Aquello no era del todo cierto, porque si no fuese porque Mauro y yo éramos amigos y por las cosas que me había dicho de su primo, si no hubiesen aparecido aquellos hombres en nuestro campamento tal vez, solo tal vez, yo le habría dicho que sí a Bastian y me iría con él, pero eso era algo que no pensaba contarles. Cuando estaba a punto de preguntarle a Thaisa cual le parecía a ella el hombre más guapo del campamento un movimiento en la lona que hacía de puerta nos llamó la atención, de pronto apareció el rostro de Rodrigo.
_ Sabía que no era buena idea que os quedaseis todas en una misma habitación.
Inmediatamente nos recostamos otra vez le pedimos perdón y le prometimos que no volvería a suceder.
_ Por la mañana os quiero ver las primeras en la fila para la asignación de tareas.
Después de que se fuese ninguna más habló, a pesar de algunas de nuestras diferencias todas estábamos contentas de estar juntas en la misma habitación. Ya de madrugada nos fuimos despertando unas a las otras, yo sentía que no había dormido lo suficiente pero no me podía quejar porque era algo que nosotras mismas habíamos provocado. Después de hablar con Rodrigo nos fuimos a desayunar, solamente unas pocas personas estaban en la habitación que ejercía como comedor, Fernando era uno de ellos, junto con Amador y su esposa Elena, también estaba Clara, no había podido hablar aún con ella sobre Bastian sé que para Clara tanto Liam como Bastian era como si fuesen sus hijos y los trataba como tal. Tan pronto como terminamos de comer Rodrigo nos apuró para que empezásemos las tareas y así aprovechar bien el tiempo, él estaba seguro de que esa noche estaríamos cansadas para mantenernos despiertas. Ninguna de las cinco trabajamos juntas así que no tuve oportunidad de hablar con ninguna de ellas, me hubiese gustado preguntarle a María por Liam y porque no me lo había contado hasta ahora. También me hubiese gustado hablar con Melisa y aclarar los malentendidos o las dudas que tuviese con respecto a Bastian y a mí, o preguntarle a Thaisa cuál era su candidato perfecto, o a Lía si ya había iniciado algún tipo de relación con Mauro, me sorprendió que mi amigo no me contase nada de aquello, se suponía que no teníamos secretos entre nosotros, además si tenía alguna duda de que le hablase mal de Lía o me molestase su relación no era el caso, ella me caía muy bien. Después de que pudiésemos parar para descansar nos juntamos de nuevo los siete, evitamos hablar con los chicos del tema de anoche y charlamos de cosas triviales, aunque yo no podía evitar darle un pequeño codazo a María que estaba a mi lado cuando Lía le decía cosas amables a Mauro, le sonreía o le ponía ojitos, en fin detalles que tienes con la otra persona de la que estás enamorada, aunque al parecer mi amigo o no se enteraba o evitaba que los demás nos diésemos cuenta. Después de comer regresamos a nuestras tareas, mientras algunas personas nos encargábamos de recoger el agua del mar y llevarla a uno de los edificios para su desalación vi a Thaisa y Lía discutiendo, a las dos las habían juntado para que recogiesen y luego pusiesen a secar distintas clases de hierbas que había en el lugar, Thaisa se había alejado de allí mientras Lía le gritaba zorra, parecía que lo que había sucedido era algo serio, esperaba que lo solucionasen, me gustaba el grupo que habíamos formado las cinco y no quería que se rompiese. Después de hablar con Fernando para que viese a Alba porque se había cortado en el pie con uno de los cristales que había en la arena ya que a pesar de que varios de nosotros insistimos en que no caminase descalza, ella no nos hizo caso regresé a mi tarea, pero antes de encaminarme hacia la playa vi a Lía que salía por una de las esquinas del edificio con los ojos llorosos y se adentraba en él, ¿qué le estaba sucediendo aquel día a Lía?, ¿se habría peleado otra vez con Thaisa?, esa noche después de la cena tendríamos que hablar las cinco antes de que aquello afectase a todo el grupo. Caminé en la misma dirección en la que antes vi a Lía aparecer y después de rodear una de las tiendas de acampada que aún seguía levantada me encontré con Mauro y Thaisa besándose de una manera escandalosa, en un primer momento no supe reaccionar, me quedé paralizada, no solo porque jamás había visto besar a Mauro, sobre todo de aquella manera, lo que más me impactó fue que no era Lía la que estaba en sus brazos y Thalía sabía lo que nuestra amiga sentía por Mauro, ¿entonces porque se comportaba de ese modo? Cuando me iba a marchar escuché mi nombre en boca de Thalía, seguí caminando a paso rápido, quería alejarme de esos dos pero mi supuesta amiga me alcanzó y con ojos vidriosos me pidió perdón.
_ ¡No soy yo quien te debe perdonar!, ¿sabes que Lía os vio y que acaba de irse llorando a la habitación?
_ Lo siento mucho pero quería explicároslo ayer pero no tuve ocasión, iba a hacerlo esta noche, te lo prometo.
_ Pues más vale que lo hagas porque Lía no creo que pueda perdonarte.
_ Ella lo sabía.
_ ¿Qué sabe?
Escuchamos unos gritos y luego gente corriendo en una única dirección, las dos seguimos a esa gente para saber lo que estaba ocurriendo, cuando llegamos al frente del edificio vimos como algunos se habían acercado a una persona que estaba tirada en el suelo, a lado había un gran charco de sangre , inmediatamente reconocí aquellas ropas y aquel pelo, intenté avanzar hasta llegar a ella pero alguien me lo impidió, mis lágrimas se asomaron rápidamente a mis ojos, grité para que me dejasen llegar hasta ella pero unos brazos me agarraron por detrás impidiéndome seguir adelante, alguien estaba apartando a la gente del lugar, Fernando había llegado a su lado y después de comprobar las constantes vitales negó con la cabeza en dirección a Liam, ¡no, no podía ser, no podía estar muerta! Un frío brutal empezó a recorrer mi cuerpo, el miedo se apoderó de mí, intenté deshacerme de las manos que me agarraban y me mantenían aprisionada, al levantar la cabeza vi que se trataba de Mauro que me miraba con el rostro compungido y ojos vidriosos, con fuerza me separé de él mientras lo miraba con reproche.
_ ¡No me toques, ha sido tu culpa!
_ ¡Qué!
_ ¡Sí, tú y Thaisa le habéis hecho esto!
_ ¿De qué cojones estás hablando?
_ Ella, ella estaba enamorada de ti y tú la has engañado, los dos la habéis engañado. ¿Sabes?, creí que tú eras distinto a los demás pero me he equivocado, tú no eres mejor de Bastian.
Empecé a caminar hasta mi habitación pero después de unos cuantos pasos me cogió por un brazo del que yo me solté rápidamente.
_ ¡No me toques!
_ ¿Crees que puedes decirme todo eso y luego irte sin más?
_ ¡Suéltame Mauro y aléjate de mí!
_ No puedes esconderte de mí Vera, en algún momento tendrás que hablar conmigo.
_ ¡No pienso hacerlo Mauro porque me voy de aquí!
_ ¿De qué mierda estás hablando?, sé que Lía era tu amiga y por eso debemos hablar pero deja de decir tonterías.
No quise seguir escuchándolo, le volví a repetir que se alejase de mí y después corrí hacia mi habitación, no nos estaba permitido salir de allí hasta que se aclarase lo que había ocurrido con Lía. Al llegar al cuarto me encontré a Melisa y a María, no había rastro de la traidora, ellas me observaban con el rostro bañado en lágrimas.
_ ¿En dónde está Thaisa?
_ No lo sabemos, ¿por qué, qué ha pasado?
_ Deberíais preguntárselo a ella.
_ ¿Qué estás haciendo?
_ Me voy, ya no soporto estar en este lugar.
_ ¿Qué?, ¿es que te has vuelto loca o qué?, todos lamentamos lo que le ha ocurrido a Lía no eres la única pero no cogemos nuestras cosas y salimos de aquí huyendo y abandonando a tus amigas y a los que te quieren.
María se había acercado a mí y me tenía cogido de una asa la mochila, seguía con el rostro humedecido por las lágrimas pero ahora se veía enfadada.
_ Déjame María, no quiero pelearme contigo, además tú también me abandonaste allá en la cueva, ¿o lo has olvidado?
Seguí metiendo lo poco que tenía en la mochila y luego me la eché al hombro, ellas me observaban sin decir una palabra, las miré una vez más antes de hablarles.
_ Lo siento pero puede que no sea tan fuerte como vosotros, ya no puedo seguir aquí.
Antes de que pudiese salir de la habitación entró Liam y después de echarnos un vistazo rápido a las tres se centró en mi mochila y me la arrancó de mi hombro.
_ ¿Qué crees que estás haciendo?, ¡eso es mío!
_ Eso pregunto yo, ¿qué diablos piensas hacer marchándote ahora, cuando falta poco para que oscurezca?, ¿y a donde piensas ir?
_ Eso no es asunto tuyo, dame la mochila.
_ No, antes hablemos.
_ ¡Qué!
Sin que pudiese decir nada más me cogió de la mano y me llevó fuera de la habitación, salimos del edificio, allí a unos metros de nosotros ya no estaba el cuerpo de Lía, solo quedaba una pequeña mancha roja que nos recordaba lo que había ocurrido, me quedé observándola hasta que Liam volvió a tirar de mí y me llevó hasta la playa.
_ ¿Qué hacemos aquí?
_ ¡Siéntate, vamos a hablar!
Me crucé de brazos antes de mirarlo con ojos desafiantes.
_ ¡Y si no quiero!
_ Por favor hazlo, luego si aún quieres irte no te lo impediré aunque eso será mañana, como te he dicho pronto anochecerá, además debemos hablar de lo que le ocurrió a Lía.
_ ¿Por qué conmigo?
_ Porque tú eres amiga de ella y de Thaisa y también de Mauro.
Giré mi rostro y lo miré de frente algo sorprendida por aquella respuesta.
_ ¿Qué pasa con Thaisa y Mauro, que te han contado?
_ Ella vino a nosotros, se siente culpable de la muerte de su amiga.
_ Lía no era su amiga, a las amigas no se le hacen eso.
Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas, puse todo mi empeño en que no me viese llorar, yo no lloraba delante de otras personas, no siempre.
_ ¿Qué sabes tú de todo esto?
_ Pregúntaselo a esos dos.
_ Te lo estoy preguntando a ti.
Le dije más o menos lo que había visto ese día, sentía que los responsables de aquella tragedia eran mi mejor amigo y una de mis recientes amigas, o así la creía yo.
_ ¿Sabes que Lía era una chica emocionalmente inestable?
_ ¿Qué significa eso?
_ Que no era la primera vez que intentaba suicidarse.
_ ¿Qué?
_ Mira será mejor que hables con Clara, si después de hacerlo sigues queriendo irte del campamento no te lo impediré, además creo que también debes hablar con Mauro, está bastante alicaído. Ahora deberíamos irnos y ocuparnos de su entierro, seguramente le gustaría que estuvieses allí.
Regresé al complejo triste y cabizbaja, aun resonaban en mi cabeza las últimas palabras de Liam, _ “no era la primera vez que intentaba suicidarse”, me despedí de él prometiéndole que hablaría con Clara antes de irme, dentro de media hora todos teníamos que estar en el jardín trasero para despedirnos de Lía antes de enterrar los restos después de quemarla. Algunos de los que estaban allí habían derramado unas cuantas lágrimas por Lía, observé a Mauro, mantenía la cabeza baja sin mirar a nadie, parecía que lo estaba pasando verdaderamente mal y aquello me encogía el corazón, luego miré a Thaisa, estaba a varios metros de distancia de mi amigo, a su lado se encontraba María y al otro Melisa, su rostro también estaba bañado en lágrimas pero yo no me las creía, me miró unos segundos antes de que bajase la mirada, María me hizo una señal para que me acercase a ellas pero la ignoré. Después del entierro decidí caminar sola por los alrededores, le había prometido a Liam que no me marcharía sin hablar antes con Clara y eso pensaba hacer pero necesitaba unos cuantos minutos para ir en su busca. Cuando iba a bordear el edificio que estaba más alejado escuché las voces de unas chicas hablando sobre Lía.
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TABSAVIT
Historical FictionEn un mundo de caos y de destrucción una chica lucha por sobrevivir junto a su mejor amigo Mauro y acaban en un campamento junto a otra gente que también huyen de una vida precaria, allí conoce el amor y el calor de una gran familia pero también e...