Trilogía del Deseo

Capítulo 58: El Mejor Regalo de Navidad

Aurora

La noche antes de Navidad estaba llena de emoción y anticipación. La casa en Vermont estaba decorada con luces y adornos, creando un ambiente acogedor y festivo. Después de un día lleno de actividades en la nieve con Pablo, finalmente nos retiramos a nuestra habitación.

La chimenea crepitaba suavemente, y la habitación estaba cálida y acogedora. Adrián y Eric estaban a mi lado, y todo parecía perfecto.

—Tengo algo que decirles —dije, sintiendo mi corazón latir más rápido. Sabía que este era el momento perfecto, pero aún así, no podía evitar sentirme nerviosa.

—¿Qué sucede, Nena? —preguntó Eric, acercándose y acariciando mi mejilla.

Tomé un profundo respiro y me levanté para buscar los regalos que había preparado. Volví con dos pequeñas cajas envueltas con esmero y se las entregué a cada uno.

—Ábranlas —dije, tratando de mantener mi voz firme.

Adrián y Eric se miraron con curiosidad antes de empezar a desenvolver los regalos. Cuando abrieron las cajas, sus ojos se llenaron de sorpresa al ver los diminutos bodys de bebé que decían

"Hola, Papá".

—¿Esto es en serio? —preguntó Adrián, sus ojos llenos de incredulidad mientras miraba el pequeño body en sus manos.

—Dime que no estás bromeando, Aurora.—Me dijo mientras veía cómo sus ojos se iban cristalizando.

Sonreí, aunque mis manos temblaban un poco, y saqué los papeles de mi bolso. Se los entregué a Adrián, quien los leyó rápidamente antes de pasárselos a Eric.

—Es positivo —dije, sintiendo las lágrimas empezar a brotar

—Estoy embarazada.—

Adrián me miró con los ojos llenos de emoción y sorpresa, mientras Eric se acercaba y me abrazaba con fuerza.

—¿Cómo? —preguntó Eric, todavía asimilando la noticia

—¿Cuándo?, ¿No te estabas cuidado? —Preguntó de nuevo.

—Durante la semana en que estaba lidiando con lo de mi tía, me olvidé de tomar mis anticonceptivos. Con todo el estrés y el dolor, simplemente se me pasó. Y... bueno, parece que una de esas noches... sucedió.— dije prácticamente en un susurro.

Hubo un momento de silencio mientras los tres nos mirábamos, procesando la noticia. Finalmente, Eric sonrió y me atrajo hacia él, besándome tiernamente.

—No podríamos tener un mejor regalo de Navidad que este.—

Adrián, todavía abrazándome, miró a Eric y luego a mí, sus ojos brillando de alegría.

—Estamos tan felices, Aurora —dijo, su voz suave y llena de amor

—Esto es todo lo que siempre quisimos, aunque no sabíamos que lo queríamos.—

Nos abrazamos los tres, sintiendo una nueva conexión crecer entre nosotros.

La alegría y el amor llenaron la habitación, y supe que, sin importar lo que viniera, lo enfrentaríamos juntos.
Pasamos el resto de la noche hablando y planeando el futuro. Eric y Adrián estaban emocionados, discutiendo nombres y soñando con el día en que conocerían a nuestro bebé. Mientras los escuchaba, me sentí más segura y amada que nunca.

Finalmente, me quedé dormida, con ellos abrazándome frente a la chimenea. Sabía que esta Navidad sería inolvidable, y no podía esperar para ver qué nos deparaba el futuro como familia.

Eric:

Mientras Aurora dormía plácidamente entre Adrián y yo, no pude evitar observarla. Sus manos descansaban protectoras sobre su abdomen, y la realidad de su embarazo comenzó a asentarse en mi mente. El miedo y la emoción se mezclaban dentro de mí. ¿Seríamos buenos padres? ¿Estábamos preparados para este nuevo capítulo?

Miré a Adrián, quien también observaba a Aurora con una sonrisa tranquila. Sentí un alivio profundo al ver su serenidad, sabiendo que juntos podríamos enfrentar esto.

—Esto va a cambiar todo —dije en voz baja, tratando de no despertar a Aurora.

Adrián asintió, acariciando suavemente el cabello de Aurora.

—Sí, pero en el mejor de los sentidos. Este bebé nos dará una nueva razón para ser mejores, para amarnos más.—

Asentí, sintiendo una oleada de tranquilidad.