Semana diecisiete, semana dieciocho y semana diecinueve

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Durante los siguientes días trabajamos sin descanso hasta acondicionar aquellas instalaciones, tapamos algunas ventanas con lonas, sacos y otros materiales para intentar conseguir un mejor aislamiento del frio exterior en invierno y el calor sofocante en verano, destinamos uno de los inmuebles para la convivencia, otro nos serviría de almacenamiento y el último de entrenamiento y diversas actividades, al igual que de  cuadras para los animales. También habíamos preparado el jardín para futuras plantaciones, ahora que el trabajo de limpieza estaba casi terminado el lugar ya no se veía tan mal y ya nos podíamos relajar un poco. Casi no había hablado con Liam desde que había vuelto, todos estábamos ocupados, pero aquella tarde se acercó a mí mientras recogía un poco de agua y nos sentamos a charlar.
_ Supongo que ya sabes lo del embarazo de Melisa y del supuesto padre.
_ ¿Por qué dices del supuesto padre Liam, acaso tú no crees que ese hijo sea de Bastian?
_ No sé, conozco a mi amigo y me cuesta creer en una posible relación con Melisa y sobre todo que la dejase embarazada y se haya ido sabiendo la situación, él no es de esos, no me encaja.
_ ¿Has hablado con ella?
_ Sí y insiste que Bastian es el padre.
_ No tiene porque mentir, no me parece de esas, además yo sí la creo, he visto a Bastian con una mujer casada, tal vez no lo conozcas tan bien, todos tenemos nuestros secretos.
_ Puede, pero espero que regrese pronto y aclare todo este asunto, alguna gente ha perdido la confianza en él y eso no me gusta. ¿Y tú cómo estás?
_ ¿Por qué lo dices?
_ Sé que él se preocupa por ti más que por cualquier otra persona, lo he visto, os he visto y sé que compartíais sentimientos, hemos hablado y sé que siente algo muy fuerte por ti, por eso no puedo entenderlo.
_ Las personas son un misterio, a veces la gente más cercana a nosotros son las que más daño nos hacen.
_ Tal vez tengas razón pero por favor concédele el beneficio de la duda antes de juzgarlo duramente.
_ ¿Crees que también él y Debra..?
No fui capaz de terminar la frase, un nudo en la garganta me lo impedía, pero Liam supo entenderme.
_ No lo sé, no lo creo pero no deberías atormentarte pensando en esas suposiciones, además ella y los demás no tardarán en regresar, he ido a la ciudad y ahora sabe dónde encontrarnos, podrás preguntárselo tú misma.
_ ¡Como si me fuese a responder!, ella y yo no nos llevamos muy bien, ya lo sabes.
_ Tampoco te llevabas bien con Thaisa y mírate ahora, quién lo iba a decir, por cierto Rodrigo me lo ha contado y siento mucho lo ocurrido, no tenía que haberos pasado eso, si algún día quieres hablar de ello estaré ahí para escucharte.
_ Gracias.
Liam se había alejado pero yo seguía allí sentada perdida en mis pensamientos, recordaba la última vez que Bastian y yo nos vimos y estuvimos hablando, a mi mente llegaron los recuerdos, sus palabras, me preguntó si estaba dispuesta a marcharme con él, que  estaba preparado para tener una relación conmigo sin tener que esconderse o sentirse culpable, ¿culpable de qué?, la imagen de Melisa apareció en mi cabeza, esta vez dejé que las lágrimas resbalasen por mi rostro sin que hiciese nada por evitarlas. Cuando regresé con los demás mis ojos no mostraban ningún signo de haber llorado minutos antes, Lía estaba hablando con Mauro, en cuanto mi amigo me vio llegar me sonrió y me hizo una señal con la mano para que me sentase a su lado.
_ ¿Qué tal, de qué estáis hablando?
_ Le estaba diciendo a Lía que no es  justo que las chicas tengáis las habitaciones con las mejores vistas.
_ Eso es porque nosotros fuimos más rápidas y nos la pedimos antes.
_ Tal vez, pero ¿y qué hay de que nos asignen a los chicos las habitaciones de los pisos inferiores?, ¿qué tiene de malo dormir chicos y chicas en la  misma planta?, Liam cada vez se parece más a Bastian.
En cuanto pronunció su nombre me miró y se arrepintió de sus palabras, se hizo un silencio incómodo que se disipó en cuanto vimos acercarse a María y Melisa.
_ ¿Qué hacéis aquí vosotros tres?
_ Mauro se estaba quejando de que le habían dado las peores habitaciones del edificio.
_ No son las peores pero tampoco son las mejores, esas las tenéis vosotros.
María volvió a hablar.
_ Eso es porque nosotros somos más listas
_ No creo que tenga que ver con la inteligencia María, más bien con otras cualidades que poseéis.
_ ¿Nos estás diciendo que solo conseguimos la habitación por ser mujeres?
_ Perdón, no quería decir eso, será mejor que me marche antes de que reciba una patada en los huevos por vuestra parte.
Se fue sonriendo mientras nosotras seguíamos hablando de la suerte que teníamos de haber cogido aquella habitación y que Liam y Rodrigo acabasen por ceder y nos dejasen dormir a las cinco en el mismo cuarto a pesar de que en aquel lugar había suficientes estancias para todos. Thaisa había insistido tanto que al final terminaron por aceptarlo, aunque las normas eran de no ser más de tres personas por habitación, a excepción de las parejas con hijos. Habíamos puesto aquella habitación a nuestro gusto, por la ventana se podía ver a lo lejos el mar, aunque la mayor parte del día estaba cubierta por una lona  que teníamos que desatar para poder tener aquella vista, todas las que estábamos en la habitación sabían de mi miedo a la oscuridad y no les importaba que tuviese uno de los farolillos encendidos durante la noche o si el tiempo lo permitía y la luna era lo suficientemente resplandeciente tener levantada la lona de la ventana para que iluminase el cuarto. Los colchones se habían quedado en el otro campamento ya que teníamos otras prioridades pero por suerte teníamos al alcance de nuestras manos los recursos naturales que podían proporcionarnos cosas de las que aún seguíamos necesitando. En donde se suponía que estaba la  puerta habíamos colocado una lona mucho más larga y ancha para tener algo de privacidad, aunque no aislaba el sonido de nuestras voces cuando intentábamos charlar un rato más mientras otras personas querían dormir. Cuando estábamos a punto de terminar nuestra charla apareció Thaisa, traía el pelo un poco revuelto y su cara estaba acalorada, María se echó a reír y le preguntó si se había dado un revolcón con alguien, Thaisa frunció el ceño y luego se echó a reír.
_ ¿Por qué  dices eso?
_ No sé, porque tienes toda la pinta de haberte enrollado con alguien, ¿vamos dinos quien es él?
_ ¡No seáis tan cotillas y vamos a trabajar!
_ Y eso lo dice la chica más cotilla del campamento.
_ ¡Eh!
Nos echamos a reír y nos pusimos a trabajar, no queríamos que nos echasen la bronca otra vez por demorarnos en nuestros quehaceres diarios. Aquella noche mientras todos se preparaban para dormir y nosotros intentábamos hacer lo mismo Lía que normalmente era la más callada y tímida del grupo nos propuso un juego, teníamos que decir quién de los chicos del campamento nos parecía el más guapo y con quien nos gustaría enrollarnos.
_ Empiezas tú Vera.
_ ¿Porque yo tengo que ser la primera?
_ Porque mientras no tengamos nuestro propio colchón y sigamos durmiendo todas juntas tú eres la que te encuentras en la esquina de esta improvisada cama.
_ ¿Y por qué no empezamos por ti  Thaisa y así nos cuentas con quién te has enrollado esta tarde?
_ Porque yo he decidido primero, así que te toca pringar y no vale decir Bastian, todos somos conscientes de que él ha sido el protagonista de nuestros sueños más lascivos.
_ ¡Thaisa!
_ Perdona Melisa si eso te molestó pero tienes que reconocer María que lo que dije es cierto, estoy segura que más de una en esta habitación ha pensado alguna vez en montárselo con Bastian pero él ahora no está aquí así que solo podemos fijarnos en los chicos que ahora nos rodea. Venga Vera, cuéntanos quien te parece a ti el chico más atractivo del campamento.
_ Está bien, yo diría que Mauro.
_ Noooo, eso no vale.
_ Todas habían gritado y haciendo que luego nos mantuviésemos calladas durante un rato antes de volver a hablar, esta vez escuchamos la voz de María con un par de tonos más bajos.
_ Eso no vale Vera, todos sabemos tu relación especial con Mauro y no es atracción por él, jamás os he visto besaros de una forma pasional ni mirarlo con ojos devoradores así que elige otro tramposilla.
_ Está bien, déjame pensar, puede que Liam.
_ ¿Liam?, ¿no es demasiado mayor para ti?, ¿no tiene como unos treinta años?
Yo sonreí por aquel comentario de Melisa, de las cinco chicas que estábamos allí yo era la más joven pero tampoco nos llevábamos tanta diferencia de edad, con Lía solo me llevaba un par de años y las demás tenían uno o dos más que ella.
_ Solo veintinueve, además se le ve  fuerte e inspira confianza.
_ Ya, eso está muy bien para definir a un padre, un hermano o un amigo, lo que nosotros queremos saber si tendrías un meneo con él, ya sabes, si te enrollarías con él.
Yo me puse colorada, menos mal que la luz del farolillo no alumbraba demasiado como para que mis amigas lo notasen, yo aún tenía mis heridas internas, aquellas con las que compartía mis pesadillas y con las que me hacía mantener las distancias con los chicos, al menos con la mayoría de ellos, Bastian había traspasado esa muralla y yo lo había dejado. Me mantuve callada durante unos minutos hasta que Thaisa habló de nuevo.
_ Te entiendo, es difícil superar a Bastian, a todas nos gustó en su momento pero luego de descubrir que era inalcanzable, bueno solo para algunas al parecer, a veces siento envidia de ti Melisa, tendrás que contarnos algún día que tan bueno es en la intimidad, ahora que nos dimos por vencidas decidimos poner nuestros ojos en alguien más asequible, pero Vera, Liam también es un buen partido. Ahora tú María, ¿con cuál de los chicos te quedarías de todo el campamento?
Mi amiga se mantuvo en silencio unos segundos y luego escuchamos su voz.
_ Yo también pienso como Vera, creo que Liam no está nada mal, es fuerte, musculoso y me encanta su tatuaje del dragón que tiene en el brazo y no, no es tan mayor aunque pueda aparentarlo.
Aquella confesión me dejó un poco a cuadros, nunca me había dicho que Liam le gustase, la verdad es que no habíamos hablado mucho de chicos. ¿Fue por eso que se había quedado en la cueva con él y los demás mientras nosotros huíamos?, ¿sentía Liam lo mismo por ella?, ¿había algún tipo de relación entre los dos? Me moría por preguntárselo pero aquel no era el momento.
_ Uahh, se avecina una lucha entre Vera y María para ver con quien se queda el chico.
_ ¡No va a ver ninguna lucha!, yo no estoy interesada de esa manera en Liam, solo dije que me parecía uno de los más guapos del campamento, yo nunca me pelearía con María por un chico.
_ No sería la primera vez que te peleases por un chico.
_ ¿Qué quieres decir Melisa?
_ Que aquí todas aún recordamos como te peleaste con Debra por culpa de Bastian.
_ No era yo la que buscaba las peleas Melisa, solo trataba de defenderme.
_ Uahhh, aquí se siente como celos por esta zona.
Después de que Thaisa dijese aquellas palabras fue María la que quiso terminar con aquel juego.
_ ¡Ya basta!, es muy tarde, deberíamos dormir.
Todas nos quedamos en silencio, nadie protestó ni dijo una palabra durante al menos cinco minutos hasta que escuchamos la voz de Lía.
_ Yo pienso que el más guapo de todo el campamento es Mauro, además es atento con las mujeres, valiente, gracioso, sabe escuchar y es muy inteligente.
Escuché como Melisa se incorporaba de su lado de la cama.
_ Parece que estás coladita por él, es una suerte que seas amiga de Vera ya que estoy segura que para Mauro es muy importante su opinión.
_ ¿Pero que te ocurre hoy a ti Melisa, porque me intentas atacar de ese modo?
Todos nos mantuvimos calladas hasta que escuchamos un pequeño sollozo por parte de Melisa mientras se disculpaba conmigo.
_ Lo siento Vera creo que tiene que ver con las hormonas, perdóname, no quería incomodarte.
_ Y también con los celos.
Dijo Lía mientras se incorporaba y nos miraba a las dos.
_ Supongo que eso también es cierto, de  alguna forma las dos estuvimos unidas por el mismo hombre.
_ ¡Eso no es cierto Melisa!
Grité yo, me sentía humillada por Bastian y no quería tener nada que ver con él, no deseaba que me tachasen de otra chica más que estaba enamorada de ese idiota que intentaba seducirme mientras había alguien en el campamento que estaba esperando un hijo suyo.
_ Yo no tengo nada que ver con él, nunca nos hemos acostado, no hay nada entre él y yo.
_ Pues los rumores apuntaban a que sí.
Esta vez fue Thaisa la que habló, ya todas nos habíamos incorporado y nos miramos las unas a las otras, aunque las expresiones de nuestro rostro no se podía ver con claridad debido a la escasa luz que emitía el candil.
_ Me da igual lo que digan los rumores pero él y yo jamás tuvimos relaciones íntimas, y Lía,  te  he visto con Mauro y sé lo que sientes por él o eso creo, ahora que lo has confirmado me alegra mucho por vosotros dos, hacéis una pareja estupenda, Mauro y yo somos amigos pero lo que dice Melisa no es cierto, ninguno de los dos influye en la otra persona en temas de ligues, novios o como quieras llamarlo, y él puede salir con quien quiera y yo también.

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