Capítulo 43 : Inolvidable

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Aurora:

La noche en la casa de playa estaba en su apogeo. Después de la propuesta y la celebración, nos dirigimos al salón, donde la atmósfera era cálida y acogedora. Las luces suaves y el sonido lejano del mar creaban el ambiente perfecto para un momento íntimo.
Nos sentamos en el sofá, todavía riendo y conversando sobre el futuro. Eric, siempre el más directo, fue el primero en acercarse. Se inclinó y me besó suavemente, sus labios cálidos contra los míos. Sentí una oleada de deseo recorrer mi cuerpo, mientras Adrián se unía a nosotros, sus manos acariciando mi cabello.

—Eres tan hermosa, Aurora —murmuró Adrián, sus ojos llenos de amor y deseo.

Respondí a sus besos, mi cuerpo reaccionando a su cercanía. Eric deslizó sus manos por mi espalda, desabrochando mi vestido con habilidad. Sentí sus labios en mi cuello, enviando escalofríos de placer por mi piel.
Me dejé llevar por la pasión del momento, mis manos explorando sus cuerpos. Nos movimos juntos, nuestros besos y caricias intensificándose con cada segundo. Adrián y Eric trabajaban en perfecta sincronía, haciéndome sentir deseada y amada.

—Te quiero, Aurora —susurró Adrián, sus palabras llenas de emoción mientras nuestros cuerpos se unían.

Sus palabras me llenaron de una calidez indescriptible, y respondí con un gemido de placer. Eric nos observaba, sus ojos oscuros y llenos de deseo, antes de unirse a nosotros. La sensación de estar entre ellos dos era abrumadora, pero de la mejor manera posible.

Adrián se sentó en el sofá conmigo encima , rápidamente se desabrochó el cinturón y se acomodó mejor en el sofá, mientras Eric estimulaba mis puntos sensibles,  dirigiendo sus dedos a mi entrada y lubricando mi ano con mi excitación.

—Abre las piernas, amor— Me ordenó Adrián en un susurro

Rápidamente puse mis piernas a cada lado del sofá quedando completamente abierta para ellos, bajando sobre la verga de Adrián sentí como mi parte trasera se abría cada vez más , Eric que estaba de frente a nosotros llevó su verga a mi entrada penetrándome a la misma vez que Adrián, la sensación de siempre me envolvía una vez más .

—Lleva una de tus manos tu clítoris y estimúlalo  — Me ordenó Eric mirándome excitado.

Dirigiendo mi mano a mi clítoris , comencé a estimularme sintiendo como cada parte nerviosa de mi cuerpo respondía a lo que estaba sucediendo.

Con la última estocada y las palabras de amor que nos susurraba Adrián, nos encontramos en un sonoro gemido de placer, dando fin a nuestro climax. Nos quedamos abrazados en el sofá, recuperando el aliento mientras el sudor brillaba en nuestra piel. Adrián me besó suavemente, sus labios suaves contra los míos.

—Eres increíble, Aurora —murmuró, acariciando mi mejilla.

—Lo mismo digo —respondí, sonriendo mientras me acurrucaba entre ellos.

Pasamos el resto de la noche hablando y riendo, disfrutando de la compañía mutua. Me sentí completamente amada y segura, sabiendo que había encontrado mi lugar junto a estos dos hombres increíbles.
Al día siguiente, empaqué mis cosas con una sensación de melancolía y alegría. Habíamos tenido un fin de semana maravilloso, lleno de amor y descubrimientos. Sabía que volveríamos a la realidad, pero también sabía que nuestra relación se había fortalecido.
El viaje de regreso a casa fue tranquilo. Adrián y Eric hablaban sobre planes futuros, mientras yo me perdía en mis pensamientos, recordando cada momento especial que habíamos compartido.
Cuando finalmente llegamos a la ciudad, me sentí renovada y lista para enfrentar lo que viniera. Sabía que este fin de semana era solo el comienzo de algo hermoso y duradero

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