No le contesté y no pensaba hacerlo en ningún momento, su presencia y su proximidad hacía que me diese ganas de vomitar.
_ No importa, cuando le cuente a Julio que te he visto y lo que pienso hacerte en este momento estoy seguro de que me felicitará, ¿sabes? mi amigo tuvo que irse de la ciudad una semana después de que tú hicieses esa mierda de pintada en la pared, su padre lo mandó a casa de unos familiares para que la gente del lugar olvidase el asunto. Tus tíos también se fueron, algunas familias que habían sido amigos suyos y la familia de Julio les sugirieron que era preferible que se mudaran a otro lugar, aunque creo que más bien los acosaron y amenazaron para que se largasen, si tan solo mantuvieses tu boquita cerrada nada de eso estaría ocurriendo. Por cierto creí que habías vuelto con tu familia cuando te vi en ciudad Valle del este, tus tíos también viven allí aunque cuando los fui a visitar para saber de ti me dijeron que ya no eras bienvenida a esa casa, es más, están dispuestos a compensarme si te entrego a ellos, al parecer te guardan mucho rencor aunque no son los únicos, otros que estarían dispuestos a pagar una buena cantidad de dinero por ti es la familia de Julio estoy seguro de ello, esa gente hará lo que haga falta para limpiar el honor de su hijo. Puede que te entregue a alguno de ellos pero antes voy a refrescarte la memoria, quiero que vuelvas a suplicarme y grites mientras te saboreo y te rindes a mí, aún me quedé con ganas de ti después de aquel encuentro, tal vez disfrute de tu cuerpo durante unos días antes de que se me acabe el dinero, luego te entregaré al mejor postor. Pepo, vete al almacén de enfrente y trae dos metros de cuerda, tela de rafia y una bolsa de tabaco, aquí tienes el dinero, con esto bastará.
El chico que estaba a unos metros de distancia de nosotros no dejaba de observar la calle, se acercó hasta donde nos encontrábamos, con mi mirada intentaba suplicarle que me ayudase pero cogió el dinero y le habló a Saúl.
_ ¡Pero yo también quiero beneficiarme a la chica!
_ Trae lo que te pido y tendrás ocasión de hacerlo.
En cuanto nos quedamos solos Saúl se acercó más a mí, me pasó su mano por mi cara mientras yo intentaba echarme a un lado, me agarró del cuello y puso sus labios sobre los míos forzándome a abrir mi boca, mordí su labio inferior y cuando se apartó la sangre empezaba a brotar de él. Me golpeó fuertemente el rostro y caí contra los barriles, me agarró de nuevo y me empujó contra la pared luego puso nuevamente su cuchillo en mi garganta empujándolo un poco.
_ ¡Eres una zorra y vas a pagar por esto!, veamos cuanto has aprendido desde que te largaste de casa de tus tíos, a ver que es lo que te han enseñado todos esos tíos a los que te has tirado para conseguir sobrevivir.
Intentó besarme nuevamente esta vez con más furia mientras con uno de sus brazos recorría mi cuerpo cogiendo entre su mano uno de mis pechos apretándolo con fuerza, acerqué mi mano a la suya, a la que sostenía el cuchillo y lo agarré con fuerza, luego se lo puse en su cuello y lo obligué a separarse de mí, sabía que su fuerza era mayor que la mía y en cualquier momento acabaría nuevamente en desventaja así que me alejé otro paso y llevada por la desesperación puse el arma sobre mi cuello, quería que viese que iba en serio y me hice un pequeño corte, noté la sangre humedecer mi piel.
_ ¿Qué pretendes hacer puta?, ¿Crees que te librarás de mí actuando de esa manera?, voy a joderte igual aunque esté muerta, no me importa.
_ Me dará igual lo que hagas con mi cuerpo si estoy muerta, así no tendré que ver tu asquerosa cara, prefiero la muerte a sentir tu manos en mi piel de nuevo, además no tengo nada por lo que luchar, cuando ya has perdido todo lo que te importa ya te da igual lo que pase con tu vida, no me da miedo rebanarme el cuello delante de ti incluso puede que sea lo más valiente que haga en esta patética vida, pero tus deseos de cobrar por entregarme al mejor postor se irán a la mierda.
Supongo que vio en mi rostro que iba en serio porque se alejó un paso más y me habló más despacio e intentando mantener el control de su voz.
_ ¡Está bien, no te tocaré si eso es lo que quieres!, no seas estúpida dame el cuchillo.
_ Voy a salir de aquí y tú no me detendrás, puede que así tengas la oportunidad de encontrarme de nuevo y cobrar tu recompensa pero si intentas detenerme ahora, créeme que no lo dudaré y acabaré con mi vida y adiós a tus posibilidades de obtener dinero por mí.
Me moví unos pasos hacia la derecha antes de caminar hacia él y salir de aquel callejón, un ruido hizo que apartase mi vista de mi objetivo y Saúl lo aprovechó para acercarse a mí y coger el arma. El ruido no había sido más que una estúpida rata saliendo de entre la basura pero eso le dio la oportunidad a Saúl para tirarme al suelo con fuerza, intentó que no gritase ni patalease, aunque yo no me iba a dar por vencida, no esta vez, seguí luchando y pataleando, amenazarme con el cuchillo ya no era una opción después de todo lo que le había dicho así que lo tiró a unos metros lejos de nuestros cuerpos, yo ya no estaba dispuesta a llorar, suplicar o implorar que me perdonase la vida y él lo sabía así que para callarme me pegó un fuerte puñetazo que me llevó casi al borde de la inconsciencia, mi ojo dolorido me impedía abrirlo correctamente y de mi nariz brotaba sangre aún así me quedaba algo de fuerzas para seguir luchando, Saúl buscaba la manera de bajar mis pantalones o romperlos, lo que fuese más fácil mientras gritaba enfurecido que cuando llegase su amigo me ataría y me violaría tantas veces y de todas las formas posibles y atroces que haría que perdiese la cabeza.
_ ¿Dónde cojones está ese chico?
_ Él no puede venir pero yo estoy aquí.
Se levantó rápidamente y cogió su cuchillo, miré hacia el lugar de donde salía aquella voz y que me resultaba tremendamente conocida, no podía ver bien por culpa de mi ojo hinchado y seguramente morado pero cuando se fue acercando despacio a Saúl supe que mi mente no me había engañado, Saúl estaba de nuevo a mi lado con el cuchillo colocado sobre mi garganta mientras Bastian sin ningún tipo de emoción me miraba.
_ ¿Quién eres tú y en dónde está Pepo?
_ Eso no importa, ahora deberías soltar a la chica.
_ ¿La conoces?, ¿acaso tú también te la has tirado? Podemos compartirla, no me importa, además no sería la primera vez que disfruto de esta zorra, es una fiera y puedes divertirte bastante con ella porque te aseguro que luchará hasta el final, al parecer no le importa mucho su vida así que también puedes golpearla, eso sí no la mates, dan una buena recompensa por esta puta y puedo compartirla contigo, ¿qué dices?
Agarré su mano e intenté clavarme yo misma el cuchillo, me alegraba que al menos Bastian estuviese vivo pero yo no tenía intenciones de regresar al campamento si Mauro ya no estaba en él y tampoco quería que nadie más supiese lo que ocurrió con este demente de Saúl, quería llevarme ese secreto a la tumba junto con Mauro y ahora ya no sería posible. Saúl era más fuerte que yo y en ese momento ya me sentía bastante agotada, logró sin mucho esfuerzo alejar el arma de mi garganta y Bastian lo aprovechó para acercarse un poco más.
_ ¡No te acerques o la mato!
_ Me da igual lo que hagas con ella, no estoy aquí por la chica, puedes quedártela, no me interesa, lo que yo quiero es lo que llevas encima empezando por el cuchillo.
Por algún motivo aquellas palabras me dolieron más que el puñetazo que me había dado Saúl pero no dije nada, si tenía suerte pronto todo terminaría y yo podría alejarme para siempre de este lugar, solo quería preguntarle que habían hecho con el cuerpo de Mauro. Saúl después de que dijese aquellas palabras me tiró hacia un lado y se enfrentó a él, Bastian era mucho más musculoso y alto que él y solo necesitó unos minutos para tumbarlo en el suelo y poner su rodilla encima de él, yo cogí rápidamente el cuchillo y se lo puse en el cuello.
_ Pienso abrirte la garganta y dejarte morir aquí desangrado como si fueses un animal.
_ ¿Crees que me importa?, ¿piensas qué te voy a implorar perdón, que te voy a suplicar, yo, a doña perfecta?, aunque ahora ya no eres tan perfecta ¿verdad?, estaba seguro que tarde o temprano algo así sucedería pero nunca pensé que serías tú la que terminaría conmigo. De todas formas no soy el único que tenía ganas de encontrarte, Julio también tiene muchos deseos de verte y puedo asegurarte que cuando te encuentre no será tan indulgente como yo.
Se echó a reír sarcásticamente y antes de que yo pudiese hacer algo para borrarle aquella sonrisa Bastian le golpeó la cabeza contra el suelo y luego le rompió el cuello, fue tan rápido que me dejó impactada, sabía que se lo merecía pero aún así no estaba muy segura de si era eso lo que yo quería, cogió su cuerpo y lo escondió entre la basura.
_ ¡No puedes dejarlo ahí, acabarán encontrándolo!
_ No te preocupes por eso, las ratas y demás animales terminarán devorándolo, para cuando lo encuentren estará irreconocible.
Se acercó y me miró el rostro, luego echó un vistazo al resto de mi cuerpo, quitó el abrigo que llevaba puesto y me lo entregó para que me lo colocase. Observé que llevaba un vendaje puesto en su brazo derecho.
_ Vámonos, te llevaré al campamento y allí Fernando le echará un vistazo a tus heridas.
_ ¿Qué?, no pienso regresar al campamento.
_ ¿Y qué harás entonces, seguirás viviendo en esta ciudad, exponiéndote a toda clase de peligros?, no es buena idea, acabas de comprobarlo.
_ No voy a quedarme en la ciudad pienso irme lejos de este lugar, solo tenía que esperar la oportunidad de comprar el billete para el próximo tren que saliese de aquí, si no fuese por él seguramente ya me hubiese ido. ¿Cómo me encontraste?
_ Tenía que ir al almacén para comprar un par de cosas, cuando entré escuché al otro chico hablando sobre una chica parecida a ti que lo estaba esperando en el callejón para pasar un buen rato, quería invitar a Úrsula a participar, no fue difícil hacerle hablar, después me dirigí al callejón y el resto ya lo sabes.
_ Me alegra que estés vivo y agradezco tu ayuda, ¿qué le ha pasado al resto del grupo?
_ Si quieres averiguarlo ven conmigo al campamento.
_ Ya te lo dije, no pienso ir, sobre todo ahora que Mauro no va a estar allí.
_ ¿De qué estás hablando?, mi primo está ahí.
_ ¡No es cierto, no mientas!, lo vi cuando le dispararon y se desplomó en el suelo, ¡estaba allí!, ¿lo recuerdas?
_ No tengo intención de mentirte pero Mauro aún sigue vivo, aunque no sé si por mucho tiempo, su estado es grave, él es fuerte pero si no conseguimos las medicinas lo antes posible no estoy seguro de que siga vivo.
_ ¿Él está vivo, no me estás mintiendo?
_ Escucha, esto ya me aburre y podíamos pasarnos así horas y es algo de lo que no estoy interesado en hacer, además seguir en este lugar puede ser peligroso, no quiero recordarte que detrás de nosotros sigue habiendo un cadáver, venga te llevo al campamento y puedes ver por ti misma que lo que digo es cierto.
Me puse el abrigo rápidamente y empezamos a caminar, me dijo que me soltase el cabello ya que aunque no solía importarle mucho a los policías la gente que estaba golpeada a no ser que fuese de un estatus más elevado no deberíamos llamar mucho la atención. Esta vez los dos nos subiríamos al mismo caballo, nada de carretillas, después del robo de los medicamentos se extremó la seguridad por la ciudad y el resto de ciudades limítrofes, además de los caminos, calles y carreteras de las afueras de las ciudades. Registraban todo lo que llevaban encima sobre todo a la gente que cargaba con mercancía, todos resultaban sospechosos y necesitaban a alguien a quién culpar, por eso era bueno evitar esos trayectos y moverse por senderos más difíciles, menos seguros pero libres de guardias o cualquier personal de seguridad. El caballo galopaba veloz pero sin llamar mucho la atención, mi espalda chocaba de vez en cuando con el pecho de Bastian, sus brazos sobresalían de cada lado de mi cuerpo sujetando las riendas del caballo, sentir el cuerpo de él tan cerca del mío hacia que me sintiese rígida y él lo había notado así que se separó un poco de mí, para relajar la tensión que había entre los dos, le pregunté por el grupo, ¿cómo se encontraba Liam, Debra y los demás y sobre todo que había pasado con Kai y porque Mauro aún seguía vivo. Dijo que Liam estaba bien solo había sufrido unos cortes pero nada serio, Debra se estaba recuperando del disparo en el brazo pero estaba fuera de peligro, por suerte la herida no se había infectado, Hanno estaba bien pero Kai había muerto. Al escuchar aquello mi cuerpo se estremeció, sabía que se había caído del caballo cuando escuché el disparo y que luego no pude regresar porque el animal salió desbocado sin poder dominarlo cuando se hubo calmando no supe que camino tomar. Ni siquiera pude echar la vista atrás y mirarlo a la cara, sentía que de alguna forma yo tenía que ver con aquella muerte, si no hubiese salido de aquella barca puede que Kai siguiese vivo. Me explicó que cuando le dispararon se cayó al suelo golpeándose la cabeza contra unas de las piedras que había allí, se murió al instante.
_ Lo siento.
Bastian no dijo nada más el silencio volvió a envolvernos durante bastante tiempo hasta que de nuevo se volvió incómodo, le pregunté por Mauro y como es que aún seguía vivo. Me contó que cuando se deshicieron de aquellos hombres corrieron hacia Mauro y Kai, por el segundo ya no se pudo hacer nada y creyeron que pasaba lo mismo con Mauro pero lo escucharon quejarse, seguía respirando pero estaba muy mal, lograron con mucho esfuerzo llevarlo al campamento y le administraron medicamentos, pero apenas le quedaban antibióticos y si la infección se extendía acabaría muriendo.
_ ¿Cómo no tienes medicamentos si hemos robado suficiente para meses?
Me explicó que todas aquellas medicinas se habían caído al rio y la mayoría se estropearon, debido al estado de los heridos casi se habían agotado.
_ Encontrarte aquí fue casualidad, vine a comprar algún medicamento que pueda salvar la vida a Mauro, creí que buscarías la manera de regresar al campamento, jamás se nos ocurrió pensar que tenías intención de alejarte de todos nosotros, sobre todo de tu querido Mauro.
No me molestó que me dijese aquello pero me preocupaba que no llevase el suficiente medicamento para salvar a Mauro. Comprar medicinas en este momento era bastante complicado, el gran lote que llegó a la ciudad y que nosotros robamos gran parte de él era para distribuir por varias ciudades con el fin de que muchos tuvieran la oportunidad de adquirir los medicamentos, ahora apenas quedaba para nadie porque sin querer se había destruido sin que pudiésemos evitarlo, nadie tenía acceso a las medicinas a no ser que tuvieses dinero y pagases más que los demás. Cuando llegamos al campamento ya era bien entrada la noche, aparte de los dos chicos que esperaban a la entrada de la cueva Liam fue el primero que me vio llegar, se alegró al verme pero también se sorprendió cuando observó mi rostro, Bastian le dijo brevemente que me había encontrado en una situación difícil sin dar muchas explicaciones y Liam le dio unas palmadas en el hombro con su mano derecha ya que la izquierda la llevaba vendada dándole la enhorabuena por haberme encontrado antes de que me matasen. Le pedí que me llevasen hasta Mauro y así lo hicieron, cuando entré en la habitación Fernando, el médico del lugar le estaba inyectando algo, al lado estaba Clara colocándole unas hierbas en la frente mientras le limpiaba el sudor de su cuerpo, el pelo de mi amigo se pegaba a su rostro sudoroso, su cara estaba pálida y grandes sombras oscuras se podían ver alrededor de sus ojos cerrados. Tenía un enorme vendaje alrededor de su pecho, y un pequeño aparato al lado de su cama que emitía un sonido, la cama era de madera y se elevaba unos centímetros del suelo, le pregunté porque no lo habían llevado a un hospital y Fernando fue el que habló, allí no sobreviviría, en este lugar por lo menos tendría una posibilidad. En los hospitales había demasiada gente y poco personal sobre todos en aquellos que aún no cobraban a las personas por acudir a ellos, solían estar financiados por empresas grandes y que muchos de nosotros no sabíamos de que manera recuperaban el dinero que invertían ahí. En el campamento teníamos un generador que usábamos en casos especiales como éste, sé qué tuvieron que darle oxígeno manualmente, recuperarlo de la muerte un par de veces y que también algunas personas se ofrecieron voluntarias para darle sangre ya que había perdido bastante, ahora estaba estable aunque no fuera de peligro. Verlo en aquellas condiciones me producía un dolor extremo pero también estaba feliz porque no estaba muerto. Clara preguntó si traía las medicinas y Bastian asintió pero dijo que no había podido conseguir los antibióticos.
_ ¿No tenéis antibióticos?, ¿y qué pensáis darle para que no se muera?
_ Estamos haciendo todo lo posible pero los antibióticos se han agotado y si no conseguimos pronto algunos para parar la infección puede que no sobreviva.
Clara habló en un tono bajo y triste, la pena se veía reflejada en su rostro. Me levanté rápidamente soltando la mano de Mauro y salí de allí como alma que lleva el diablo, todos los que estaban allí pensaron que me había vuelto loca, cuando llegué al baño cogí el banco y lo acerqué al agujero donde escondía la mercancía, busqué en el hueco y saqué la tela en donde escondía el frasco de antibióticos, luego dejé el resto otra vez en el agujero, menos mal que aún seguía allí y que Bastian me había encontrado, tenía la oportunidad de intentar salvar a Mauro y haría todo lo posible para que así fuese. Corrí de nuevo hasta la habitación donde estaba mi amigo y le entregué el frasco a Clara que lo miró sorprendida pero no dijo nada. Bastian me observaba ahora con una mirada fría, me cogió por un brazo y me preguntó de dónde había sacado aquel frasco, le dije que era mío, una de las pocas cosas que no consiguieron quitarme cuando llegué a ese lugar y que gracias a que lo había conseguido Mauro ahora tenía una oportunidad para vivir. Sus ojos echaban chispas y me sacó de la habitación casi a rastras, Liam nos seguía y no había dicho nada.
_ ¡Dime que más escondes Vera!, vamos no hagas que me arrepienta de haberte salvado en aquel callejón.
_ ¡Deberías estar agradecido por haber escondido este medicamento, si no hubiese sido así Mauro no tendría una oportunidad para seguir vivo!
_¡Él no es el único que da su vida por una causa justa!, Kai, Astrid, Hugo, Janice y muchos otros más han muerto por lo mismo y si nos hubieses hablado antes de lo que tenías escondido puede que tuviésemos tiempo para planear mejor el robo de los medicamentos y nadie hubiese salido herido.
_ ¿Quieres decir que yo tengo la culpa de lo que ha ocurrido?
_ ¡Quiero decir que desde que llegaste todo en este lugar se ha vuelto complicado! , ¡no eres buena para nosotros!
No dije nada más luchaba para que mis lágrimas siguiesen escondidas en el fondo del alma, no tenía ninguna intención de llorar delante de ellos, el dolor ante aquellas palabras era peor que lo que había vivido estos días, le mostré lo que tenía escondido, cuando le enseñé el dinero Bastian se acercó al agujero y buscó por si había algo más en su interior, yo tiré los billetes al suelo y salí de allí a punto de dejarme llevar por mi dolor, regresé al lado de Mauro y estuve toda la noche a su lado. Clara insistió ya de madrugada que me fuese a descansar pero me negué a irme del lado de mi amigo, ahora que sabía que no había muerto y que volvía a recuperarlo no pensaba abandonarlo, estaría a su lado todo el tiempo que hiciese falta y haría cualquier cosa por él porque sé que mi amigo también lo hubiese hecho por mí.
ESTÁS LEYENDO
TABSAVIT
Historical FictionEn un mundo de caos y de destrucción una chica lucha por sobrevivir junto a su mejor amigo Mauro y acaban en un campamento junto a otra gente que también huyen de una vida precaria, allí conoce el amor y el calor de una gran familia pero también e...