Trilogía del Deseo

Capítulo 45 : Cena con la Familia

Aurora:

Habían pasado unos días desde nuestra conversación sobre el método anticonceptivo, y la vida seguía su curso. El trabajo en la oficina estaba tranquilo y mi relación con Adrián y Eric continuaba creciendo. Cada vez me sentía más integrada en sus vidas, y la conexión entre nosotros se hacía más fuerte. A pesar de todo esto, había un tema importante que se avecinaba en nuestra vida: conocer a los padres de Adrián.
La sorpresa de la cena con sus padres se había convertido en algo más grande de lo que imaginaba. Adrián y Eric habían insistido en que esta cena era para que yo conociera a su familia. Los preparativos estaban en marcha, y había un aire de nerviosismo y emoción en la casa.

El día de la cena llegó. Me preparé con cuidado para la ocasión. Elegí un vestido verde claro que resaltaba mis ojos y que me hacía sentir elegante y cómoda. Mientras me arreglaba, no pude evitar sentirme un poco nerviosa. Esta cena era importante; conocer a los padres de Adrián significaba mucho para mí.

Cuando llegamos a la casa de Adrián, una mansión aún más impresionante de lo que imaginaba, me recibió un ambiente cálido y acogedor. La entrada estaba decorada con luces suaves y flores frescas, creando una atmósfera elegante pero relajada. Adrián y Eric me guiaron hacia el salón principal, donde ya estaban sus padres esperándonos.
La primera impresión que tuve de los padres de Adrián fue la de una pareja encantadora. Su madre, Helen, tenía una sonrisa cálida y una presencia reconfortante. Su padre, Robert, era el epítome de la sofisticación y la amabilidad. Me recibieron con una calidez que me hizo sentir bienvenida de inmediato.

—Aurora, me alegra finalmente conocerte —dijo Helen, extendiéndome una mano amable.

—He oído mucho sobre ti.—

—Yo también estoy encantada de conocerla, señora Helen —respondí, sintiendo que mi nerviosismo se desvanecía un poco con su amabilidad.

Robert se acercó y me dio un cálido abrazo.

—Adrián y Eric nos han hablado mucho de ti. Es un placer conocerte en persona.—

La cena comenzó con una conversación animada sobre temas generales. Helen y Robert eran muy amables y se mostraban genuinamente interesados en mi vida. Hablamos de mi trabajo, de cómo me había adaptado a la vida con Adrián y Eric, y de mis planes para el futuro. Me hicieron sentir parte de la familia con sus preguntas y comentarios.
Helen comentó sobre lo hermosa que era la decoración de la cena.

—Todo está perfecto, y tu vestido es simplemente encantador. Adrián y Eric siempre tienen buen gusto.—

Robert, por su parte, se mostró interesado en mi y en cómo había llegado a trabajar con Adrián y Eric.

—Me parece fascinante cómo has logrado adaptarte y crecer en tu rol. Debe ser un entorno muy dinámico.

A medida que la cena avanzaba, la conversación se volvió más relajada y personal. Compartí historias sobre mi vida, mis sueños y mis esperanzas para el futuro. Helen y Robert compartieron anécdotas sobre Adrián y Eric cuando eran más jóvenes, lo que me hizo reír y sentirme aún más cercana a ellos.
La comida fue deliciosa y se sirvió con elegancia. Durante el postre, Helen se inclinó hacia mí y dijo:

—Adrián y Eric nos han contado mucho sobre ti, pero verlo por nosotros mismos ha sido aún más especial. Eres una persona encantadora, y estamos muy contentos de que estés en la vida de nuestro hijo.—

Sentí una oleada de gratitud. La aceptación de los padres de Adrián significaba mucho para mí, y sus palabras me hicieron sentir que había encontrado un lugar en sus corazones.

—Gracias, Helen. Eso significa mucho para mí. Estoy muy feliz de estar aquí con ustedes y de ser parte de la vida de Adrián y Eric.—

Después de la cena, nos sentamos en la sala a tomar una copa de vino y a seguir conversando. La atmósfera era relajada, y el tiempo parecía volar. Helen y Robert hicieron todo lo posible para asegurarse de que me sintiera cómoda y bienvenida.
Finalmente, llegó el momento de despedirnos. Adrián y Eric se despidieron afectuosamente de sus padres, y yo les di un cálido abrazo de despedida.

—Gracias por una noche tan maravillosa —les dije a Helen y Robert.

—Ha sido un placer conocerlos.

—El placer ha sido nuestro —respondió Helen

—Esperamos verte de nuevo pronto.—

Mientras salíamos de la casa, Adrián y Eric me miraron con sonrisas satisfechas.

—¿Cómo te fue? —preguntó Adrián.

—Fue increíble —respondí—.

—Me siento tan feliz de haber conocido a tus padres. Son personas maravillosas.—

Eric asintió, su expresión seria suavizada por una sonrisa.

—Nos alegra saber que te gustó.—

El viaje de regreso a casa fue tranquilo.

Mientras estábamos en el coche, el ambiente estaba cargado de una sensación de satisfacción y cercanía. La cena había sido un éxito, y sentía que mi lugar en la vida de Adrián y Eric se fortalecía cada día más.

—Fue una noche perfecta —dije, mirando a ambos con una sonrisa

—Gracias por darme la oportunidad de conocer a tu familia.—

Adrián tomó mi mano y la apretó suavemente.

—Lo mereces, Aurora. Queríamos que supieras cuánto significas para nosotros.

Eric, con su habitual seriedad, añadió:

—No hay nada más importante para nosotros que verte feliz.

Cuando llegamos a casa, el ambiente estaba lleno de una sensación de amor y gratitud. Me acerqué a Eric mientras estábamos en la cama. Mirándolo con una mezcla de curiosidad, le dije:

—Amor, perdona si mi pregunta es imprudente, pero... ¿Podrías contarme un poco sobre tus padres? Me encantaría conocer más de ellos.—

Eric me miró, su expresión seria pero con un toque de calidez. Después de un momento de reflexión.

—Nena, es una pregunta interesante. Quizá en algún momento te cuente más sobre ellos. Ahora mismo, prefiero que dejemos eso para más adelante.

Su respuesta me dejó con una mezcla de curiosidad y comprensión. Era evidente que había partes de su vida que aún no estaba listo para compartir completamente, pero también sentí que estaba dispuesto a hacerlo en su propio tiempo.
Nos acomodamos en la cama, rodeados por la sensación de cercanía y amor. La noche continuó en silencio, con el suave sonido de nuestra respiración como única compañía