Mientras cenábamos nos dijeron que los policías irrumpían en las casas y se llevaban a algunos hombres y mujeres que habitaban en ellas, solamente gente sana, algunos lograban regresar pero eran muchos de los que no sabían noticias y la gente se empezaba a rebelar, ahora andaban con cautela o se escondían si aparecían pero no era así en todas las ciudades. Por lo que le había dicho el extranjero las ciudades del este, las más metropolitanas ya estaban cansadas de que las leyes no se cumpliesen, habían llegado a un acuerdo hace unos años para que bajasen las armas y dialogasen el gobierno con el pueblo pero al parecer las cosas se empezaban a salir nuevamente de control, los más poderosos querían hacerse con el poder absoluto pero era mucha la gente que se estaba uniendo cada vez más a los rebeldes. También grandes personas poderosas y con grandes riquezas estaban contratando a soldados y personas que trabajaban en la seguridad y control ciudadana para desalojar barrios pobres con buenas ubicaciones y tierras para invertir en ellas y convertirlas en ciudades donde la renta neta media anual por habitante era cinco o seis veces mayor que la de un barrio de los suburbios. Eran muchas las personas que hablaban de nuevos métodos para que se hiciesen casi con el control de toda tu vida, ahora intentaban que todos los nacimientos se hiciesen en los hospitales en donde por medio de implantes terminaban sabiéndolo todo de uno, su salud, trabajo, dinero, familia, incluso su ubicación, decían que también querían implantárselo a todo el mundo , que había sido un éxito en algunas personas, todos creían que la era de la tecnología e información tardaría en llegar pero al parecer solo la estaban ocultando. Había revueltas por todas partes, tanto la policía como la guardia fronteriza y otros organismos creados para la seguridad eran atacados, al parecer los rebeldes eran demasiados como para enfrentarse a ellos, ahora estaban buscando nuevas métodos de defensa pero ya no había casi presencia policial en los pueblos más alejados de la metrópoli ni guardias en los caminos fronterizos, y cuando se presentaban lo hacían en grandes grupos para desestabilizar al pueblo o en los asentamientos en los que se presentaban. Dicen algunos que un grupo de rebeldes terminó con la vida de varios gevos, ahora quieren culpar al pueblo e intentan castigarlos a todos, muchos creen que es una maniobra más de los que mandan y que todo aquello no es más que una farsa para justificar su conducta y olvidarse de lo pactado anteriormente. Aquella noche pude bañarme y me dieron ropa limpia, era la primera vez en mucho tiempo que dormía en una cama de verdad, Liam lo hacía en la habitación contigua. Me preocupaba lo que tal vez nuestro asentamiento hubiese provocado con la muerte de los gevos, era cierto que terminamos con la vida de aquellos hombres que venían a imponer sus reglas y su poder y a los que llamaban gevos pero estaba segura de que todo eso era premeditado, que estaba estudiado con anterioridad para colocar cualquier excusa que valiese y así romper los tratados que tenían pactados. Estaba inquieta por la situación del campamento, ¿habrían llegado hasta ellos?, esperaba que Mauro y los demás estuviesen a salvo, yo le había prometido que estaríamos siempre juntos e intentaba mantener esa promesa, esperaba que él también hiciese lo mismo. Nos pusimos en marcha con las primeras luces del día, Liam había salido cuando yo llegué a la cocina, un rato después llegó y se despidió de todos, yo les había dado un pequeño papel con frases incognoscibles para ellos pero que podían entender los que conocían la codificación tabsavit.
_ ¿Crees que nuestro campamento provocó todo esta rebelión?
_ Por supuesto que no y espero que tú tampoco lo creas, estoy seguro que nuestro campamento no ha sido el único al que han llegado los gevos con intención de provocar, solo que nosotros defendimos a nuestra familia, ellos venían a matar y llevarse a algunos de los nuestros, éramos ellos o nosotros pero no tiene nada que ver con lo está sucediendo ahora, seguramente eso no es lo único que nos han ocultado, quieren una civilización de autómatas, quieren el dominio, el control total sobre nosotros y la gente de una y otra manera se están rebelando, lo han intentado una vez y no lo han conseguido ahora tendrán nuevas estrategias y puede que esta guerra sea aún mayor que la otra.
_ ¿Te preocupa una nueva guerra?
_ Me preocupa todas las muertes que pueda generar.
Aquellas palabras seguían dando vueltas en mi cabeza durante las siguientes horas. Los amigos de Liam de la posada tenían razón, no se veía a ningún guardia fronterizo instalado en su lugar habitual, no estaba seguro de si aquello era bueno o malo, si no había seguridad era mucho más fácil delinquir y eso era peligroso, estaba deseando llegar cuanto antes al campamento para sentirme segura y a salvo al lado de la gran familia que formábamos. Cabalgamos durante horas y paramos varias veces para que los caballos pudiesen descansar, uno de aquellos descansos lo hicimos cerca del campamento que había entre las rocas y al que llegué por vez primera, tenía deseos de acercarme a él y recorrer una vez más aquella cueva pero Liam había dicho que era peligroso, si sabían que los gevos fueron asesinados tal vez hubiese algún guardia esperando nuestro regreso, no podíamos arriesgarnos. Nos pusimos nuevamente en camino, nos quedaban varios días para llegar a la ciudad donde nos capturaron y nos llevaron lejos del campamento. Liam y yo no habíamos hablado más de lo que nos dijimos en la última conversación que tuvimos en aquel cobertizo, parecía que todo había vuelto a la normalidad y que mi compañero de viaje aceptaba el que yo no pudiese corresponder a sus sentimientos, los días transcurrieron con normalidad y sin contratiempos, lo único que nos impedía avanzar con más rapidez era el tiempo, después de las nevadas aparecieron las lluvias y los caminos eran resbaladizos, también teníamos que cubrir nuestras ropas del agua que caía intensamente y por horas, era horrible viajar así. Aquella noche la lluvia se había llevado casi toda la nieve, el frio era menos penetrante y decidimos pasar la noche en un carruaje abandonado y sin ruedas, por lo menos tenía un techo en el que abrigarse, a primera hora de la mañana estaríamos en la ciudad de Hunter, tendríamos que movernos con cautela, Liam había insistido en ir el solo pero yo me había negado, era tan peligroso aparecer de nuevo en aquella ciudad como dejarme sola en el medio de un campo. Nos levantamos antes de que la noche desapareciese y nos aproximamos a la entrada de la ciudad, tenían razón, la presencia policial era prácticamente inexistente, solo había visto un par de ellos en la zona más exclusiva del lugar. Como si de una película del apocalipsis se tratase nos movimos por callejones medios oscuros y a pesar de que el sol mostraba su presencia apenas se veía gente por la ciudad, no parecía la misma que habíamos abandonado unas semanas atrás, ¿qué estaba ocurriendo y de quien tenían miedo? La policía no parecía que anduviese por allí y por lo que sabíamos del virus empezaba a debilitarse y pronto desaparecería hasta el invierno próximo. No se veía personas amontonadas y muertas en la calle, ni tampoco se veía ningún puesto ambulante en las calles, al menos una pequeña parte de los negocios empezaban a abrir sus puertas, solo faltaba que la gente se echase a la calle. Sentíamos muchos ojos puestos en nosotros aunque al parecer se mantenían ocultos, aquello no me daba buena señal, en cualquier momento alguien podía dispararnos sin hacernos preguntas y terminar muertos en la calle. Escuchamos a lo lejos como se abría una puerta de una casa de dos pisos y en bastante buen estado, un chico nos observó mientras sonreía y se acercaba a nosotros.
_ ¡Vera estás viva!, y tú también Liam, me alegro mucho.
_ ¿Hunter que haces aquí? , ¿has vuelto con tu familia?
_ Venid entremos en la casa, es más seguro hablar dentro.
_ ¿Qué está ocurriendo, porque apenas hay gente en las calles?
_ Muchas personas se han ido a ciudades más pobladas, creen que allí estarán a salvo, se escucha que pronto habrá una nueva guerra y que están reclutando a gente para luchar en contra de los rebeldes. Nadie quiere una nueva guerra pero también están hartos de que los mismos que han creado las leyes sean los que las quebranten.
_ ¿Cómo te encuentras, donde están los demás?
_ Han seguido su camino hacia el campamento, yo me quedé aquí con mi familia, mis padres están enfadados conmigo porque no me he ido con vuestros amigos, les pedí que nos fuésemos todos pero ellos no quieren dejar la ciudad. No dejan de insistir en que abandone la ciudad porque si regresan los policías terminaran llevándome de nuevo y no tendré una segunda oportunidad para escapar, dicen que ellos ya son mayores para ser de interés del gobierno y de quien esté detrás de todo esto. Yo me iría si mi hermano estuviese aquí y cuidase de ellos como me había prometido pero él se marchó con un grupo de rebeldes dejándolos solos.
_ Creo que tus padres tienen razón, deberías venirte con nosotros, aquí no estarás a salvo si regresa la policía en busca de más gente que llevarse.
_ Liam son sus padres, ¿cómo va a abandonarlos? , yo tampoco lo haría.
_ Tal vez podamos convencerlos.
Después de que comiésemos parte de su comida, secásemos nuestras ropas húmedas y nuestro calzado, intentamos convencerlos de que se viniesen con nosotros, pero los padres de Hunter eran muy tercos y no querían abandonar su ciudad ni su casa aunque nos rogaron que nos llevásemos a su hijo y cuidásemos de él. Fue Liam quien dio con una solución que a mí me pareció buena aunque no significase que se librarían de que los apresasen si la policía se interesaba en ellos. Hunter no quería dejarlos solos y Liam había visto varios vecinos que también se encontraban en la misma situación que ellos. La casa de los padres de Hunter era bastante amplia y podía acoger un par de familias más, si se mantenían juntos en una misma vivienda podían cuidar los unos de los otros, era algo parecido a lo que hacíamos en el campamento, cuidarnos mutuamente. Accedieron a aquel acuerdo y lograron que un par de familias de las casas vecinas se mudasen a la suya, la primera estaban formados por tres miembros, eran un poco más jóvenes que ellos y tenían a su cuidado un niño de unos ocho años, la segunda familia estaba compuesta por cuatro personas, una pareja casi de su misma edad, una mujer joven pero que le faltaba medio brazo y su hija de año y medio. Esperaba que aquellas familias lograsen vivir en paz, Hunter por fin aceptó irse con nosotros y les dijo que algún día regresaría a casa. Nos pusimos nuevamente en marcha y cabalgamos con ganas hacia el campamento, estábamos muy contentos de llegar y ver de nuevo las caras de nuestros amigos, esperaba con impaciencia abrazar a Mauro y contarle nuestra aventura, habían sido demasiados días y semanas sin estar con él y lo echaba muchísimo de menos. Aquella era la última noche que la pasaríamos los tres solos, habíamos pasado por mucho pero todos los obstáculos que nos habían puestos los fuimos superando, algunos más difíciles que otros pero allí estábamos, a muy pocas horas de llegar a nuestro puerto seguro. Cuando logramos alcanzar el campamento nos extrañamos de que nadie nos viniese a recibir y poco a poco nos pusimos nerviosos. Nos sorprendió y nos asustamos cuando llegamos al complejo y no había nadie fuera y al parecer tampoco dentro, ¿qué había ocurrido con el campamento?, y lo más importante ¿dónde estaba toda la gente, que les había pasado?
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TABSAVIT
Historical FictionEn un mundo de caos y de destrucción una chica lucha por sobrevivir junto a su mejor amigo Mauro y acaban en un campamento junto a otra gente que también huyen de una vida precaria, allí conoce el amor y el calor de una gran familia pero también e...