Distancia.

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Flor: Nico, para - dijo, separando sus bocas pero manteniendo las frentes pegadas-

Nico: okay, okay -dijo, agitado, y se alejó un poco de su cuerpo-

Flor: no podemos hacer esto así. Somos amigos hace mil años, yo estoy de novia, ni se que me pasa con vos

Nico: a mi también me pasan cosas con vos a las que no les puedo poner nombre. Me pasan, no sé...

Flor: el fin de semana viene Agustín, no puede pasar esto ahora, Nico. No... no se

Corrió hacia su dormitorio y cerró la puerta con llave. Se acostó en la cama mirando al techo intentando conciliar el sueño pero no lo logró en toda la noche.

Por su parte, Nico se acostó en su cama con una sonrisa. Besar los labios de Flor se había sentido increíble, correcto, mágico. Se odiaba por haberse tirado de una sin esperar un poco más, pero ¿qué iba a hacer? Lo hecho hecho está.

El viernes en el programa se notaba a ambos incómodos, intentando actuar como si nada hubiese sucedido.

Al terminar, mientras volvían en el auto, Momi se acercó a Flor y la increpó

Momi: pasó algo anoche amiga?

Flor: -sorprendida- no... nada. Por?

Momi: mmm... te conozco. Algo que me tenes que contar.

Flor: ay momila, ¿cómo haces para saber siempre todo?

Momi: Nico?

Flor: si -dijo y bajó la mirada- anoche cuando volvimos de la polenta nos encontramos en la cocina

Momi: -gritando- mentira que te lo culeaste!

Flor: no! Chapamos un poco nada más. Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando lo frené

Momi: ay, amiga! Era hora!

Flor: ¿que decís?

Momi: es obvio que ustedes dos van a terminar juntos.

Flor: pero yo estoy con Agustín, todavía apuesto a nuestra relación aunque ahora no estemos en el mejor momento. No puedo tirar todo a la basura por una confusión.

Momi: mira, amiga, vos hace lo que a vos te parezca. Son tus vínculos. Pero me parece que lo que hay con Nico es muy real.

Flor: no hay nada con Nico ahora, Momi. Ya está. Aquí no ha pasado nada.

El viernes alrededor de las 20:00 llegó Agustín a Pinamar. Flor estaba muy nerviosa, sentía que se iba a dar cuenta de lo que había pasado. Intentó actuar normal cuando él pasó la puerta, fingiendo haberlo extrañado mucho. Lo abrazó fuerte y lo llenó de besos, buscando convencerse a sí misma que el malestar se le pasaría enseguida.

Agus saludó a todos y los felicitó por el éxito del programa. Se mostraba seco en las conversaciones con Nicolás, pero aún así conversaba.

Cerca de las 21:30 se fueron a cenar los dos solos a un restaurant cerca de la playa. Se pusieron al día, se tomaron de las manos y fueron por un helado de postre al centro.

Al volver a la casa, una vez que se encontraron en la intimidad del dormitorio, Agustín se abalanzó sobre ella, repitiéndole insistentemente cuanto la había extrañado y lo feliz que estaba de verla.

Flor continuó con su actuación, pero se sentía una mala persona por estar haciéndole eso a una persona que realmente quería. Igualmente, el beso con Nicolás había sido una cosa de una sola vez y no se volvería a repetir, pensaba. Pronto todo volvería a la normalidad con Agustín.

Hicieron el amor apresurados. Al terminar, mientras intentaban conciliar el sueño, Flor derramó algunas lágrimas: no entendía lo que sentía ni lo que quería, estaba perdida.

A la mañana siguiente, se despertaron y salieron a desayunar. Se cruzaron con Nicolás cuando salían, que volvía de correr, y le dedicó una mirada profunda y sostenida a Flor, que se la devolvió casi como pidiéndole disculpas.

Esa noche, otra vez, irían al boliche todos juntos. Se preparó con Agus mientras escuchaban reggaeton viejo, grababan TikTok's y tomaban fernet.

Durante la fiesta, Nico no dejó de mirarla. Estaba hermosa, radiante. Se puso a pensar que quizá estaba así porque su novio estaba de visita, no por lo que había sucedido en la cocina el jueves. Se decepcionó un poco y eso se le notó en la cara.

Momi: que pasa gordo? Estás bien?

Nico: si si..

Momi: te cambió la cara de golpe. Queres que vayamos a buscar algo para tomar a la barra?

Nico: dale, vamos.

Una vez en la barra, parados frente a frente, comenzaron a charlar.

Momi: pasó algo con Flor, no?

Nico la miró sorprendido y se tomó unos segundos para pensar que contestarle.

Nico: yo estaba medio borracho, ella también. No estuve bien, me le tiré...

Momi: y ella como reaccionó?

Nico: al principio se quedó quieta, como en shock. Después la siguió un toque y se dio cuenta que nos la estábamos re mandado.

Momi: te morís de amor por ella, no?

Nico: que decís, Momi? No... yo... no se, estoy hecho un boludo. No me entiendo ni yo -hizo una pausa- vos ya sabías?

Momi: la conozco mucho a Flor, al toque le saque la ficha. Y a vos también... se te nota.

Nico: de verdad?

Momi: tenes un trato distinto con ella. Por qué no aclaras un poco la mente y le vas de frente con lo que te pasa?

Nico: es que no se que me pasa.

Momi: tómate un tiempo para pensar. Ella debe estar igual de enquilombada que vos.

Nico: si, seguro. Gracias Momi.

Volvieron a la casa todos juntos, charlaron un rato en la cocina y se despidieron para ir a dormir. Nico le dio una última mirada a Flor y a Agustín. Se fue a dormir un poco triste, convencido de que no podía ser él quien se interponga en la relación de Flor, no tenía ningún derecho.

Se pasó el fin de semana esquivando a los tortolitos. Flor logró relajarse y disfrutar de esos días con Agus. El domingo a la tardecita se encontraron todos en la puerta de la casa para despedir a Agustín que volvía para Buenos Aires.

Agus: chau mi amor -la abrazó fuerte- nos vemos en unos días

Flor: buen viaje! Avísame cuando llegues por favor. Anda con cuidado.

En silencio, volvieron a entrar. Flor se encerró en su dormitorio y lloró hasta quedarse dormida. Sentía como si hubiese aguantado la respiración todo el fin de semana y ahora, finalmente, pudiera respirar otra vez.

Siempre fuiste vos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora