Desde mi posición podía ver a un hombre con barba blanca y pelo largo en el suelo, parecía estar muerto, una mujer también estaba en el suelo y un hombre se encontraba encima de ella mientras intentaba levantarle su falda, la otra era una chica que le había dado una patada a uno de aquellos asaltantes e intentaba huir pero el otro que estaba a unos metros la había cogido y golpeado el rostro. Eran tres los asaltantes, uno se acercó al hombre muerto y buscaba entre su ropa cualquier cosa de valor, el otro se separó de la mujer que tenía sujeta entre él y el suelo y se llevó la mano al estómago, aquella mujer le había clavado un cuchillo y su mano estaba cubierta de sangre, antes de que pudiésemos hacer algo ese hombre herido cogió su pistola y le pegó un tiro a la mujer mientras la chica gritaba, el ladrón que mantenía a la joven agarrada volvió a golpearla y luego la tiró en el suelo mientras se abalanzaba encima de ella, Liam y Alexis ya habían llegado muy cerca de ellos, Hunter permanecía a mi lado y yo escondía el rostro de la niña entre mi ropa para que no viese como mataban a sus padres y hacían daño a su muy posiblemente hermana. Cuando mis amigos se acercaron y les enseñaron las armas aquellos hombres se quedaron quietos, por lo menos dos de ellos, uno, el que estaba sangrando cogió su pistola para intentar dispararles.
_ ¡Cuidado!
Les había gritado yo fuertemente desde donde me encontraba haciendo que aquel hombre girase por un segundo la cabeza , cosa que aprovechó Liam para dispararle antes de que el ladrón apretase el gatillo, los otros dos seguían manteniéndose quietos, la chica se había levantado y acercado a los dos cuerpos que permanecían inertes mientras lloraba con fuerza, cogió el cuchillo que estaba en el suelo y cerca de la tercera persona muerta y se lo clavó una y otra vez a pesar de que aquel asaltante ya estaba muerto después de dispararle Liam. Alexis se acercó despacio a la chica y consiguió calmarla, esa chica quería matar a los otros dos después de que ellos matasen a sus padres pero logró convencerla de que matarlos no les devolvería a sus padres y llevaría sobre su conciencia la muerte de dos personas, aunque esos criminales no mereciesen vivir. Mientras la chica se mantenía abrazada a su hermana, los chicos habían desnudado a los hombres y los ataron al tronco de unos árboles, allí permanecerían y allí se decidiría su destino. Si nadie pasaba por el lugar y los ayudaban acabarían muertos de frio o devorados, nos llevamos los tres caballos en los que habían llegado junto con el caballo y el carruaje de las chicas. Los ladrones llevaban un par de sacos atados a los animales, dentro se encontraban cosas de valor, dinero y algo de comida, seguramente los habrían robado a otras pobres personas, aquella familia se habían alejado dos semanas antes de una pequeña aldea en donde uno de los pocos habitantes que habitaban en ella se murió a causa de la gripe, llegaron hace dos días a la ciudad y algunos miembros que habían abandonado sus casas junto con ellos se quedaron allí, aunque el virus se estaba propagando rápidamente y ya se contaban decenas de muertos agrupados en las calles y esperaban que las autoridades se hiciesen cargo de ellos. Su familia decidió seguir su camino buscando otro lugar más seguro, ya que si enfermaban no tendrían dinero para comprar medicinas, la mala suerte hizo que se encontrasen con esos desalmados, en su carro solo llevaban algo de ropa, comida y nada más. A pesar de la desgracia vivida, aquellos caballos, el carruaje y la mercancía robada nos venía bien, después de quemar los cuerpos de la pareja, nos hicimos cargo de las dos chicas. Liam se hizo cargo del carruaje mientras que los demás subimos en los caballos, a pesar de mi poco conocimiento sobre montar a caballo preferí ir encima de ese animal que dentro del carruaje con las chicas, después de lo ocurrido las dos hermanas necesitaban estar a solas para hablar y aquel carro cubierto con una lona entre el color azul y gris a metro y medio más o menos por encima de sus cabezas y también por los lados les daba un poco de intimidad. Cabalgamos durante horas hasta que nuestros cuerpos empezaron a estar doloridos, tomamos el camino opuesto por el que habían venido aquellas chicas ya que la ciudad estaba llena de enfermos y hecha un caos, no llovía ni nevaba pero el frio era mortalmente helado. Buscamos un refugio para pasar la noche pero no habíamos encontrado nada fiable así que después de un pequeño fuego y una cena escasa, decidimos pasar la noche entre árboles y grandes rocas, las chicas dormiríamos en el carruaje y ellos en las dos hamacas que les quitamos a los asaltantes, se turnarían mientras hacían guardia en la noche, por suerte teníamos aún mantas para cubrirnos en la noche. El segundo día las chicas ya empezaban a tomarnos un poco más de confianza y al menos nos contaron algo más de sus vidas. La pequeña a la que su hermana le decía ratón en realidad se llamaba Panya, era un nombre egipcio y significaba pues eso, ratón o eso es lo que le había dicho una mujer que llegó a su aldea unos años atrás. Cuando nació Panya todos la llamaron pequeña y luego ratón por su habilidad de desaparecer, no tenía certificado de nacimiento al igual que su hermana mayor porque no iban a ningún colegio hasta que llegó esa mujer con su hijo de dieciséis años y se ocupó de enseñarles a leer, escribir, algo de matemáticas…. Ella también se ocupó de que aquella gente tuviese su partida de nacimiento, fue esa señora la que le puso el nombre de Panya y les habló de su significado, aunque su hermana aún seguía llamándole ratón, desde que empezó a andar solía esconderse en lugares que parecían impensables sobre todo cuando la guardia aparecía para llevarse algunos de los aldeanos, esas personas no siempre todas regresaban a sus hogares y ella aprendió muy bien a escabullirse entre la gente y esconderse para que nadie la encontrase si ella no quería, incluso su familia tardaba horas en dar con ella. Su hermana se llamaba Briana, era un nombre celta y significaba fortaleza, al igual que su hermana tenía el pelo largo y negro atado con un lazo, era unos centímetros más alta que yo y tenía el mismo tono de color de ojos que su hermana, verdes y grandes, tenía un cuerpo bonito con curvas y delgado aunque no se le apreciase mucho con el vestido largo color verde, con rayas grises y chaqueta gruesa negra, sus botas estaban un poco gastadas pero parecían resistentes a la lluvia y al frio. Lo único que podía hacerle sentir un poco menos atractiva era su nariz larga y delgada, tenía veintitrés años y su hermana seis. Durante los siguientes días recorrimos varios kilómetros gracias a nuestras recientes adquisiciones, también las dos hermanas se sentían más a gusto con nosotros y se comunicaban más. Uno de aquellos días en el que desperté antes de que el sol saliese me encontré con el rostro de cuatro personas observándome con una sonrisa, Alexis tenía uno de los candelabros encendido en su mano mientras me decía un “feliz cumpleaños Vera” soplé la vela que estaba encendida y como el viento se paseaba con algo de intensidad sobre nuestro alrededor la llama se apagó casi de inmediato. Cogió mi mano y me entregó un pequeño trozo de madera pulida con varios agujeros, yo lo miré sorprendida.
_ Es un silbato, lo he hecho yo mismo después de saber que hoy sería tu cumpleaños, pensaba ser tu lacayo durante un día pero creo que esto es mejor, si en algún momento el grupo es separado soplas por aquí y te encontraremos.
Al soplar como me indicaba Alexis se escuchó un silbido un poco fuerte que nos hizo reír a todos y acabó por despertar a Panya, al poco rato empezamos a recoger nuestras cosas y apagamos el fuego para ponernos en camino, Liam se había acercado a mí y me llevaba a un rincón para hablar conmigo, él también quería felicitarme por mis diecinueve cumpleaños.
_ Feliz cumpleaños Vera.
Me entregó un obsequio envuelto en un tejido amarillo, al abrirlo me encontré con una prenda pequeña confeccionada con la misma piel que cubría mis zapatos.
_ Me sobró un poco de tela cuando recubrimos el calzado, es un gorro, preferiría que las circunstancias fuesen otras y celebrarlo en otra parte y de otra manera pero espero que que te guste.
_ ¡Oh Liam no tenías porque hacerlo!, me encanta.
Antes de que yo me lo colocase en la cabeza Liam se acercó a mí y me lo puso él mismo, cuando acabó se quedó quieto, a pocos centímetros de mi cuerpo y mirándome fijamente a los ojos.
_ Sé que no es apropiado y que Bastian me golpearía si se enterase pero aún quiero que tengas opciones.
Quería preguntarle que significaba aquellas palabras pero no pude porque mis labios fueron sellados por los suyos, no fue un beso como los que me había dado Bastian y como el de Mauro, era cauteloso, pasivo y corto, nuestras lenguas ni siquiera llegaron a tocarse pero aún así me sentí extraña y confusa.
_ ¿A qué viene esto Liam?
Me había alejado un poco de él, no estaba enfadada pero aquel beso me cogió por sorpresa y aún estaba turbada sin saber muy bien que hacer o decir.
_ Sé que me ves como a un amigo y así era como te veía yo antes, pero este viaje ha hecho que te conozca mejor, me gustas, eres interesante, diferente a otras chicas que he conocido y no me atrevería a decírtelo si no fuese porque me siento celoso de Alexis, creo que él parece interesado en ti y eso me molesta. Sé lo que sientes, sentías por Bastian pero él no está aquí y puede que a lo mejor no volvamos a verlo, tampoco sé si lograremos encontrar el campamento, me gustaría reencontrarme con todos ellos y que volvieses a ver a Mauro pero no puedo asegurar que eso vaya a ocurrir por eso quiero que me veas como una opción, como alguien que puede hacerte feliz.
Quería decirle que ya me hacia feliz, que estando con él no me sentía tan sola, que me alegraba que estuviese aquí y que ahora lo conocía un poco mejor y que me gustaba pero que no lo veía de la misma forma como al parecer me veía él, siempre pensé que yo le era indiferente y cuando supe que a María le gustaba me alegré porque hacían una pareja perfecta, no estaba enamorada de Liam pero aunque así fuese jamás traicionaría a mi mejor amiga.
_ Liam yo…
_ No, no digas nada solo quería que lo supieses y que pensases en ello.
Regresamos con el resto del grupo y emprendimos de nuevo la marcha, pero antes colocaría señales, escribiría de forma secreta como lo había hecho los días anteriores, ahora terminaba firmando con el nombre de waru debajo de la palabra Tabsavit para que supiese que era yo la que dejaba el mensaje. El día había empezado bien, todos deseándome un feliz cumpleaños pero ahora mis tripas se retorcían de dolor pensando en las palabras de Liam, no en su extraña y sorpresiva declaración de amor, sino en que él pensaba que tal vez nunca encontraríamos el camino al campamento, puede que nunca más me encontrase de nuevo con Mauro, siempre había creído que si me alejaba de él no sobreviviría y eso me había hecho sentir desdichada pero ahora que no estaba a su lado lo que verdaderamente me aterraba era no volver a ver a Mauro, y por otro lado aunque me había prometido no volver a pensar en Bastian, no podía dejar de hacerlo, recordaba la conversación con Clara, quería que le diese a Bastian la oportunidad de aclararlo todo pero ¿cómo iba hacerlo si no lo volvía a ver? Aquel día se me pasó volando, intentaba sonreír a cada momento porque sentía las miradas de todos sobre mí, incluso la pequeña Panya me felicitó el día, cuando la noche empezó a cubrirlo todo vimos a lo lejos, a unos pocos kilómetros de nuestra ubicación un gran resplandor, no estábamos seguros de lo que podía ser pero con toda probabilidad lo que se encontraba en ese lugar era una ciudad en pleno desarrollo, en crecimiento, ya que en la mayoría de ellas no había casi luz, ni casi de nada. A Liam le preocupaba que nos adentrásemos en ella, era peligroso que nos viesen llegar a todos juntos, sobre todo si los organismos que trabajaban para la seguridad ciudadana seguían arrestando a gente, así que sería él quien se acercase y averiguase lo que necesitaba saber y luego regresase con lo que pudiese comprar para seguir nuestro viaje. Que se fuese él solo a esa ciudad no era razonable pero seguía insistiendo, además no podía dejar al grupo sin escolta, sin protección y no había muchas opciones, me ofrecí a acompañarlo y también Briana pero dejó bien claro que iría solo. Esa noche la pasamos descansando, Liam se iría por la mañana temprano, le pidió a Alexis que si no regresaba en la noche que nos fuésemos sin él, luego se acercó a mí y me dijo que por favor no hiciese ninguna tontería que me pusiese en peligro y que obedeciese a Alexis a pesar de que no le gustase mucho la idea y si él no volvía con nosotros que siguiese buscando el campamento. Las horas siguientes las pasamos medio ocultos, impacientes y nerviosos por lo que le pudiese ocurrir a Liam, desde nuestra posición podíamos ver una carretera asfaltada y durante las siguientes horas a parte de algún carruaje, jinetes con caballos o personas a pie fue emocionante ver un par de coches avanzando por el camino asfaltado, me recordaba a los tiempos lejanos, antes de que mis padres muriesen. También escuchamos el sonido del tren aunque no logramos verlo, seguramente estaba en la otra parte de la montaña, me hubiese gustado acompañar a Liam y recorrer la ciudad pero también quería encontrar pronto el campamento y abrazar a mis amigas y a Mauro, a pesar de que Liam decía que sería difícil regresar a él yo no quería perder las esperanzas, lo buscaría y lo encontraría aunque me llevase toda una vida, esperaba que para entonces todo siguiese igual y la gente que quería siguiese en el campamento. A media tarde mientras Hunter y yo vigilábamos el lugar descubrimos como un par de personas caminaban en nuestra dirección, los dos iban montados en ambos caballos y aunque en mi rostro se dibujó una sonrisa porque uno de ellos parecía Liam no estaba segura de quien era su acompañante. Nos preparamos para recibirlos y cuando estaba lo suficiente cerca pegué un grito de alegría al ver a Ulmer regresar junto con Liam, aquello sí que no me lo esperaba y me sentía feliz de volverlo a ver.
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TABSAVIT
Narrativa StoricaEn un mundo de caos y de destrucción una chica lucha por sobrevivir junto a su mejor amigo Mauro y acaban en un campamento junto a otra gente que también huyen de una vida precaria, allí conoce el amor y el calor de una gran familia pero también e...