TABSAVIT

Semana de la cuarenta y dos a la cuarenta y siete

Solo había pasado un día en el que había evitado cruzarme con Bastian y con Liam, sé que ellos dos tuvieron una charla en la que Bastian terminó por golpear a Liam, quería verlo y saber si estaba bien, también quería que me dijese  lo que le había contado a Bastian pero cada vez que salía de la habitación y me encontraba con la gente sentía sus ojos sobre mí. Había visto y hablado un rato con Clara, insistió que tenía que arreglar el problema que había hecho enfadar a Bastian y a Liam y tenía que ser pronto porque al parecer estaba preocupada de que alguno de los dos se volviese a ir. También había saludado a Elena, quería saber como se encontraba después de la muerte de su marido, hablé con Fernando el médico y su esposa, con Hanno y Eider, y le  di la enhorabuena a Miguel y le advertí de que si alguna vez le hacía daño a mi amiga me vengaría de él, fui a ver a Tobías y a Tadeo y pregunté por su hermana, Talitha al igual que Panya se abrazaron a mí en cuanto me vieron, Briana se había integrado bien en el campamento, con Alexis aún seguía enfadada y Hunter estaba encantado de estar aquí, Gary me había pedido perdón por no habernos rescatados, pero ¿qué podía hacer él frente a todos aquellos policías?, lo que sí le reproché es que después de que supiese la verdad sobre Bastian y Melisa hubiese mantenido las distancias con ella, le pedí que no la molestase más porque no se la merecía. También habían llegado nuevos miembros al campamento, uno era un amigo de Bastian que conocía de hace tiempo, fue él quien le dijo que si seguían en aquellos edificios correrían un gran peligro, por lo que yo sabía era un chico que venía de una familia de clase alta pero que nunca había estado de acuerdo con los pensamientos y las costumbres de sus padres y de la mayoría de la gente que los rodeaba, estaba muy metido en política y  luchaba por la libertad y los derechos humanos. Se había distanciado de su familia y amigos ricos y había recorrido medio mundo, conocía a mucha gente y sabía varios idiomas, se llamaba Kenai y era dos años mayor que Bastian. El otro integrante del campamento se llamaba Mika, era de origen japonés pero había sido adoptado por padres adinerados, su madre adoptiva había muerto tres años atrás de enfermedad y su padre poseía un alto cargo en el equipo de seguridad del gobierno aunque él no quería formar parte de aquello, conoció a Mauro y a Eider mientras era perseguido por policías al servicio de su padre, mis amigos los ayudaron a esconderse y ahora también formaba parte de este campamento, al principio desconfiaban de él por ser hijo de unos de los jefes que dirigían la seguridad nacional pero había demostrado que sí se podía confiar en él y ahora sentía que ese era su lugar. Había charlado y saludado a casi toda la gente del campamento pero también había evitado cruzarme con Liam y sobre todo con Bastian, cada vez que lo veía venir me escondía o buscaba la manera de no quedarme a solas para que no tuviese oportunidad de hablar conmigo. Sabía que tarde o temprano tendríamos que hablar pero antes necesitaba preguntarle a Liam lo que le había dicho. Ya no podía atrasarlo más así que lo busqué primero a él, lo encontré un poco enfadado hablando con unos chicos cerca de las  cuadras, después de decirle que teníamos que hablar nos dirigimos hacia el otro lado del monasterio.
_ Al parecer somos la comidilla del campamento y me cabrea que se estén diciendo cosas que no son ciertas.
_ No tenía que haber ocurrido así, nadie tenía que saberlo, la culpa de todo esto es de Alexis y su maldita bocaza, teníamos que haberlo dejado en la vía del tren.
¬_ Esto no es culpa de él, yo no pensé ver tan pronto a Bastian, sabía que tenía que contárselo pero aun no estaba preparado.
_ ¿Contarle que Liam?, él y yo no teníamos ninguna relación, ni siquiera le importó el campamento, nos abandonó y se fue con Debra, ¿Por qué tendría que darle explicaciones de lo que yo haga o deje de hacer?
_ Porque Bastian es mi amigo y yo sabía lo que sentía hacia ti.
_ ¡Pero no es su maldito problema!, ¿es que aún no lo entiendes? Entre Bastian y yo no hay nada.
_ No te engañes Vera, si fuese así no te esconderías de él, no te mientas a ti misma, puede que estés molesta con él y con Debra pero sé que tus sentimientos por Bastian son tan fuertes como los de él por ti sino no me golpearía y roto nuestra amistad.
_ ¿Ese idiota ha dejado de hablarte?
_ Es comprensible, yo en su lugar también lo haría, he besado a su chica.
_ ¡No soy su chica!, ¿pero porque le has  contado que nos hemos besado?
Antes de que me respondiese vi como su mirada se apartaba de la mía y se dirigía a un punto detrás de mí, por su reacción supe que debía ser Bastian, intenté aparentar calma pero mi cuerpo se tensó de repente, no me  moví de donde estaba y seguí mirando hacia Liam, su presencia a mi lado me puso nerviosa pero intenté ignorarlo.
_ ¿Te importa? Liam y yo estamos teniendo una conversación en privado.
_ Claro que me importa.
Me cogió de la mano y me alejó de Liam que no dijo nada solo se limitó a observar.
_ ¿Pero qué haces, te has vuelto loco o qué?
_ Llevo intentando hablar contigo desde que llegaste y tú siempre buscas la manera de evitarme, quise darte tiempo para que vinieses a mí cuando estuvieses preparada para hacerlo y ¿qué haces tú? encontrarte con Liam en un lugar apartado del monasterio y a solas, ¿acaso intentas cabrearme?
Yo me había parado de repente y soltado mi mano de su agarre, estaba más enfadada que nerviosa y le grité llena de ira.
_ ¿Con que derecho te crees tú que puedes alejarme de la gente con la que estoy hablando y mostrarte cabreado?
_ No te alejo de la gente solamente de Liam, y ahora dime que ha pasado exactamente entre tú y el que era mi amigo.
_ ¡No te debo ninguna explicación!, tú y yo no tenemos nada, puedo hacer lo que se me dé la gana, ¿entendiste?
Empecé a caminar hacia el otro lado del edificio cuando me agarró fuertemente y me acercó a su cuerpo.
_ Casi me vuelvo loco pensando que habías muerto, era tan grande mi grado de desesperación que estaba dispuesto a que mi primo acabase conmigo, jamás había sentido tanto dolor como saber que nunca más te vería.
Aquellas palabras las había dicho muy cerca de mi oreja, despacio, en susurros y acariciándome con su aliento algunos puntos de mi piel. Me alejé rápidamente, a pesar que por momentos perdía el control de mi cuerpo sus palabras no me conmovieron.
_ ¡Mentiroso! ¿a cuantas más mujeres le has prometido alejarte del campamento llevándotelas contigo a parte de Debra y de mí?
_ Así que es eso, ¿estás celosa de Debra, por eso no has querido hablar conmigo?, y yo que pensaba que me evitabas porque te sentías culpable de haberte besado con mi mejor amigo.
_ ¡Me beso con quien me da la gana!
Nuestros pechos subían y bajaban tan intensamente por la conversación tan acalorada que teníamos, los dos estábamos enfadados, la tensión se palpaba en el ambiente y nuestras miradas se enfrentaban una a la otra. Su voz se había vuelto más ronca y sus ojos habían cambiado de intensidad mientras no dejaba de mirar mis labios.
_ Entonces no te importará que yo también te bese.
De repente dio un paso hacia adelante y se acercó más a mí, me agarró por la cintura  y me besó apasionadamente, me quedé quieta, impactada mientras apretaba sus labios contra los míos, el beso era exquisito pero al mismo tiempo un poco agresivo, una inexplicable sensación de placer se apoderó de mí mientras continuó besándome, quería apartarlo, alejarlo de mí pero mi cuerpo se negaba a ello y al final dejé de resistirme y me abandoné por un momento a esa maravillosa sensación. Aquel beso parecía durar una eternidad, me acercó aún más a su pecho y mientras una de sus manos me agarró la nuca la otra la colocó sobre mi espalda. Me dejé llevar por aquel instante de placer hasta que de pronto dejó de besarme para mirarme con ojos satisfechos y llenos de pasión, fue cuando recobré la cordura y me di cuenta de lo fácil que había caído en sus redes y me enfadé conmigo misma por haber sido tan débil  cuando me encontraba a su lado. Me solté de su agarre y caminé deprisa para alejarme de su lado mientras Bastian me llamaba y me decía que no habíamos terminado de hablar, no giré la cabeza simplemente busqué un refugio para esconderme y estar sola unos minutos mientras mi ritmo cardíaco volvía a su estado normal. Mientras cruzaba uno de los pasillos de aquel edificio volví a encontrarme con Liam, más bien parecía que me estaba esperando y en su cara se notaba preocupación.
_ ¿Cómo te ha ido con Bastian?
_ Liam, ¿podíamos dejarlo para otro momento?, ahora no quiero hablar.
_ Lo siento, pensé que tal vez necesitabas a un amigo después de hablar con él, Bastian a veces puede ser un poco brusco con la gente.
_ Gracias Liam, pero no quiero que ese patán de Bastian nos vea juntos, estoy un poco cansada y deseo evitar un nuevo enfrentamiento con él, lo que menos me imaginé cuando regresé al campamento es que tuviese que dar explicaciones sobre mi vida privada.
_ Siento que por mi culpa tengas que pasar por todo esto.
_ No es tu culpa Liam, más bien es del idiota de Alexis, ¡quisiera hacerle morder el polvo por abrir su bocaza!
_ No culpes a Alexis por contar lo que había visto, sabes que tarde o temprano acabarían enterándose, a pesar de lo que está ocurriendo entre Bastian y yo para mí él sigue siendo mi amigo y no podría mantenerme callado, yo aprecio su amistad y por eso necesitaba saber que yo también me he enamorado de ti.