Capítulo 25

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Charles

Escuche sonar una alarma y solté un pequeño gemido de dolor, no me quería levantar y estaba calientito.

-Dios. - Solo pude decir cuando volvió a sonar.

Me hiba a levantar pero un brazo enredado en mi cintura no me dejaba.

-Duérmete. - Escuche esa voz y sabía de quien se trataba. Carlos. Dios, su voz recién despertado es... Fuerte.

-Me tengo que levantar para el desayuno.

-Un rato más.

No dije nada más y despierto me quede acostado, tal vez fue un impulso pero solo lo hice, acaricie el brazo de Carlos que estaba en mi cintura, tuvo una reacción ya que me apretó más contra el.

Después de unos diez minutos, me levante y esta vez Carlos no se opuso, fui directo al baño y me cambie.

Salí del baño y pude ver a Carlos recargado en la cabecera medio acostado-sentado con un brazo detrás de su cabeza y otro descansando en su cintura. Madre de Dios.

Frunci las cejas al ver su cara.

-¿Qué te paso?. - Le pregunté preocupado y me acerque a él, ya que este tenía unos leves rasguños, tanto en su cara como en sus brazos. Alce mi mano para tocar las heridas.

-¿Te han dicho que tienes unos fans muy intensos?. - Me respondió.

-Lo siento. - Retire mi mano y me aleje unos pasos.

-No es tu culpa. Eh estado peor.

Solo pude asentir. Dios, me sentía culpable, ¿esto es lo que el ganara cuidándome?.

Fui al baño a sacar un botiquín, todos mis baños tenían uno.

Me acerque a él y me senté cerca de el, no me subiría. Al parecer el lo noto ya que se acercó.

Estuve pasando el algodón con agua oxigenada para desinfectarlas, no necesitarían ponerles curitas. Cuando termine de todas no pude evitar volver a decir.

-Lo siento.

El negó con su cabeza. - No, no es para nada tu culpa, también tienen derecho de salir. Además, he tenido peores peleas con los chicos. - Me saco una pequeña risa.

-Gracias, tengo que ir a hacer el desayuno. ¿Me acompañas?. - El solo asintió.

Espere a que fuera al baño a cambiarse y cuando salió nos preparamos.

-¿Bien, como lo haremos?. - Me pregunto emocionado.

-¿Sabes cocinar?. - Primero lo primero.

-Soy el mejor en cocinar cariño. - Me dijo con un guiño. No pude evitar que salga un rubor en mis mejillas.

Sabía lo que significa, hay veces en las que Checo me dice lo mismo.

-Uh, mmm, entonces puedes hacer tocino y huevos, café, jugo y té. Mientras que yo empiezo a hacer las galletas, wafles, hot cakes y el mango. - Le indique.

-¿Te sabes todo de todos?. - Me pregunto.

-Si, cada cosa, cada gesto, cada detalle. - Le afirme.

Seguimos en silencio, pero no era un silencio incómodo, al contrario, se sentía tan cómodo e incluso relajante.

Trataba de alcanzar la harina para hacer hot cakes pero estaba muy alto, trate de buscar un banco o algo pero no había nada, dios, se supone que soy modelo y tengo que estar alto. Daba brinquitos para ver si podía alcanzarla.

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