TABSAVIT

Semanas de la treinta y ocho a la cuarenta y una ( tercera parte)

Luego de varios días sin apenas poder dormir mi cuerpo se sentía agotado, por eso cuando vi en lo alto de aquella montaña un edificio de piedra gris oscuro, alargado, con un campanario en una de las esquinas y que tenía toda la pinta de ser un monasterio me sentí aliviada y me alegré de que estuviese más o menos cerca porque al fin podría o intentaría descansar unas horas a pesar de que aún no era de noche, lo necesitaba, más bien lo necesitábamos, ya que el caballo de Hunter empezaba a cojear y teníamos que revisarlo antes de seguir con el viaje para saber el motivo de esa cojera o su estado podía empeorar y tendríamos que abandonarlo y eso era lo que yo menos deseaba, también me preocupaba que durante días no encontrase ninguna pista más de Ulmer, no dejaba de preguntarme si tal vez habíamos tomado la dirección equivocada. Mientras subíamos por aquel camino de tierra y piedras que dificultaba por momentos el trote del animal herido decidimos bajarnos de los caballos y seguir a pie aunque eso nos llevase un poco más de tiempo, por momentos perdíamos de vista el edificio debido a los grandes árboles que lo rodeaban, cuando vimos el monasterio  en frente de nosotros a unos metros de distancia y nos dimos cuenta de que había gente que salía tras los muros ya estaba bastante agotada y a pesar de que eché mi mano al arma que llevaba oculta no llegué a cogerla porque en mi rostro se mostraba una gran sonrisa al ver la cara de Mauro a pocos metros de mí corriendo hacia mi dirección y llamándome por mi nombre, mientras me abrazaba con toda sus fuerzas y me hablaba me sentí emocionada, hacia semanas que no escuchaba su voz, ya casi apenas la recordaba, echaba de menos su cercanía y me sentía a gusto en aquel momento, las pesadillas se habían alejado, por eso no quería despertar, así que mantuve mis ojos cerrados dejando que todas aquellas buenas sensaciones durasen un poco más, escuchaba a lo lejos su voz, la voz de Mauro llamándome y estaba casi segura de que mi boca se había curvado para mostrar una sonrisa porque me sentía contenta de poder escuchar de nuevo a mi amigo, quería permanecer así para siempre, en aquel estado de felicidad. Cuando abrí los ojos nuevamente me encontré acostada en una cama estrecha pero calentita, a mi lado estaba varias personas mirándome con una sonrisa, aquellos ojos podía reconocerlos a todos, levanté la mitad de mi cuerpo y abracé uno a uno a mis amigos, María, Thaisa y por supuesto Mauro, no había sido un sueño, aquello era muy real y estaban allí, por fin los habíamos encontrado, por fin había regresado a casa. Estaba muy contenta de verlos y empezaron a hacernos preguntas pero Clara apareció con una sonrisa, me traía algo de comer para que repusiese fuerzas, le dije que no necesitaba traerme nada ya que yo misma podía levantarme y servirme, me alegraba verla de nuevo y también le di un abrazo enorme, luego se fue dejándome a solas con Mauro ya que él insistió en quedarse.
_ No pienso dejar que te vayas de nuevo de mi lado, no sabes lo mal que lo he pasado durante todo este tiempo sin saber de ti, incluso llegué a pensar que habías muerto, no sabes cuantas veces me he culpado de haberme marchado del campamento y dejarte allí, creí que estarías a salvo pero me equivoqué, menos mal que tenías a Liam, ¿por cierto que hay entre vosotros dos?
_ ¿Qué?
Sentí que el rubor había aparecido en mi rostro  y escondí mi cara entre la manta.
_ Vete, estoy aun cansada y quiero dormir.
_ No, no, no, esta vez no podrás alejarte, no voy a perderte de vista, además Alexis ya nos ha contado algo pero quiero saber lo que te pasó después de que escapaste del tren.
_ ¿Cómo sabes lo del tren, Alexis está aquí?
_ Gracias a él no acabé volviéndome loco, él me contó que os habíais escapado del tren pero eso fue hace una semana cuando llegaron al campamento, antes de que ellos apareciesen  creí que estabas muerta y que había sido todo por mi culpa.
_ ¿Cómo puedes pensar eso, tú ni siquiera estabas allí?
_ Por eso mismo, yo  prometí estar a tu lado y no pude cumplir mi promesa, ¿sabes lo difícil que ha sido para mí todas estas semanas sin ti pensando que ya no te vería más?
_ ¿Porqué pensaste que estabas muerta?
_ Cuando regresamos al campamento y nos contaron que os habían cogido a Liam y a ti la policía junto con otras personas y subido a carruajes con barrotes me enfadé mucho con Gary por no haber hecho algo. Entonces decidí ir en tu busca, sabía que estaba siendo egoísta porque en el campamento la gente estaba enferma y necesitaban de toda la ayuda posible pero tú también me necesitabas así que los abandoné y me fui en tu busca, ni siquiera sabía si regresaría de nuevo al campamento ya que mientras no te encontrase no pensaba rendirme durase el tiempo que durase, Gary quiso acompañarme porque se sentía culpable él también. Tenía un ojo morado porque lo había golpeado en cuanto supe que él había regresado abandonándoos en aquella ciudad, pero aún así insistió en querer irse conmigo. Seguimos vuestro rastro preguntándole a la gente ya que tu no habías dejado ninguna pista.
_ ¿Y cómo pretendías que te dejase pistas si estaba metida dentro de una jaula encerrada como un animal?, si hubiese podido créeme que lo haría, me sentí fatal cuando vi como nos alejábamos cada vez más del campamento.
_ Lo siento mucho Vera.
_ No fue culpa tuya Mauro.
_ Pues yo sí lo creía así, por eso cuando tuvimos noticias de que el tren al  que os habían llevado junto con otras personas más había tenido un accidente llegamos al lugar lo más deprisa posible. Aún estaban sacando a gente de los vagones y recogiendo los restos del tren cuando llegamos, había muchas personas enfadadas, inquietas y llenas de odio que querían saber noticias de sus familiares y amigos, también había mucha presencia policial pero no pudieron con la multitud enfurecida de la gente que pedía justicia y una explicación con lo ocurrido, lograron saltar la barrera que los impedía llegar hasta el tren siniestrado y ni los disparos de los agentes de seguridad pudieron controlarlos, hubo golpes, muertes y al final fue la propia policía la que decidió abandonar el lugar hasta que se calmase la situación, busqué entre la gente que aún seguía viva o que estaban heridas pero seguían encadenados, los soltamos a todos pero ninguno de ellos eráis tú o Liam, luego buscamos entre los muertos que seguían atrapados entre los amasijos de hierro u olvidados aún en los vagones, tampoco pude encontrar nada, después de horas vagando por aquel lugar y preguntándoles a las personas que aún seguían vivas por vosotros dos nadie os había visto, entonces encontré tu cadena, sabía que era tuya porque te la había visto varias veces, siempre que te sentías nerviosa tocabas la pequeña llave que llevabas colgada al cuello, ahí supe que tú habías estado en ese tren.
_ ¡Espera un momento!, ¿tú has encontrado mi cadena?
Levantó las manos y las llevó hasta su cuello, sacó la cadena que llevaba colgada y me la mostró, la cogí despacio observando que aquella pieza fuese realmente mía.
_ ¿Tú la has encontrado, las has guardado todo este tiempo?
Estaba emocionada y salté a sus brazos agradeciéndole que me la hubiese devuelto, estuvimos un rato así hasta que nos separamos y siguió contándome lo que vivió en aquellas horas que estuvo en el tren siniestrado.
_ Me alegra poder devolvértela, creí que nunca lo haría, la llevaba siempre conmigo para mantener vivo tu recuerdo, en verdad te creí muerta porque después de buscarte entre los vivos y entre los escombros el último lugar al que nos acercamos fue a los muertos que estaban amontonados en el extremo derecho del tren y preparados para la inhumación luego de quemarlos. Muchos de ellos estaban casi irreconocibles, creí que eras una de las chicas que se encontraba allí, tenía tu mismo color y corte de cabello y su cuerpo se asemejaba bastante al tuyo, no podía ver su rostro porque estaba bastante destrozado, me derrumbé allí mismo y lloré como nunca antes había llorado, fui yo quien le dio sepultura a ese cadáver creyendo que era el tuyo, no encontramos rastros de Liam pero ya en aquel momento a mí poco me importaba. Durante días vagué sin control, me emborraché y me peleé varias veces, incluso con Gary, fue una suerte que aún estuviese allí conmigo porque evitó que me matasen, aunque en aquel momento poco me importaba, logró traerme de vuelta al campamento y no me moví de mi habitación durante días. Fue Clara la que me hizo comprender que aquella situación no era la que tú hubieses querido para mí, y si de verdad me importabas tenía que cambiar y hacer que tu muerte tuviese algún sentido. Tú te habías ido del campamento arriesgando tu vida por ellos para salvarlos de la situación en la que se encontraban así que yo tenía que seguir haciendo lo que tú no pudiste acabar. Conseguimos más medicamentos y la gente empezó a sanar, yo seguía sin olvidarme de tu muerte por eso había decidido irme del campamento en cuanto me fuese posible y ya no necesitasen mi ayuda.
_ ¿Y qué pasa con Thaisa, creí que estabas enamorada de ella?
_ Después de lo que había ocurrido contigo ninguna mujer podía aliviar el dolor que sentía, no te voy a ocultar que me acosté con ella pero no fue la única, Andrea y Olivia también fueron mis victimas, al final Thaisa supo la clase de hombre que era, egoísta y mentiroso, por eso terminó con nuestra relación cuando supo que la había engañado con otras.
_ Lo siento Mauro.
_ No es culpa tuya, cuando apareció Ulmer con Alexis y las chicas y me contó  que tú y Liam estabais vivos me sentí renacer de nuevo, quería ir en tu busca pero me hicieron entrar en razón, vosotros acabaríais por encontrarnos, Ulmer había dejado pistas para que así fuese, también a él le contaste sobre el método Tabsavit. Lo que no entiendo es porque decidiste ser tú la que te quedases con Liam en vez de Alexis que era médico.
_ Yo había pasado el virus por eso era mejor que me quedase yo al lado de Liam, además ¿cómo iba a defender Ulmer a tres mujeres y un chico si nos atacaban? , estaríamos en desventaja, por eso decidí ser yo la que cuidase de Liam.
_ ¿Porque creíste que sería más fácil sobrevivir y defenderos si alguien os atacaba a los dos?, a un hombre enfermo y a una chica que no sabía utilizar un arma que irte con Ulmer y arriesgaros a luchar en grupo, aunque esas personas fuesen dos mujeres, una niña y un chico de diecisiete años, lo que no entiendo fue como Ulmer accedió a esa estupidez, pudisteis haber muerto, ¿en que estabas pensando?
Entonces recordé el día que nos atacaron en el cobertizo, tal vez fuese una chica inexperta con las armas y Liam no estaba en su mejor momento pero conseguimos defenderos de aquellos asesinos.
_  A no ser que Alexis esté en lo cierto y entre tú y Liam hay algo más que una simple relación de amistad, ¿me equivoco?
_ Entre Liam y yo no hay nada, solo una buena amistad así que deja de hacerme preguntas idiotas y dime como es que os habéis marchado del otro lugar para acabar aquí, ¿acaso no pensasteis en nosotros? , ¿no sabíais que buscaríamos la manera de regresar al campamento?, ¿sabes cómo me sentí cuando no encontré a nadie en aquel lugar?, ¿cuándo creí que nos habíais  abandonado porque no os importábamos?, por cierto he visto una nueva tumba, ¿de quién se trata?
_ Yo jamás te hubiese abandonado si supiese que estabas viva pero hace unas semanas  apareció Bastian y Debra, nos dijo que debíamos abandonar el lugar, que era peligroso seguir ahí , que estaban llevándose a la gente de los asentamientos alejados de las ciudades para nuevos propósitos , yo no quería irme, ahí había vivido contigo tus últimos días y ahí quería quedarme, tuve un enfrentamiento con mi primo, incluso también lo culpé de tu muerte, nos golpeamos y acabamos lastimados los dos, nuestra relación se ha visto afectada por lo que te ha ocurrido.
_ ¡Espera un momento!, ¿Debra y Bastian están aquí?
_ Sí, creí que lo habías visto cuando llegasteis, Liam y Bastian estuvieron hablando después de escuchar los rumores que circulan sobre vosotros dos.
_ ¿Rumores, qué rumores?
_ Qué tú y Liam estáis liados por eso decidiste cuidar de él, eso nos dijo Alexis.
_ ¡Voy a matar a Alexis!, de todas maneras eso no es asunto de Bastian, él debería preocuparse por Melisa y su hijo.
_ En cuanto a eso, no debería ser yo quien te lo contase, mejor habla con Melisa.
_ ¿Qué ocurre Mauro? , soy yo, tu mejor amiga, recuerda que entre nosotros no debemos tener secretos.
_ Está bien, pero antes debo decirte que la tumba que viste en el otro campamento era del hijo de Melisa.
_ ¿Qué?, ¿y me lo cuentas ahora, que ocurrió?
_ Cuando sucedió yo aún no había llegado al campamento después de ir en tu busca, pero escuché que ella fue una de las últimas en coger el virus, estuvo mal pero logró recuperarse aunque acabó perdiendo al bebé.
_ ¿Qué pasa con Bastian?, ¿él estaba allí cuando ocurrió?
_ No, aunque sobre ese tema también lo deberías hablar con ellos dos.
_ ¡No tengo nada que hablar con Bastian ya te lo he dicho!, pero si iré a ver a Melisa, quiero que sepa que cuenta con mi apoyo, tuvo que ser muy doloroso perder a su bebé.
_ Está bien te lo voy a contar de todas maneras te vas a enterar de un momento a otro, el bebé que estaba esperando Melisa no era de Bastian.
_ ¡Qué!, ¿por qué dices eso?, ¿qué me estás contando?
_ Que cuando él llegó y supo lo del bebé obligó a Melisa a contar la verdad.
_ ¿Obligó a Melisa a contar la verdad o a contar lo que él quería que contase?
_ ¿De verdad crees que Bastian actuaría así?, es cierto que en estos momentos no nos llevamos demasiado bien pero hasta yo sé que él no actuaría de ese modo, vamos, si quieres salir de dudas habla con Melisa y con Bastian.
_ ¡Ya te dije que no tengo que hablar nada con él!
_ Pues al parecer mi primo está muy molesto con los rumores y estoy seguro que querrá hablar de ello contigo.
_ ¡Creí que estarías de mi parte!
_ Y lo estoy pero es mejor que aclares todos esos rumores antes de que este lugar se convierta en un hecatombe. 
_ Está bien lo haré pero antes necesito hablar con María.
Mientras me dirigía en busca de María para aclararle los rumores que se estaban diciendo sobre Liam y sobre mí me encontré con Alexis, lo agarré del brazo y lo llevé hasta una de las habitaciones vacías que había en el edificio.
_ ¡Tienes dos minutos para decirme que has dicho de Liam y de mí antes de que te mate!
_ Tranquila Vera, creí que estabas agotada después de tu largo viaje, pero te veo en forma.
_ Lo estaba hasta que escuché que de nuevo estaban circulando rumores sobre mí y que la persona que los había propagado eras tú.
_ Está bien pero antes de que hagas algo de lo que puedas lamentarte te lo voy a explicar, para empezar yo no sabía que tenías tantos pretendientes.
_ ¡Déjate de tonterías y habla!