Capitulo 59

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Checo 

-Maldito Carlos, como me caes mal de verdad. - Le dije a Carlos cuando llego a la cocina. 

-Dios mio santo Checo, voy despertando y ya empieza lo agresivo. 

-Eres muy molesto y me irritas. - Le dije mientras tomaba de mi café. 

-Mejor, deberían de dejar de pelear, y tu Checo debes de desayunar porque vas a salir con Max. - Dijo Charles mientras aparecía por la cocina con el desayuno. 

-¿Vas a salir con el Leoncito?. - Me dijo Carlos burlón. 

-Mira que te metería un putazo por graciosito pero estamos en la mesa y respeto. 

-Par de niños inmaduros. - Susurro Charles mientras tomaba de su té. 

-El empezó, yo me desperté con buenos ánimos el día de hoy. - Dijo Carlos. Chismoso. 

-Charles, ¿Qu'est-il arrivé à ta mère?, ¿Que t'a-t-il dit ?. ¿Qué paso con tu madre?¿Qué te dijo?. -Note como suspiro para agarrar aire y contarme. 

-¿Estas listo?. - Interrumpió Max, voltee a verlo y después a Charles. 

-Ve, luego te cuento. 

-¿Estas seguro?, ¿estarás bien?. - Le pregunte preocupado. 

-Tranquilo, ve a divertirte. - Me despedí de el con un beso en la mejilla y salí con Max. 

-Muy bien, ahora, ¿qué vamos hacer?. - Le dije mientras frotaba mis manos. 

-Iremos a Brujas. - Me dijo sonriendo. 

-¿Disculpa?. ¿brujas?. - No entendía nada.

-Es una ciudad, tranquilo. - Me dijo soltando una risa. 

Nos habíamos subido a una camioneta para que nos llevara. 

-Te tengo un regalo. - Me dijo Max y me extendió una pequeña caja de color negro. 

-Si me salta algo, ¿Qué te hago?.

-Nada porque no hay nada malo dentro. 

Abrí la pequeña caja y encontré una pulsera de oro hermosa sin duda, tenía diseños trenzado tan fino que se veía que se rompería, colgaban pequeños aros en el. 

-Son para poner dijes, ya lo veraz. - Me dijo Max sonriendo y que hermosa sonrisa tiene. 

Llegamos a la dichosa ciudad y wow... me arriesgo a aguantar el frío para ver estos hermosos edificios. 

Perfectamente conservada, en esta bellísima ciudad medieval es casi una obligación perderse por sus calles empedradas y canales rodeados de preciosos edificios, construidos con la arquitectura típica flamenca de ladrillo y fachadas de colores.

-Bienvenidos a Brujas. - Me dijo Max extendiendo sus brazos y sonreí. 

-Es muy hermoso sin duda. 

Claro, algo tenía que arruinarlo. 

×S,S×

-Maldito, no me deja ni disfrutar mi día. - Susurre cuando lo vi y apague el teléfono. 

-¿Qué te parece unos helados primero?. - Sugirió Max y me arrastro a un pequeño camión que los vendía. 

Compramos unos helados y cuando abrí mi boca para probar un poco del helado, Max empujo mi mano que hizo que me manchara de helado y el señor río. 

-Son una bonita pareja. - Fue lo que dijo el señor y antes de que pudiera negarlo, Max hablo. 

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