lo que pasaba. Pasaba la mayor parte del día en su casa, no quería irme a la mía.
Hubo un día en el que a mi padre le dio un ataque de ira y empezó a golpearme, trate de irme a mi habitación pero su agarre me lo impedía, mis gritos se escuchaban por toda la casa, lloraba y pedía que parara, un golpe en mi cabeza me hizo quedar aturdido, me desvaneci por un momento, ya no sentía nada, ni mis piernas ni mis brazos.
Escuche unas sirenas de policías, deje de sentir el cuerpo de mi padre encima de mi y vi que venía corriendo el señor Carlos hacia mi.
-Tranquilo, tranquilo, estarás bien, te recuperarás. - Caí desmayado.
Después de despertar en el hospital y saber que mi padre está en la cárcel empecé a vivir con los Sainz, el señor Carlos se convirtió en mi padre y Carlos hijo en mi hermano. Estoy tan agradecido con ellos por salvarme esa vez.
-Gracias Christian. - Escuche que dijo Carlos señor al final de la llamada que tenía.
-Bien, se irán con un conocido mio para darles trabajo y hogar, serán libres de mi. - Dijo para soltar una risa.
Carlos y yo queríamos salir a explorar un poco del mundo. Le hablamos de eso a Carlos señor y nos ayudo con todo, papeleo y todo. Después de despedirnos Carlos señor regreso a España mientras que Carlos y yo tomamos el vuelo a Nueva York.
Conocimos a Christian quien nos comprendió y ayudó con todo. Sabía por lo que pasamos, porque si, Carlos también tuvo un pasado.
Christian nos comprendió y nos apoyo en todo, nos dio consuelo y ayuda. Se convirtió en otro padre para nosotros.
Después de un tiempo llegaron otros tres chicos, al parecer a Christian le gusta acoger a chicos con pasado doloroso. Todos nos volvimos amigos pero Carlos, siempre será mi hermano.
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Nuestros Guardaespaldas
RandomCinco modelos, sus nombres, Charles Lecrerc, Sergio Pérez, Oscar Piastri, George Russell y Lance Stroll, una salida ocaciona que tengan un guardaespaldas personal. ¿Qué pasara con ellos?. Un juego hay dentro de todo esto ¿lo podrás resolver?