Capítulo 59 : Navidad

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Aurora:

Me desperté temprano el día de Navidad, sintiendo una calidez reconfortante a mi alrededor. Al abrir los ojos, vi que Eric y Adrián dormían a ambos lados de mí, con sus manos descansando protectoras sobre mi abdomen. Aunque aún no se notaba mi embarazo, la idea de lo que vendría me llenaba de emoción y ternura. Me pregunté cómo sería cuando mi barriga comenzara a crecer, y un sentimiento de amor profundo me envolvió.

Con cuidado, me levanté de la cama sin despertarlos y me dirigí al baño para prepararme para el día. Mientras me lavaba la cara, no pude evitar sonreír. Este sería el primer día de Navidad en el que celebrábamos no solo como pareja, sino también como futuros padres. Después de vestirme con un suéter navideño cómodo, bajé a la cocina para preparar el desayuno.

Cuando el olor del café y las tostadas comenzó a llenar la casa, subí nuevamente para despertar a los chicos. Adrián fue el primero en abrir los ojos, y una sonrisa somnolienta apareció en su rostro.

—Buenos días, mamá —murmuró, estirándose y dándome un beso.

Eric se desperezó a su lado y me atrajo hacia él, envolviéndome en un abrazo cálido.

—Feliz Navidad, nena—dijo, besándome suavemente—

—¿Lista para sorprender a Pablo?—Asentí, sintiendo la emoción crecer dentro de mí.

Juntos, nos levantamos y fuimos a despertar a Pablito, que dormía profundamente en su habitación.

—¡Cielo! —dije suavemente, acariciando su cabello.

— ¡Es Navidad! ¡Es hora de abrir los regalos!—
Sus ojos se abrieron de par en par y una sonrisa radiante apareció en su rostro.

Saltó de la cama y corrió hacia la sala de estar, donde el árbol de Navidad brillaba con luces y adornos. Adrián y Eric se unieron a nosotros, ayudándome a llevar el desayuno a la sala.

Nos sentamos todos juntos, disfrutando del desayuno y de la compañía mutua. Después de comer, comenzamos a abrir los regalos. La emoción de Pablo era contagiosa, y sus risas llenaron la habitación mientras desempaquetaba sus juguetes nuevos.

Finalmente, tomé un regalo especial y se lo entregué a Pablo. Era una pequeña caja envuelta con esmero, y supe que este sería el momento más emotivo del día.

—Cielo, este regalo es muy especial —dije, arrodillándome a su lado

— Ábrelo.—

Con cuidado Pablo rasgó el papel de regalo y abrió la caja, encontrando una diminuta prenda de bebé que decía "Vas a ser Tío". Se quedó mirando la ropa, confundido al principio.

—¿Qué significa, Aurora? —preguntó, sus ojos grandes y curiosos.

Me arrodillé a su lado y lo abracé, sintiendo las lágrimas de felicidad comenzar a brotar.

—Significa que voy a tener un bebé, Cielo—dije suavemente

— Vas a ser tío.—Sus ojos se llenaron de lágrimas y me abrazó con fuerza.

—¿En serio? —dijo, su voz temblando de emoción.

—¡Voy a ser tío!—Asentí, sonriendo a través de mis propias lágrimas.

—Sí, cariño. Vas a ser tío.—Pablo, me abrazó aún más fuerte, y sentí su pequeño cuerpo temblar de emoción.

—Pero, ¿me vas a dejar solo? —preguntó, su voz llena de preocupación

— ¿Me vas a cambiar por el bebé?—Negué con la cabeza, acariciando su cabello.

—Claro que no, cielo. Tú siempre serás mi primer amor y mi prioridad. Este bebé será una nueva adición a nuestra familia, pero nunca te reemplazará.—

Adrián y Eric se unieron a nosotros, envolviéndonos en un abrazo familiar.

La emoción y la alegría llenaron el resto del día mientras seguíamos celebrando. Nos reímos, jugamos y disfrutamos de la compañía mutua, creando recuerdos que atesoraríamos para siempre. Y aunque sabía que el camino por delante no sería fácil, tenía la certeza de que, con Adrián, Eric y Pablo a mi lado, podríamos superar cualquier cosa.

Adrián:

Mientras observaba a Aurora y Pablo abrazarse, no pude evitar sentir una profunda sensación de gratitud y amor. La noticia de que Aurora estaba embarazada había sido el mejor regalo de Navidad que jamás podría haber imaginado. La emoción en los ojos de Pablo y la alegría radiante de Aurora me llenaron de esperanza para el futuro.

Eric se acercó a mí y me tomó de la mano, apretándola suavemente.

—Estamos construyendo algo hermoso aquí, Eric —dije con mi voz llena de emoción

—Esta Navidad marca el comienzo de una nueva etapa para nosotros.—

Asintió, sintiendo una oleada de determinación. Sabía que, sin importar los desafíos que enfrentáramos, lo haríamos juntos como una familia. Aurora, Eric, Pablo y el bebé que venía en camino eran todo lo que necesitaba para sentirme completo.

Nos unimos a Aurora y Pablito en el sofá, envolviéndolos en un abrazo cálido y protector. La chimenea seguía crepitando, y la casa estaba llena de risas y amor. Mientras miraba a mis seres queridos, supe que esta Navidad sería la primera de muchas llenas de alegría, esperanza y amor.

Mientras miraba a Eric, Aurora y Pablo, no pude evitar sentirme abrumado por la emoción. Esta Navidad había traído consigo el mejor regalo imaginable: la promesa de una nueva vida y la certeza de que nuestra familia estaba creciendo de la manera más hermosa posible.
Tomé la mano de Aurora y la besé suavemente, mirándola a los ojos.

—Gracias por este increíble regalo, Aurora —dije, mi voz temblando de emoción. No podría estar más feliz.

Ella sonrió y me abrazó, y supe que estábamos listos para enfrentar cualquier cosa juntos. La vida nos había dado un giro inesperado, pero estaba emocionado por el futuro y por todo lo que estaba por venir.

Nos quedamos abrazados en el sofá, disfrutando de la calidez y la paz de la noche de Navidad.

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