Siempre fuiste vos.

Enfrentarlo.

Al entrar se encontró con una imagen que la emocionó: Nicolás había preparado, en la pequeña mesa de escritorio de la habitación, una mesa digna de un restaurant de lujo: usó una sábana blanca como mantel, cortó unas flores del lobby del hotel y las puso dentro de un frasco para ubicarlo en el centro de la mesa y había una comida con un olor delicioso esperándola.

Nico: adelante... -haciendo el gesto con la mano

Flor: me estás jodiendo? -se tapó la boca, sorprendida- Cómo armaste esto?

Nico: cuando uno quiere se las ingenia. Te puedo dar un beso?

Flor: podes.

Se acercaron y se besaron con ternura. Se extrañaban. Con todo el revuelo que se había generado y el malestar que sentían, estaban más volados que nunca.

Nico: estás muy linda.

Flor: vos también. Me encanta como te quedan las camisas.

Nico: lo sospechaba, por eso me la puse -dijo, riendo- comemos?

Sirvió vino tinto en dos copas (que tampoco sabía de donde había sacado) y brindaron

Nico: yo se que mañana se nos termina todo este cuentito. Te quiero decir que me haces sentir cosas muy hermosas que no había sentido antes. Y eso me tiene confundido mal. Espero que le encontremos la vuelta. Me encantaría poder seguir teniendo esto con vos y ver hasta donde llega.

Flor: yo también disfruté mucho estos días para los dos. Siento que nos calmó mucho las dudas que teníamos y confirmamos ambos que, efectivamente, algo más estaba pasando entre nosotros. Te pido que me des un poco de tiempo, tengo que resolver tantas cosas cuando llegue... -hizo una pausa y suspiró- igualmente yo también quiero que nos encontremos allá y ver que pasa.

Nico: si acá andábamos medio escondidos, sabemos que allá va a ser peor

Flor: tampoco sabemos a dónde va a llegar todo esto, no? Quizá es algo de un viaje y ya

Nico: puede ser -dijo triste, evidenciando la tristeza que le daba escuchar eso como una posibilidad - veremos que pasa. Comemos?

Cenaron y tomaron vino en paz y entre risas. Entre ellos todo parecía fluir excelente puertas adentro.

El martes dejaron el hotel cerca de las 10:30 am y se fueron directamente al aeropuerto. Tenían que devolver el auto, así que necesitaban tiempo de sobra por si las dudas.

El vuelo salió sin demoras a las 15:30. Otra vez, se ubicaron en primera clase. Guardaron un poco más la compostura durante el regreso, sabiendo que era probable que todos estuvieran atentos a cada uno de sus movimientos.

Llegaron a Buenos Aires a la noche, eran casi las 2:00 cuando Nico dejó a Flor en su casa.

Nico: no quiero que te vayas

Flor: y yo no me quisiera ir

Nico: gracias por estos días. La pasamos muy lindo.

Flor: gracias a vos nicolino. De verdad

Se dieron un beso adentro del auto. El último por no sabían por cuánto tiempo ....

El jueves al mediodía, Flor se acercó hasta la casa de Agustín y tocó timbre. Por las dudas, no quiso usar su llave.

Agus: hola.

Flor: hola Agus. Cómo estás?

Agus: no entiendo nada, Florencia -comenzó a elevar la voz- Me lo negaste a muerte y tengo que fumarme que aparezcan en LAM como dos tortolitos confirmando un romance? Me siento un pelotudo.

Flor: quien confirmó un romance, Agustín? Nada que ver.

Agus: no lo negaron tampoco. Y cuando te pregunté si había pasado algo en Pinamar tampoco me lo negaste. Que me vas a decir, entonces?

Flor: si -respiro hondo- ya sé. Tenes razón. Te voy a decir la verdad, me podes escuchar? Veni, vamos a sentarnos en el sillón.

Caminaron hasta el sillón y se sentaron uno en cada esquina.

Flor: hace un tiempo que estoy rara, me doy cuenta. Un poco tiene que ver con que me molestaban los celos y planteos que me hacías vos por Nicolás. Me parecían una idiotez absoluta. Pero después empecé a prestar atención a mi vínculo con el y entendí qué era lo que podía llegar a molestarte. Yo también me comporto distinta con él, no tengo el mismo vínculo que con mis otros amigos.

Agus: que me estás diciendo?

Flor: me pasan cosas con Nico. Y a él le pasan conmigo. Yo no quise comportarme de esta manera con vos. Siéndote 100% honesta, me hubiera gustado que todo sea distinto. Pero me pasó y no lo supe manejar. Y te pido disculpas.

Agus: entonces si pasó algo entre ustedes?

Flor bajo la mirada y asintió

Agus: y yo como un pelotudo fui a verte a Pinamar? Y vos te estabas culeando al jefe?

Flor: no, no digas eso. No fueron así las cosas. Cuando vos fuiste para Pinamar nosotros no.... -se calló antes de hablar de más

Agus: no te lo habías culeado? Pero ahora en Miami sí, no?

Flor: agus... no tenemos porque terminar así

Agus: es muy fácil decir eso cuando sos la que se mandó la cagada, Florencia.

Flor: no lo busque, te juro. Me pasó, fue eso.

Agus: no me sirve el "me pasó" como excusa. Te olvidaste de todo lo que pasamos juntos, lo que compartimos, como nos ayudamos y acompañamos en todo...

Flor: no me olvidé, Agustín. Siempre te voy a estar agradecida por todos estos años. Mi familia te adora y yo también.

Agus: pero no tanto a occhiato -hizo un largo silencio- te voy a pedir que te vayas. Toma tu llave y déjame las mías.

Flor: agus... yo...

Agus: ya me dijiste todo. Les deseo un gran gran amor a los dos. Se merecen el uno al otro -dijo, irónico-