Puertas adentro.

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Como habían acordado, a las 18:00 la pasó a buscar.

Flor: hola hermoso -le dio un beso largo y tierno-

Nico: hola -con cara de enamorado- estás lista?

Flor: no tengo ni idea

Nico: toma, ponete esto -le extendió la mano y le dio un antifaz-

Flor: que? No puedo ver tampoco?

Nico: por ahora podes. En unos minutos te aviso y te lo pones, okay?

Flor: lo que usted diga, señor.

Nico emprendió viaje hacia Tigre. Había planeado una escapada express alejados de todos y de todo.

Nico: ponete el antifaz y no hagas trampa, Peña.

Llegaron pasadas las 19:00, el tráfico en la salida de Buenos Aires estaba muy colapsado.

Cuando Nico estacionó y apagó el auto, Flor le preguntó:

Flor: llegamos ya?

Nico: si, llegamos

Flor: dónde estamos? Me puedo sacar esto de la cara?

Nico: todavía no. Espérame acá. No te lo saques.

Nico se bajó del auto para entrar al complejo y registrarse.

Nico: buen día, tengo una reserva a nombre de Nicolás Occhiato

Recepcionista: buenas tardes -buscó la reserva en la computadora- si, acá está. Dos personas, no?

Nico: si, dos.

Recepcionista: acá tiene la llave -se la entregó- su cabaña es la número 111, siga con el auto por este camino de tierra hasta el final y ahí la va a encontrar. Es la última.

Nico: muchas gracias.

Lo ponía feliz no tener que bajar con Flor a registrarse y poder llevarla directamente a la cabaña. Volvió al auto y la encontró igual que como la había dejado: con el antifaz y el cinturón de seguridad puestos.

Nico: seguimos un poquito más.

Recorrió los metros que quedaban entre la recepción y la cabaña y estacionó.

Antes de ayudarla a bajar, le pidió que espere un minuto más en el auto. Bajó y se aseguró de que todo este como lo planeado. Suspiro aliviado cuando confirmó que si.

Ayudó a Flor a bajar del auto, aún con el antifaz puesto y le dio la mano para subir las escaleras hasta la puerta del hospedaje.

Nico: ahora si, estás lista?

Flor: supongo que sí...

Nico: a la una, a las dos y a las tres.

Le sacó el antifaz mientras abría la puerta. Flor miró hacia adentro y se encontró con una cabaña llena de flores blancas sobre la cama. En la mesa de luz había un oso de peluche y una pulsera plateada con diamantes pequeños, al lado de un cartel escrito a mano: "Queres ser mi novia?"

Flor: me estás jodiendo? -dijo, sorprendida. No paraba de sonreír- en que momento armaste todo esto, Nicolás?

Nico: vos te mereces todo. Desde que estoy con vos me siento el hombre más feliz del mundo. Con vos lo tengo todo. Y quiero que vos seas feliz y lo tengas todo también.

Flor: -llorando- no lo puedo creer. Bebe, me haces muy feliz vos a mi. No sabes cuánto.

Nico se acercó a la mesa de luz, agarró la pulsera y el papel escrito por él mismo y se lo dio en la mano.

Siempre fuiste vos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora